Así es el neuroma de Morton que sufre la reina Letizia: «Un dolor muy agudo y muy limitante»
ENFERMEDADES
Se trata de una afección asociada al uso prolongado de zapatos estrechos de tacón
18 abr 2024 . Actualizado a las 10:15 h.Los pies de la reina Letizia no están en su mejor momento. Hacia finales del verano, su situación ya era crítica. La especulación comenzó en esa época, cuando se la vio espaciando cada vez más el uso de tacones, y se supo finalmente que la monarca padecía una metatarsalgia crónica. Una condición que produce un dolor agudo en la parte delantera del pie, la zona de los huesos metatarsianos que unen el talón con los dedos. Con el transcurso del tiempo, su problema se ha agravado. Ahora, el pie izquierdo de la reina parece ser el más perjudicado, ya que su metatarsalgia ha derivado en un neuroma de Morton, complicación frecuentemente causada por el uso de zapatos ajustados de tacón alto.
«Uno de los diagnósticos diferenciales que pueden aparecer cuando se hace un diagnóstico de metatarsalgia es el neuroma de Morton. Es una compresión de uno de los nervios interdigitales que van a los dedos del pie. Generalmente afecta entre el tercer y cuarto espacio interdigital. Es decir, el espacio entre el cuarto y el tercer dedo», explica el doctor Francisco Baixauli García, cirujano ortopédico y portavoz de la Sociedad Española Cirugía Ortopédica y Traumatología (SECOT).
Este problema, señala Baixauli, «suele estar, al igual que pasa con la metatarsalgia, muy relacionado con llevar tacones, zapatos estrechos que compriman el antepié. Como consecuencia de esa compresión continua que ejercen los tacones, ese nervio o esa zona que inerva y da la sensibilidad a los dedos del pie, se va comprimiendo, dando lugar a un neuroma, que es una tumoración benigna del nervio».
Qué es el neuroma de Morton
El neuroma de Morton es una tumoración benigna (no un tumor) que aparece en los nervios interdigitales, aquellos que llegan a los dedos de los pies. Se produce un engrosamiento del tejido que rodea a estos nervios, con una inflamación que da lugar a episodios de dolor agudo e incapacitante. Por lo general, el neuroma afecta al nervio ubicado entre el tercer y el cuarto dedo.
«Hay ciertas anatomías del pie que van a tener más riesgos de sufrir esta patología. Esa anatomía se asocia tanto a la metatarsalgia como al juanete y al neuroma de Morton, suele ser el mismo perfil de pacientes. Y la principal causa anatómica es que el segundo y el tercer metatarsiano del pie son más largos que los demás. Entonces, cuando haces el despegue del pie del suelo en el paso, es decir, cuando estás en una posición como de puntillas, estos dos metatarsianos reciben mucha más carga de la que deberían recibir», explica el doctor Juan Arnal, especialista en Cirugía Ortopédica y Traumatología y Miembro de la Junta Europea de Cirugía Ortopédica.
El problema ocurre, como explica Baixauli, por la compresión del pie que se genera al llevar zapatos estrechos y con tacón a lo largo de años. Se trata de un tipo de calzado que puede provocar un pinzado repetido del nervio, que se va dañando hasta desencadenarse el neuroma. Al mismo tiempo, la inflamación producida por un cuadro de metatarsalgia puede asociarse a la aparición del neuroma. Por eso, una vez que el daño está hecho, el neuroma no se puede prevenir. «Lo que pasa es que, cuando ya se lleva durante tantos años ese tipo de calzado, como lo hace muchísima gente, ya cuesta evitar estos problemas. La prevención es a base de no llevarlos, una vez que se produce el cuadro, ya no se puede prevenir, hay que tratarlo, porque ya evoluciona y aunque luego dejes de llevar ese tipo de calzado, el dolor muchas veces se mantiene», detalla Baixauli.
Factores de riesgo
Las causas que pueden hacer que una persona desarrolle un neuroma de Morton se dividen en dos tipos: hay unas causas modificables y otras no modificables. Así lo explica Juan Arnal: «Hay factores no modificables, como la anatomía del pie. Y luego, el hecho de llevar zapatos de tacón, que hacen que siempre estés en esa fase de despegue, va a hacer que tengas más carga en el antepié. Es decir, si llevas zapatos planos, el peso cae en el talón. Cuanto más alto sea el talón, más peso recae en el antepié y peores síntomas podrás tener. Otro factor es el hacer actividades repetitivas de impacto, como los corredores de fondo o maratón».
