Todo sobre la fimosis: «El tirón es una técnica que se empleaba hace muchos años y que ya no se recomienda»

ENFERMEDADES

Aproximadamente un 10 % de los niños padecen fimosis congénita.
La Voz de la Salud

Aproximadamente un 10 % de los niños nacen con fimosis, la mitad de ellos necesitarán pasar por una operación quirúrgica para poder disfrutar de sus relaciones sexuales

28 oct 2022 . Actualizado a las 18:38 h.

Aproximadamente un 10 % de los niños que nacen en España padecen fimosis. De ese porcentaje, cerca de la mitad tendrán que someterse a una circuncisión que solucione este problema. En Europa, la cifra de niños y adolescentes que se someten a cirugía es baja. No es el caso de países como Estados Unidos; el 75 % de los adultos norteamericanos está circuncidado. Es más, en el año 2009, la asociación de pediatría estadounidense llegó a posicionarse oficialmente para recomendar esta operación para todos los niños que naciesen en el país para evitar infecciones o problemas más graves por un problema de higiene. El debate al otro lado del Atlántico sigue hoy vigente y los contrarios a esta intervención 'preventiva' argumentan que esta estrategia de salud supone someter a los recién nacidos a una mutilación no consentida con la justificación de un riesgo poco probable.

De regreso a España, solo llegan a la circuncisión aquellos niños que no logran resolver un problema de fimosis. No obstante, aunque asociemos la fimosis a un problema congénito (de nacimiento), lo cierto es que la fimosis también se puede desarrollar a la edad adulta. Es decir, es posible que un pene que nació sin fimosis pase a desarrollarla por algún otro problema. 

¿Qué es la fimosis?

«La fimosis es una alteración anatómica del pene que se produce cuando la piel que recubre el glande (el prepucio), tiene unas dimensiones y una morfología que impiden descubrir el glande en erección. En algunos casos, cuando la fimosis es muy acusada, también impide su descubrimiento en fase de reposo», explica Venancio Chantada, Secretario General de la Asociación Española de Urología. Popularmente, sabemos que en los primeros años de vida debemos estar atentos a un posible problema de fimosis de un niño. «Hay niños que nacen con mucha piel prepucial y además muy estrecha. El orificio, el anillo que tiene el prepucio en la punta y cubre el pene, es muy estrecho, nacen así. De hecho, muchos pacientes orinan con dificultad pese a no tener ningún problema en el pene o la uretra, pero como la piel está cerrada, muchos tienen incluso problemas para orinar. Ese es el primer inconveniente cuando la fimosis es muy acusada. No siendo muy acusada, también se presentan dificultades para realizar una higiene mínima del pene. No se puede descubrir, con lo cual, no hay acceso para que el agua y el jabón lleguen a todas las secreciones que se produce en la zona de manera natural.

Como se ha dicho, la fimosis es gradual. Algunos casos pueden ser resueltos sin necesidad de pasar por quirófano a través de maniobras de manipulación, ayudándose de cremas si fuese necesario, evitando así que el pequeño tenga que someterse a una operación para retirar esa piel que impide el descubrimiento. «Hay que hacerlo poco. Sobre todo en la ducha, que es donde mejor se realiza, porque con el agua la piel se vuelve más elástica, más blanda. Hay que ir poco a poco, dilatando. Nos ayudamos de cremas con corticoides para que la piel se vuelva más elástica. Con paciencia, pasado un mes o dos, conseguimos que muchos niños vayan descubriendo el glande», comenta el urólogo.

Adultos que desarrollan fimosis

Aunque es habitual conocer casos de fimosis congénita, el doctor explica que también puede ser desarrollada con el paso de los años. «Existen fimosis adquiridas ya en edades adultas. Algunos hombres, ya sea por infecciones (balanitis) o por algún tipo de alteración como la diabetes, acaban desarrollando fimosis. La piel va perdiendo elasticidad, hay menos riego sanguíneo y eso produce una cicatriz. La cicatriz se rasga; al rasgarse, la cicatriz se hace mayor y llega un momento en el que se cierra completamente. O sea, que una fimosis puede ser congénita, pero también adquirida en la edad adulta.

