La Franja despierta poco a poco después de una pesadilla de 15 meses que deja más de 46.000 muertos
20 ene 2025 . Actualizado a las 05:00 h.Gaza despierta poco a poco después de una pesadilla de 15 meses que deja más de 46.000 muertos. En la Franja se necesita de todo, las imágenes que llegan de la zona norte son apocalípticas, pero el primer paso era lograr un alto el fuego y ya es una realidad desde ayer. La primera jornada siempre es complicada y, aunque con un retraso de tres horas, las armas callaron a las 11.15, hora local, y por la tarde se puso en marcha el primer intercambio de rehenes por presos palestinos. La ciudadanas hebreas Romi Gonen, de 24 años, Emily Damari, 28, y Doron Shtanber Kheir, 31, salieron de la Franja después de un cautiverio de 470 días y por la noche los israelíes liberaron a 90 prisioneros de la cárcel de Ofer, la mayoría mujeres y menores. En total, abandonarán las prisiones cerca de 1.700 palestinos si se cumplen todas las fases de la tregua.
Las tres cautivas se encontraban en «buen estado» y pudieron reunirse con sus familias antes de ser trasladadas a un hospital para comprobar su situación tanto física como psíquica.
La primera fase del acuerdo alcanzado en Doha por Hamás e Israel está en marcha y el portavoz del brazo militar de los islamistas, Abu Obeida, declaró que están dispuestos a «cumplir los plazos previstos y respetar la hoja de ruta». Como ya hizo la pasada semana el Emir de Catar, Abu Obeida recordó que este acuerdo podía haberse puesto en marcha hace casi un año, pero Benjamín Netanyahu, primer ministro israelí, entonces lo rechazó. El portavoz islamista se refiere a que el texto aprobado gracias a la presión de Donald Trump es el mismo que les puso sobre la mesa Joe Biden en mayo.
Hamás arrancó la jornada de tregua con un «problema técnico», por el que no entregó la lista con los nombres de las tres rehenes a liberar. El reloj marcó las 8.30, la hora fijada por los mediadores, y al no haber lista, Netanyahu les acusó de violar el acuerdo y ordenó seguir con los bombardeos. Los nombres llegaron poco después, pero ya fue tarde para los al menos diez palestinos que murieron en los ataques en ese espacio de tiempo.
Los gazatíes no dudaron un instante de que el acuerdo era una realidad y por eso se echaron a las calles a primera hora de la mañana. El ambiente de fiesta se apoderó de unas avenidas repletas de escombros. Hamás se sumó a los festejos y milicianos uniformados y encapuchados a bordo de vehículos todoterreno recorrieron entre vítores las calles de Jan Younis. Este es el lugar natal de Yahya Sinwar, líder de Hamás que ideó los ataques del 7 de octubre y murió un año después en combate, y uno de los grandes bastiones de un movimiento que se moviliza para desplegarse en toda la Franja.
Gran despliegue
Los agentes de la policía del ministerio de Interior recuperaron sus uniformes y volvieron a patrullar en calles y mercados para evitar el caos en un momento que los ciudadanos esperaban con ansiedad. La alegría de Gaza no tardó en contagiarse a Israel, pero al otro lado de la verja de separación tuvieron antes que superar el largo trance de la liberación de las tres rehenes. Hamás preparó un despliegue a gran escala, con cientos de encapuchados armados y decenas de vehículos en las calles de Gaza. Una puesta en escena mucho más impactante que la de las liberaciones de la tregua de noviembre del 2023. Los islamistas dieron una imagen de fuerza que sorprendió a los israelíes que se juntaron en la «plaza de los rehenes» de Tel Aviv para seguir en directo la liberación de los suyos.
El momento culmen de la tarde se produjo cuando los encapuchados abrieron una de las furgonetas y se vio con vida a las tres jóvenes cautivas. La plaza estalló en aplausos, la gente se abrazó y lloró. Aún quedan 95 rehenes por volver a casa, muchos de ellos no están vivos, y desde la megafonía repasaron sus nombres uno a uno. Esta plaza no olvida a los suyos y presiona al Gobierno de Israel para que cumpla con las tres fases del acuerdo y no deje a ninguno atrás. A ninguno.