Inapelable victoria de Trump, impredecible futuro del mundo

Francisco Espiñeira Fandiño
Francisco Espiñeira SIN COBERTURA

INTERNACIONAL

Trump, tras proclamar su victoria electoral
Trump, tras proclamar su victoria electoral Brian Snyder | REUTERS

06 nov 2024 . Actualizado a las 17:23 h.

«Ha sido una buena victoria, ¿verdad?». Eso decía Donald John Trump a las 8.35 de la mañana tras recibir la confirmación oficiosa de su victoria. El candidato republicano hizo buenos los pronósticos y logró una indiscutible victoria que allana la transición en Estados Unidos y aleja un escenario de conflicto tan lamentable como el experimentado en el 2020, cuando el magnate perdió ante Joe Biden. «Ha sido increíble», repetía sobre el escenario repleto de banderas tras asegurarse los 19 delegados de Pensilvania que le permitían superar la barrera de los 270 votos electorales que le garantizaban la elección como 47º presidente de los Estados Unidos.

En cuatro años han sido muchas las cosas que han cambiado en el entorno de Trump. Si la primera vez sucumbió al aparato del Partido Republicano para gestionar las áreas clave del Gobierno, ahora llega con un ejército de nombres con escasa experiencia y mucho renombre para intentar una nueva forma de gobernar cuyo futuro es impredecible. A su lado estaba el dueño del circuito de lucha libre. Y en los reconocimientos no faltó Elon Musk, el empresario que se ha creado su propia ciudad en Texas para fomentar la natalidad junto a su familia.

Trump ha ganado en votos electorales, en apoyo popular, recupera el control del Senado y se garantiza el Congreso. Será casi un poder omnímodo. Y en su discurso de la victoria lanzó muchas promesas: recuperar la economía, apoyar a los jóvenes, dejar las divisiones aparte... Y, sobre todo, acabar con las guerras. Un aviso a Israel y a Ucrania que aumenta la distancia con Europa y la UE. Un país más rico, más fuerte y más seguro, resumió en el último minuto de su mensaje.

«Dios salvó mi vida por un motivo: salvar a Estados Unidos», resumió en su única referencia al atentado en el que le hirieron en una oreja. Al tradicional muro rojo del centro del país donde casi siempre se imponen los republicanos, Trump sumó casi todos los estados clave en disputa, con especial valor para los éxitos en Pensilvania y Míchigan, las dos esperanzas de Kamala Harris para frenar al magnate, donde el éxito del ganador ha sido inapelable.

La pésima campaña de los demócratas y de Kamala Harris, el tardío relevo de Biden y el hartazgo de las clases medias que no han visto mejorar su situación económica en estos cuatro años han sido algunas de las claves de esta indiscutible victoria del segundo presidente que consigue ganar unas elecciones tras ser derrotado en las anteriores. 

Trump también dijo que nunca más haría una campaña electoral. Pero habrá que ver cuál es su equipo para conocer el rumbo inicial del mandato. El mundo contiene la respiración ante el impredecible giro que se avecina.