¿Afecta la fimosis a la erección?

Un problema de fimosis no impedirá la erección del pene, pero sí impedirá tener relaciones sexuales placenteras. La fimosis genera dolor durante el sexo. «La fimosis afecta a las relaciones sexuales. Duele. El pene no puede tener una erección libre porque esá sujeto, atrapado. Cuando la fimosis es parcial, no deja descubrir totalmente el glande; es como si lo aprisionara. Incluso puede ser peligrosa. Si un hombre tiene una fimosis y no se opera puede desarrollar una parafimosis, que es que el glande queda atrapado en erección y no se puede volver a cubrir. Se forma un anillo, un estrangulamiento, y eso es una urgencia», detalla Venancio Chantada, que advierte que no atender a este problema puede ir más allá.

Explica el urólogo que parte del prepucio «puede incluso necrosarse al quedarse sin riego sanguíneo; se va hinchando e hinchando». Aclara que no se trata de una urgencia vital, pero que puede suponer problemas estéticos «ya que al morir parte de la piel hay que hacer injertos».

La técnica del 'tirón', una práctica obsoleta

Antiguamente, para solucionar un problema de fimosis en niños se recurría al famoso 'tirón'. Es decir, retraer a la fuerza y bruscamente la piel dejando descubierto el glande a base de fuerza bruta. Este método se desaconseja por completo y ha quedado obsoleto por completo. «Es una técnica que se empleaba hace muchos años y que ya no se recomienda. Es algo que debe pasar al olvido. Los pediatras y urólogos jóvenes saben que a los niños, lo mejor que se les puede hacer es ir poco a poco con maniobras de dilatación y ayudándose de cremas. Creo que el tirón ya no lo emplea nadie y que solo sigue presente en el recuerdo de aquellos antiguos médicos», asegura Chantada. 

Se trata de una maniobra desagradable que «puede producir en el niño una cierta aversión al procedimiento». «Si a un niño pequeño, sin explicarle muy bien lo que vamos a hacer, le damos un tirón, le duele y sangra, supone un problema», advierte el profesional. Cabe recordar además que hoy en día, a diferencia de lo que sucedía en el pasado, se tiene muy en consideración la exposición al dolor en los niños y muy pocos procedimientos, por pequeños que sean, se realizan sin anestesia o una sedación ligera.

«Se sabe que los niños sienten el dolor más intensamente que los adultos»

«Prescindir de la anestesia o de una sedación puede facilitar que, debido a la especial plasticidad del sistema nervioso de los niños, acabe afectando a su desarrollo, pudiendo provocar en ellos, ante estímulos similares, una percepción dolorosa más intensa. Además, está el tema del recuerdo. El estímulo doloroso potencia todavía más el recuerdo provocando reacciones emocionales y afectivas, porque el dolor no es solo una experiencia física», cuenta Raquel López, coordinadora del Grupo de Dolor en Pediatría de la Sección Pediátrica de la SEDAR (Sociedad Española de Anestesiología, Reanimación y Terapéutica del Dolor). «Se sabe que los niños sienten el dolor más intensamente que los adultos, por lo que el uso de anestesia y los tratamientos del dolor en estos pacientes no se pueden obviar. Son imprescindibles. Las implicaciones que puede tener no hacerlo en el futuro desarrollo de esa persona son impresionantes», aseguraba Raquel López a La Voz de la Salud.

En cualquier caso, es posible que a través de las maniobras de dilatación no se pueda resolver un problema de fimosis, por lo que será necesaria una circuncisión.

La circuncisión, ¿qué es?, ¿es peligrosa?

