Me huelen mal los pies, ¿tiene solución?, ¿significa que tengo hongos?, ¿se puede operar?

Hace ya unos cuantos años, la publicidad de los noventa nos convencía de que la única manera de combatir el olor de pies era camuflarlo. Como si la bromhidrosis (este es el término médico para el olor de pies) fuese una especie de maldición que, como mucho, podíamos esconder. Pero si cuando nos quitamos los zapatos en casa tras un largo día de trabajo, notamos un desagradable olor saliendo de las plantas de nuestros pies, sepan que, por supuesto no es una maldición, un estigma, un tabú ni nada que se le parezca y que existen soluciones para combatirlo con resultados eficaces. Porque el olor de pies no es más que el resultado de la presencia de bacterias que, por culpa de un exceso de sudor (hiperhidrosis) que ha deteriorado nuestra piel, han llegado a un lugar en el que no deberían estar.

«En los últimos años, tanto desde las universidades, como desde los colegios profesionales y gracias a la labor de todos los especialistas, la gente se ha dado cuenta de que el podólogo es el profesional del pie y que es el único que te puede diagnosticar correctamente. Si tienes una halitosis, acudes al odontólogo sin vergüenza ninguna, y lo consultas. Pues lo mismo sucede con los pies. La gente no debe tener pudor, ni verlo como un tabú o una vergüenza. Es un problema de salud que hay que tratar. Ni más ni menos», explica Juan Dios Tomé, presidente del Colegio de Podólogos de Galicia.

¿Por qué huelen mal los pies?

Pese a que, a lo largo de los años se ha relacionado el mal olor de los pies con la presencia de hongos, nada tiene que ver una cosa con la otra. «Es mentira. Los hongos provocan prurito (picor), quemazón, molestia y ganas de rascarse. Pero el olor lo provocan las bacterias, que aprovechan un debilitamiento de nuestra piel colándose en capas más profundas y causando el eritrasma (descamación, agrietamiento y erosión de la piel entre los dedos de los pies)», desmiente el podólogo gallego. 

El olor de los pies está producido por bacterias con las que convivimos y que, si no presentamos ningún problema tópico, no suponen ningún inconveniente. Porque sí, por muy mala fama que tengan las bacterias, su presencia no es necesariamente mala. Por ejemplo, nuestra microbiota se compone en parte de ellas y, como ya hemos visto en artículos anteriores, juegan un papel fundamental en nuestra salud.

Vivimos rodeados de microbios. Estropajos, móvil, inodoro: ¿Dónde hay más y cuándo son peligrosos?

UXÍA RODRÍGUEZ

Cuando hablamos de pies y de olor, el problema surge porque esas bacterias alcanzan una zona de nuestra dermis que no deberían por un cuidado deficitario de nuestra piel y desencadenando el mal olor. 

¿Cómo evitar el mal olor de pies?

Afortunadamente, para casi todo lo que nos sucede en los pies (desde lesiones, a hongos, pasando por el mal olor) tiene solución. Y no piensen en remedios estrafalarios o complicadas intervenciones quirúrgicas. Rituales muy sencillos pueden combatir este problema. «¿Qué hay que hacer para acabar con el olor de los pies? A veces es tan sencillo como tener un buen cuidado: secarlos muy bien, vigilar el calzado que llevamos, sobre todo si tenemos un calzado laboral o diario. Hay que tener cuidado porque si no transpira bien, puede haber una sudoración excesiva. Ante el mal olor es importante también cambiar los calcetines que utilizamos además del propio calzado. En el caso de que tengas tendencia a tener excesiva humedad puedes echarte productos astringentes, polvos secantes tipo talco o productos específicos que ya hay para la piel de los pies», enumera Juan Dios, que recalca: «Pero sin fungicidas. Que no lleve tratamiento para los hongos porque no es necesario salvo que tengas esta patología».

Si secar bien los pies y usar remedios comunes como los polvos de talco no funcionan, debemos acudir al podólogo para realizar un diagnóstico correcto.

¿Tener ansiedad provoca mal olor de pies?

