La Policía investiga al presidente surcoreano por traición al declarar la ley marcial
INTERNACIONAL
Yoon Suk-yeol se someterá el sábado a la moción de censura presentada por la oposición, aunque su partido ha cerrado filas con él y asegura que votará en contra
05 dic 2024 . Actualizado a las 15:46 h.La crisis política abierta en Corea del Sur tras la declaración el pasado martes de la ley marcial, que se mantuvo apenas unas horas en vigor, no parece que vaya a solucionarse pronto. El presidente del país asiático, Yoon Suk-yeol, no solo se someterá en unos días a la moción de censura presentada por la oposición sino que también se enfrenta a una investigación policial por presunta «insurrección», un delito que no contempla la inmunidad presidencial y que puede castigarse hasta con cadena perpetua o pena de muerte.
Yoon se encuentra señalado prácticamente desde el inicio de su mandato hace dos años al incumplir muchas de sus promesas de campaña y arrastrar varios escándalos en su entorno, sobre todo, relacionados con su mujer. La orden de decretar la ley marcial —una medida excepcional que no se tomaba desde 1987— con la excusa de que la oposición tenía vínculos con el régimen de Corea del Norte ha rematado su mandato. La moción de censura se debatirá el sábado y necesita el respaldo de, al menos, ocho escaños del gobernante Partido del Poder Popular (PPP) para cosechar la mayoría exigida para su aprobación. La formación, sin embargo, ha cerrado filas con el presidente surcoreano. «Todos los 108 diputados del PPP permanecerán unidos para rechazar la destitución», ha adelantado Han Dong-hoon, líder parlamentario de este grupo, que está en minoría en la Cámara.
El partido de Yoon ha expresado su intención de «trabajar para evitar que se apruebe la moción» aunque eso no implica «defender la inconstitucional ley marcial del presidente». De hecho, Han ha solicitado al mandatario que abandone el PPP para evitar que su delicada situación empeore aún más. La iniciativa registrada el miércoles por la oposición acusa, precisamente, al dirigente surcoreano de «vulnerar gravemente la Constitución y la ley» con su medida. De salir adelante, el primer ministro sería el encargado de sucederle en el cargo a la espera del veredicto de la Corte Constitucional, que tiene 180 días para pronunciarse. Si apuran el plazo, no se conocerá el destino de Yoon hasta el próximo verano. Entonces, en caso de que los jueces avalen la destitución, Corea del Sur celebraría elecciones presidenciales en un máximo de 60 días.
Dimisión de un ministro
La denuncia por posible traición presentada por el Partido Demócrata contra el mandatario, y que ha derivado en una investigación, se extiende asimismo a algunos de sus ministros y altos mandos militares y policiales. «Esto es un crimen imperdonable, uno que no puede, no debería y no será disculpado», sostiene el parlamentario Kim Seung-won. El escándalo, por ahora, se ha cobrado la cabeza del titular de Defensa, Kim Yong-hyun, cuya renuncia ha sido aceptada este jueves por Yoon. Con su dimisión, dijo el ministro, asumía la «responsabilidad» de la crisis abierta y pedía «perdón» al pueblo surcoreano, que ha mostrado durante dos noches consecutivas su rechazo a la efímera ley marcial.
El presidente ha desaparecido de la vista pública desde que, horas después de adoptar la polémica decisión, anunciara que retiraba la medida. Fuentes cercanas a Yoon aseguran que tampoco este jueves realizará ningún tipo de pronunciamiento.