La circuncisión es la técnica quirúrgica que corrige la fimosis. Se trata de una intervención sencilla para eliminar toda la piel que cubre el glande, dejando esta zona del pena a descubierto. Simple y llanamente, 'al aire'.

¿Puede ser que tenga fimosis y no lo sepa?

Por cuestiones religiosas, el judaísmo práctica la circuncisión a todos los niños que nacen bajo esa fe. Se trata de un procedimiento sencillo, pero ante el que, como es lógico, surgen preguntas. Si asumimos que todas las partes de nuestro cuerpo existen por una razón, ¿conlleva riesgos eliminar una barrera de protección que tiene el pene en forma de piel?, ¿cuáles son las consecuencias para la salud de la circuncisión?

«En absoluto es peligrosa. Es cierto que el estado natural es que haya piel, pero tener el glande al aire tampoco produce ningún tipo de problema. Por temas religiosos lo hacen los judíos; y por temas sanitarios, lo hace todo el mundo. No tiene ninguna consecuencia en el largo plazo. Ni se pierde sensibilidad ni aparece ningún tipo de alteración en la piel. Es curioso, la naturaleza nos dotó de una piel que cubre el glande, pero desde el punto de vista higiénico, parece más lógico que esté descubierto», comenta Chantada, que recuerda la importancia de una correcta higiene del pene, algo que gracias a la información de la que disponemos hoy en día, se ha mejorado. Aunque sigue habiendo excepciones: «hoy en día, con la información de la que disponemos, la gente joven e incluso mayor ya saben que la higiene diaria es fundamental».

La fimosis genera dolor durante las relaciones sexuales.
La fimosis genera dolor durante las relaciones sexuales. La Voz de la Salud

Esto es importante. Hoy disponemos de una fuente de información infinita en Internet. Esto supone riesgos, pero también tiene ventajas. Queramos o no negarlo, una conversación sobre un problema en el pene sigue generando incomodidad a muchas personas. La diferencia es que ahora, pese a ese tabú, pueden comprobar mediante imágenes si su órgano reproductor es 'normal', algo que puede ayudar a identificar un problema a alguien que sienta vergüenza. Gracias a ello, es muy infrecuente que hoy en día una persona llegue a la edad adulta con un problema de fimosis sin tratar. Aunque siempre hay excepciones. «Sigue habiendo casos en los que, por desconocimiento o por imposibilidad, el prepucio está cerrado y no se puede descubrir el glande. Por tanto el líquido, la secreción normal de esa zona, que se llama esmegma, va formando acúmulos que favorecen la infección. El cáncer de pene es muy infrecuente, pero en los pacientes que tienen fimosis es más frecuente. La fimosis debe tratarse porque es un inconveniente en su vida. En su vida sexual y en su salud. Hay que eliminarla», afirma Chantada.

Por tanto, es muy extraño llegar a una edad adulta con un problema de fimosis que se haya pasado por alto a lo largo de la vida. «Es verdad que de vez en cuando vemos un caso esporádico, pero se suele tratar de una fimosis que no impiden por completo la actividad sexual u orinar. Es muy raro», certifica el experto. 

Lois Balado Tomé
Lois Balado Tomé
Lois Balado Tomé

A Coruña (1988). Redactor multimedia que lleva más de una década haciendo periodismo. Un viaje que empezó en televisión, continuó en la redacción de un periódico y que ahora navega en las aguas abiertas de Internet. Creo en las nuevas narrativas, en que cambian las formas de informarse pero que la necesidad por saber sigue ahí. Conté historias políticas, conté historias deportivas y ahora cuento historias de salud.

A Coruña (1988). Redactor multimedia que lleva más de una década haciendo periodismo. Un viaje que empezó en televisión, continuó en la redacción de un periódico y que ahora navega en las aguas abiertas de Internet. Creo en las nuevas narrativas, en que cambian las formas de informarse pero que la necesidad por saber sigue ahí. Conté historias políticas, conté historias deportivas y ahora cuento historias de salud.