Su liberación es un éxito para Meloni tras semanas de delicadas negociaciones. El régimen de Teherán encarceló a la reportera el 19 de diciembre para plantear un intercambio con un ingeniero de drones iraní arrestado en Milán a petición de EE.UU.
08 ene 2025 . Actualizado a las 18:57 h.Cecilia Sala vuelve a ser libre. La periodista italiana arrestada en Irán el pasado 19 de diciembre bajo la acusación genérica de haber violado las leyes de la república islámica llegó este miércoles por la tarde al aeropuerto militar Ciampino, en Roma. A la reportera le esperaban su familia y autoridades como la primera ministra Giorgia Meloni y el ministro de Exteriores, Antonio Tajani.
El Gobierno italiano informó poco antes del mediodía de que Sala estaba a bordo de un avión con destino hacía su país. La liberación de Cecilia Sala, que había viajado a Teherán con un visado de periodista en vigor cuando fue detenida, fue posible gracias a un «intenso trabajo» de la diplomacia y de los servicios secretos italianos, a quienes agradeció su dedicación Meloni, que antes de hacer pública la buena noticia se la comunicó por teléfono a los padres de la reportera.
El arresto de Sala, que se ha pasado veinte días en condiciones muy duras en una celda de aislamiento en la cárcel de Evin, utilizada habitualmente por Teherán para recluir a los disidentes políticos y a los presos extranjeros, provocó una gran conmoción social en Italia.
Con la detención de la periodista el régimen de los ayatolás trató de chantajear a las autoridades de Roma para conseguir un intercambio con el que lograr la liberación de Mohammad Abedini. Este ingeniero iraní fue detenido el 16 de diciembre en el aeropuerto milanés de Malpensa a petición de Estados Unidos, que solicitó su extradición al considerar que una empresa de su propiedad estaría involucrada en la fabricación de drones con los que fue atacada una base militar estadounidense en Jordania.
Próxima decisión
Se espera que en las próximas semanas la Corte de Apelación de Milán decida si Abedini es liberado, puede beneficiarse del arresto domiciliario o es entregado a la Justicia del país norteamericano. Tras la liberación de Sala, es comprensible que las autoridades iraníes esperen un gesto similar con el ingeniero de su país, ya que consideran que la suerte de ambos estaría ligada.
Lo dejó claro el embajador de Teherán en Roma, Mohammad Reza Sabouri, quien relacionó los casos de Sala y de Abedini tras ser convocado el pasado jueves por Antonio Tajani, número dos del Gobierno de Meloni y titular de la cartera de Exteriores. Sin embargo, este miércoles el titular de Justicia, Carlo Nordio, desmintió que Italia se plantee soltarlo. «Tenemos un tratado de extradición con EE.UU. que se evalúa según parámetros jurídicos», remarcó Nordio,
El caso Sala, en el que Italia ha acabado en medio del pulso internacional que mantienen Irán y Estados Unidos, estuvo presente en la conversación que mantuvieron el pasado sábado Meloni y Donald Trump en Mar-a-Lago, en la mansión que tiene este en Florida. A dos semanas de el retorno del líder republicano a la Casa Blanca, la jefa de Gobierno de Roma pudo cenar y mantener una reunión con él en el transcurso de la cual le «presionó de modo agresivo» para que se implicara en la liberación de la reportera, según informó el diario The New York Times.
Pocos días antes, la primera ministra había recibido a la madre de Cecilia Sala, Elisabetta Vernoni, quien le manifestó su gran preocupación por las condiciones carcelarias que sufría su hija ante el peligro de que pudieran «marcarla de por vida». En los últimos días Vernoni había pedido en cambio a los medios mantener un perfil bajo con el caso lo que habría facilitado que este miércoles abrazara nuevamente a su hija.