Aunque las bacterias estén detrás del mal olor de pies, una mala alimentación o el estrés pueden ser uno de sus desencadenantes. ¿Significa eso que tener ansiedad puede provocarnos mal olor de pies? Bueno, sí y no. «Cuando estamos nerviosos, con ansiedad o con un nivel de estrés. alto transpiramos más, por lo que volvemos al círculo vicioso de primero controlar la sudoración para evitar el olor de pies. El pH de la piel de cada uno también es un factor importante, cada persona tiene uno diferente. Si el nuestro es más ácido (< de 5,5) provocará que la sudoración tenga un problema de olor. Pero ese problema ya no es provocado por una bacteria e, igualmente, con un espray o cremas específicas para controlar esa humedad, controlaremos también este manto de pH que evitará que tengas ese olor», explica Juan Dios.

Además, un exceso de sudoración puede esconder algún tipo de problema endocrinológico. Si usted suda mucho (también en manos y axilas), además de un mal olor de pies, puede que algo no esté funcionando como debería en su cuerpo. La tiroides, por ejemplo, es una glándula ubicada en nuestro cuello que se encarga de la regulación de nuestra temperatura corporal. 

«Hay un tema hormonal que puede influir, entre otras cosas, en el mal olor de nuestros pies. Sobre todo a nivel de sudoración. Cuando hay hiperidrosis plantar severa, palmoplantar o de axilas, que sudan muchísimo, hay que mirar que no sea solo un problema de la piel del pie. Puede que haya una afectación sistémica y basta con realizar una analítica para ver el estado de las hormonas tiroideas, que son reguladoras de nuestra temperatura corporal. Si están alteradas, esas desregularizaciones de la temperatura pueden llevar a un exceso de sequedad o sudoración, debemos vigilar que no vaya por ahí el problema», advierte el presidente del Colegio de Podología gallego.

¿Funcionan las plantillas que se anuncian en televisión para controlar el mal olor de pies?

En cualquier caso, ¿todo ese márketing que nos hemos comido durante décadas a través de la tele puede ser una solución a nuestro problema? Le preguntamos al experto que nos advierte: Si te pones algo en los pies sin una recomendación de un profesional o sin un razonamiento científico, puedes, no solo no solucionarlo, sino agravarlo o que aparezcan otros nuevos». Explica Juan Dios que los pies no son diferentes a cualquier otra parte del cuerpo y a ninguno de ustedes se les ocurriría, por ejemplo, implantarse una ortodoncia casera para corregir un problema de mordida.

De hecho, el podólogo recuerda que que existan calzados específicos para cada tipo de práctica deportiva no es ningún capricho. «Las patologías de los pies son importantes. Una persona que empiece a correr, necesitará un calzado específico. Las zapatillas de running son para running; las de trail, de trail; y las de fútbol sala de fútbol sala. Un mal calzado te puede ocasionar lesiones. Si a eso le sumas que te compras un producto porque a fulanito le fue bien, pues pensando en que te está haciendo bien te estás fastidiando o lesionando», comenta recordando que los profesionales realizan revisiones integrales de toda nuestra postura. Al final, los pies son los cimientos de todo nuestro cuerpo.  «Los pies están abajo, pero compensan alteraciones de tobillos, rodillas, pelvis o espalda. Hacemos estudios completos de todo el cuerpo.Las alteraciones en los pies te puedan agravar una patología existente o que aparezca alguna nueva».

¿Se puede operar el mal olor?

A la pregunta de si se puede operar el mal olor de pies, responderemos que no. Pero la buena noticia es que tampoco es necesario. El olor es algo que, evidentemente, no se opera, pero sí se atajan que pueden llevar hasta él. Y ni siquiera es necesaria una cirugía. Lo habitual es que nuestro problema se resuelva a través de métodos conservadores y poco invasivos (un espray, una pomada, unos polvos), pero si el problema de sudoración es realmente un incordio, existen fórmulas para frenarlo en seco. El bótox (toxina botulínica) puede ser utilizada para frenar el sudor en seco. «Se puede inyectar bótox en la piel para controlar la sudoración. Es un tratamiento infiltrativo que controla la glándula sudorípara de la piel para que no aparezca el mal olor», aclara Juan Dios.

---

---