La muerte de Silvia Idalia tras una triple cirugía estética: ¿qué es la fascitis necrotizante?
ENFERMEDADES
Esta patología suele asociarse a la aparición del shock séptico, y si bien su detección ha mejorado en los últimos años, su mortalidad sigue siendo alta
13 oct 2022 . Actualizado a las 18:27 h.Silvia Idalia Serrano, la mujer de 34 años que llevaba en coma inducido desde abril después de una triple operación estética, ha fallecido en la madrugada de este domingo en el hospital madriñelo de La Paz. Con residencia en Palma, se había trasladado a Madrid para someterse a varias intervenciones en una clínica privada: reducción de pecho, transferencia a glúteos y liposucción. Después de la cirugía, contrajo una infección por una bacteria, lo que la llevó a tener un delicado estado de salud durante meses.
Según informa Efe, fuentes del centro privado de operaciones estéticas, recuerdan que el último informe de parte concluye que la paciente sufrió una complicación infecciosa denominada fascitis necrotizante, lo cual se considera «excepcional» tras este tipo de procedimientos, y que los microorganismos en cuestión «no son de adquisición hospitalaria ni transmitidas a partir de personal o el entorno sanitario, sino procedentes de la microbiota (flora) de la paciente». También recoge que esta afectación puede ser «puede ser difícil de establecer en las primeras horas o días». Precisamente, el traslado al hospital ocurrió cuando detectaron en Silvia «signos generales de afectación general (sistémica)».
Si bien la complicación bacteriana que sufrió la mujer es rara, y se propaga rápidamente por el cuerpo, el shock séptico es bastante común en los servicios de urgencias. Eso sí, existen diferentes niveles de gravedad. «Cada año en España se dan alrededor de 50.000 afectados por shock séptico y 17.000 fallecimientos, por lo que es una situación relativamente frecuente», asegura Juan González del Castillo, responsable de enfermedades infecciosas de la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias (Semes).
¿Qué es la fascitis necrotizante?
La fascitis necrotizante suele asociarse con un importante nivel de toxicidad sistémica. Supone la forma más grave de infección de partes blandas, debido al rápido progreso que presenta. Aunque existen factores predisponentes para su aparición (sobre todo en la tipo I o polimicrobiana), en muchas ocasiones afecta a personas jóvenes sin comorbilidad asociada, como ocurre en la tipo II o estreptocócica. El tiempo es oro en esta complicación, y el diagnóstico precoz, fundamental. Si bien es cierto que la comunidad médica conoce mejor cada vez su origen, y la disponibilidad de herramientas son mejores, su mortalidad apenas se ha modificado en los últimos años, y sigue siendo alta. Tanto, que afecta a más del 25 % de los pacientes. Esta enfermedad se asocia en muchas ocasiones a la aparición del shock séptico.
Fuente: Documento de Actualización en Fascitis Necrotizante, firmado por los doctores Pedro Parra Caballeroa, Silvia Pérez Estebanb, María Ester Patiño Ruiz, Santos Castañeda Sanz y Jesús Alberto García Vadillo.
Con una visión más general, ¿qué es un shock séptico? El doctor González del Castillo lo describe como el nivel más alto de gravedad de una infección que las personas pueden sufrir. «Existirían como diferentes 'escalones'. Primero, la bacteriemia, que es cuando estos microorganismos o agentes infecciosos pasan a la sangre. Posteriormente vendría la sepsis o septicemia, que es un proceso que anticipa al cuadro de shock séptico. También es una respuesta anómala, produce un riesgo de muerte del 10 %. Pero cuando ya hay disfunción orgánica, hablamos de shock séptico y el pronóstico es que de cada diez pacientes, tres o cuatro pacientes pueden acabar falleciendo. Es decir, se estima en un 40 % la mortalidad».
¿Qué es la sepsis?