En cualquier caso, se trata de una afección predominantemente femenina. «Es más frecuente en mujeres, porque hay más mujeres que tienden a tener genéticamente este tipo de pie y por los tacones. Y la edad media de aparición de los pacientes que tratamos suele ser entre la tercera y la cuarta década», apunta Arnal.
Factores de riesgo
- Tacones altos. Llevar zapatos estrechos en la punta o muy ajustados, o con un calce deficiente, se ha asociado a un riesgo elevado de sufrir neuroma de Morton.
- Práctica deportiva de alto impacto. Correr, esquiar o escalar son algunos de los deportes que pueden dañar los metatarsianos.
- Deformidades del pie. Las personas que tienen juanetes, dedo martillo, pie cavo o pie plano, presentan mayor riesgo de desarrollar neuroma de Morton.
Síntomas
Aunque la inflamación no suele ser visible a nivel externo (no vamos a notar un bulto en el pie), sí se manifiesta, en cambio, en forma de dolor. «El propio paciente enseguida lo nota, es un dolor bastante agudo, que a veces se puede reproducir apretándose la cabeza de los metatarsianos. Entonces el malestar es bastante importante y es el mismo paciente el que suele solicitar la consulta médica. Sobre todo, porque es un dolor muy agudo, muy limitante y muy localizado entre el tercer y cuarto dedo del pie. Empeora al llevar tacones pero, incluso, aunque te quites el calzado, permanece bastante tiempo», observa Baixauli.
Con el tiempo, este dolor puede traer secuelas, ya que la persona afectada suele modificar su andar, su postura y sus apoyos en un intento de calmarlo «Puede ocurrir que, como consecuencia de ese dolor bastante lacerante en ese pie, se tienda a apoyar menos ese pie o se cambie el apoyo y sobrecargues el otro. O puede que sobrecargues otra parte de ese pie, el talón, o la parte interna del pie, donde tenemos el dedo gordo. Entonces, podemos hacer una transferencia del dolor a otras partes como consecuencia del intento de cambiar el apoyo del pie», describe Baixauli.
Tratamientos
Los tratamientos van dirigidos, principalmente, a aumentar el espacio que rodea al nervio, disminuyendo su compresión y disminuyendo la carga que soporta. En este sentido, existen varias formas de enfocar un neuroma de Morton. La primera línea de tratamiento «suele ser, en principio, no quirúrgico, sino ortopédico. Aparte de cambiar el calzado que lo produce, normalmente, intentamos realizar primero infiltraciones a nivel del neuroma para desinflamarlo, con anestésico y algún tipo de corticoides. A veces, se tratan también con algún tipo de tratamiento fisioterapéutico. Y cuando ya no responde a nada es cuando se hace un tratamiento quirúrgico mediante una resección del neuroma», explica Baixauli.
«Antes de cambiar el pie, cambiamos el zapato. Esto quiere decir evitar tacones, poner plantillas a medida para elevar los metatarsianos y cuidar el tipo de zapatilla y el tipo de superficie en el caso de los corredores», apunta Arnal. «La forma del pie va a determinar que ese nervio pueda estar más inflamado. Si vas a la causa, a veces, incluso haciendo cirugía sobre el hueso, sin quitar el neuroma, haces un acortamiento de los metatarsianos y ya hay un apoyo más repartido. El neuroma ya se ha creado pero deja de doler al paciente, es como si fuese un callo en la piel. El hecho de que mejores con plantillas no es porque desaparezca la inflamación, sino porque estás quitando el apoyo del antepié», detalla.
Opciones para tratar el neuroma de Morton:
- Ortopedia. Evitar el uso de calzados de punta estrecha y zapatos de tacón. Llevar plantillas para amortiguar la zona de los metatarsos.
- Tratamiento antiinflamatorio tópico. Pomadas y aplicación de compresas frías.
- Infiltración. Inyecciones con corticoides que alivian la inflamación aguda alrededor del nervio.
- Intervención quirúrgica. Radiofrecuencia en el nervio o resección del neuroma.
A pesar de la recomendación de eliminar los tacones, doña Letizia sigue apostando por este tipo de calzado, sobre todo, cuando se trata de eventos oficiales. Este miércoles, como cada año, presidió junto a Felipe VI el desfile militar del Día de la Hispanidad, para el que la reina eligió unos stilettos de salón con unos diez centímetros de altura.