El papel de Musk en la transición empieza a generar desconfianza en el equipo de Trump

Héctor Estepa
Héctor Estepa NEWARK / E. LA VOZ

INTERNACIONAL

Trump y Musk asistieron el sábado a un combate en el Madison Square Garden.
Trump y Musk asistieron el sábado a un combate en el Madison Square Garden. Brad Penner | REUTERS

Los amplios poderes del «mejor amiguito» del presidente electo levanta suspicacias

18 nov 2024 . Actualizado a las 23:05 h.

Donald Trump volvió, la madrugada del sábado, al Madison Square Garden de Nueva York y lo hizo aclamado por el público. «Usa, Usa», gritaba el respetable, mientras el marcador del combate de artes marciales mixtas mostraba el momento en el que la cadena conservadora Fox News lo declaró ganador de las elecciones del 5 de noviembre.

Sentado a su derecha, el hombre más rico del mundo, Elon Musk, dueño de Tesla, Space X y la red social X, inseparable desde hace semanas y que se autodenominó como el «primer amiguito» de Trump. El presidente electo le ha dado el coliderazgo de un nuevo Departamento de Eficiencia Gubernamental, extensos poderes en el proceso de transición e incluso en misiones diplomáticas, porque se reunió en secreto con el embajador iraní en EE.UU. y participó en llamadas con los presidentes de Ucrania y Turquía, Volodímir Zelenski y Recep Tayyip Erdogan, respectivamente.

Está por ver cuánto dura ese idilio, porque la presencia permanente de Musk junto al presidente electo y su influencia agresiva en políticas está comenzando a molestar a personas del círculo cercano de Trump, según la prensa estadounidense.

El pasado sábado se produjeron dos hechos de relevancia. Primero, Musk alabó los recortes de impuestos a la exportación en Argentina de Javier Milei. Son precisamente los mismos impuestos que quiere subir Trump, con lo cual ese apoyo ha sido visto como una forma de incidir en la política económica de la futura administración.

Después, Musk dijo en X que la gente debería tener más voz en el proceso de elección del líder del Departamento del Tesoro (Economía) y al poco tiempo tomó partido por Howard Lutnick, líder de una firma de inversiones financieras, frente al resto de opciones que se manejan como Scott Bessent, a quien calificó como «convencional».

«Está intentando que parezca que Trump le debe algo, pero el presidente no le debe nada a nadie», le dijo a la NBC una persona cercana al proceso de transición y otra señaló que el interés del multimillonario por «opinar sobre todo» estaba comenzando a molestar en el equipo de Trump. 

Acusaciones contra Hegseth

Trump estuvo acompañado en el Madison por algunos de los designados a su gabinete , pero entre ellos no estaba Pete Hegseth, el candidato a ser el secretario de Defensa. Hegseth están en el foco de la polémica porque su equipo de abogados admitió a The Washington Post haber pagado por el silencio de una mujer que le acusó de asalto sexual en el 2017, durante una convención conservadora en un hotel de California.

Los letrados defienden que la relación fue consentida y realizaron el pago porque la mujer iba a seguir adelante con la denuncia y le habría costado a Hegseth su trabajo en la cadena Fox. Pero, según un escrito al que tuvo acceso el Post, una amiga de la mujer afirma que esta fue violada en la habitación de Hegseth.