La sepsis se produce en un contexto de infección, cuando el organismo libera sustancias químicas inmunitarias en la sangre para combatir ese agente. «Este proceso infeccioso puede estar causado por hongos, virus y bacterias, y es la respuesta disfuncional del organismo la que provoca un fallo de órganos y conduce a una situación de gravedad del paciente», indica González. La respuesta del cuerpo acaba derivando en una inflamación generalizada, causando coágulos en la sangre y fugas en los vasos sanguíneos. Como resultado, se altera la circulación privando a los órganos de oxígeno y nutrientes, y por lo tanto, dañándolos.
Sepsis en urgencias, en el seno de un proceso infeccioso
En el caso concreto de Silvia, la sepsis y el posterior shock séptico se produjo tras una cirugía, pero se puede dar en otras situaciones. «En principio, cualquier proceso infeccioso es una sepsis sin shock séptico. En los servicios de urgencias, alrededor del 15 % de los pacientes que vemos, que son 28 millones de atenciones al año, están causados por un proceso infeccioso. Y el 7 % derivan en una sepsis y casi un 1 % deriva en shock séptico. Entonces sí, se puede dar en el seno de un proceso infeccioso», explica el doctor. Así, el paciente puede venir de la calle, o de otro hospital.
La mayoría de los casos son producidos por infecciones bacterianas, pero también pueden tener su origen en otro tipo de microorganismos patógenos, como hongos y virus. Desde que el microorganismo invade la sangre, un tejido o cualquier otro tipo de fluido corporal, se desencadena una compleja secuencia de acontecimientos destinados a resolver dicha agresión. No siempre se logra, y por eso, se conduce a un empeoramiento de la situación clínica y el agravamiento del pronóstico e incremento de la morbilidad y mortalidad. Además, las sepsis pueden resultar de una complicación de otras infecciones en diferentes órganos, como los pulmones, el estómago, los riñones o la vejiga.
La actuación a tiempo es fundamental. La Semes asegura que la identificación temprana del paciente con sepsis es imprescindible, ya que para reducir su mortalidad hay que comenzar el tratamiento cuanto antes. Cada hora de retraso en la administración del antibiótico eficaz conduce a un incremento de mortalidad del 7,6 %.
Precisamente, por esta razón, esta patología es una de los mayores retos en los hospitales. Es imprevisible, rápida y además, está detrás de muchos reingresos en los centros sanitarios. . De hecho, según apuntan en un documento de consenso de la Semes con la Semicyuc (Sociedad Española de Medicina Intensiva Crítica y Unidades Coronarias), la sepsis grave representa a día de hoy la enfermedad más prevalente en las uci con una tasa de mortalidad muy elevada, estimándose en unos 97 casos por 100.000 habitantes.
¿Cuáles son los síntomas más habituales?
- Fiebre muy alta, con escalofríos.
- Dolor de cabeza.
- Mareos.
- Náuseas.
- Pérdida de apetito.
- Sensación de falta de aire (disnea).
- Aumento de la frecuencia cardíaca.
«Son los derivados del proceso infeccioso y van a depender de donde está el foco de la infección», recuerda el doctor González. Así, no será lo mismo un paciente inmunodeprimido o anciano, en el cual la fiebre no suele aparecer. Los síntomas también dependerán del modelo de infección y el lugar en el que ocurra.
Tratamiento y pronóstico a largo plazo
«Una sepsis o shock séptico puede producir secuelas porque estos pacientes en muchas situaciones requieren maniobras invasivas. Pueden necesitar intubación, ponerles vías, cirugías, y esto provoca estancias prolongadas con mucho tiempo de inmovilización. Lo que puede dejar secuelas», asegura el experto.
Es posible sobrevivir aun cuando fallan órganos, solo que depende de cuales se vean afectados. «Un 40 % pueden llegar a fallecer y el 60 % se puede recuperar. Aunque el paciente puede sufrir algunas secuelas, el objetivo es restaurar la función siempre», concluye el doctor Juan González.