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La cirugía urológica es una de las opciones más utilizadas en el tratamiento del cáncer de próstata y es también un campo en el que se han hecho grandes avances en el último tiempo. La incorporación de la tecnología robótica ha posibilitado la realización de procedimientos mínimamente invasivos cada vez más precisos. Uno de los casos en los que estas técnicas ofrecen mayores ventajas es la prostatectomía radical, una intervención urológica en la que se extrae la próstata para eliminar el tumor. Esta cirugía se ha realizado con éxito en el Hospital Quirónsalud A Coruña con ayuda del robot Da Vinci, incorporado recientemente para estas cirugías de alta complejidad. Los urólogos Venancio Chantada y Darío Vázquez-Martul, que realizaron por primera vez en este centro el procedimiento con el robot, explican los beneficios que aporta la tecnología robótica al tratamiento.

—¿En qué casos se realizan las prostatectomías radicales?

—Venancio Chantada: La prostatectomía radical es la cirugía que permite extirpar la próstata cuando hay un tumor. Se realiza en los pacientes con enfermedad confinada a la próstata, consiguiendo un altísimo porcentaje de curación. En otros pacientes, cuando el tumor está más avanzado y existe la posibilidad de que haya alcanzado los márgenes del órgano, también está indicada la cirugía en combinación con otros métodos de tratamiento. En esos casos, probablemente será necesario asociar a la cirugía una radioterapia o una terapia antiandrogénica, muchas veces bajo el control de un ensayo clínico para garantizar la mayor posibilidad de curación.

—¿En qué consiste esta cirugía?

—Venancio Chantada: La prostatectomía radical consiste en extirpar completamente la próstata para eliminar el tumor con las máximas garantías, pero sin dañar estructuras que permitirán que el paciente, tras la cirugía, conserve sus funciones previas como la continencia de orina, o recupere la potencia sexual. La cirugía DaVinci para el cáncer de próstata incorpora las mejores técnicas de la cirugía tradicional y las aplica a un método mínimamente invasivo asistido por robot. En este caso, el cirujano realiza varios orificios pequeños en la piel, a través de los cuales inserta instrumentos especiales para extirpar la próstata. Estos instrumentos se controlan desde el exterior guiándose por un sistema de visualización estereoscópica de alta definición. Uno de los instrumentos tiene una pequeña cámara de vídeo en el extremo, lo que permite que el cirujano pueda observar dentro del abdomen, aportando una mayor precisión y un manejo más delicado de las estructuras vitales. Además, se introduce gas CO2 para favorecer la visión del interior del abdomen, creando un espacio amplio para desarrollar la cirugía.

Venancio Chantada y el doctor Darío Vázquez-Martul, urólogos del Hospital Quirónsalud A Coruña.
Venancio Chantada y el doctor Darío Vázquez-Martul, urólogos del Hospital Quirónsalud A Coruña.

—¿Qué ventajas aporta el nuevo robot Da Vinci en este tipo de cirugías?

—Venancio Chantada: El robot Da Vinci tiene una función muy importante en el tratamiento de pacientes con cáncer de próstata, porque permite realizar una cirugía funcional, garantizando en la mayor parte de casos poder conservar completamente el control de la orina, o la recuperación de la actividad sexual, cuya pérdida supondría un deterioro físico y anímico de un paciente con este tipo de tumor, aunque se haya curado la enfermedad. El robot otorga una visión en tres dimensiones de alta definición y una gran precisión a la hora de manejar los instrumentos que realizan la intervención, ya que los movimientos son de altísima exactitud. El cirujano se sitúa en una consola, desde donde maneja el robot y al estar sentado no sufre el cansancio que es habitual en otras cirugías donde permanece de pie. Por tanto, el robot es una ayuda muy importante para mejorar los resultados de estas intervenciones. Además de utilizarse en la próstata, estas cirugías se aplican con éxito en enfermedades del riñón, la vejiga o las glándulas suprarrenales, entre otras.

—¿Qué resultados se consiguen con estas técnicas?

—Venancio Chantada: Los resultados de la cirugía robótica en estos pacientes son mucho mejores que los obtenidos con una operación abierta convencional e incluso son superiores a los obtenidos con laparoscopia sin robot. Los pacientes con tumores localizados en la próstata, cuando han podido conservar ambas bandeletas y el esfínter externo, tienen una altísima probabilidad de conservar la continencia y la actividad sexual. Además, la cirugía robótica realizada a través de unas pequeñas incisiones en la piel de menos de un centímetro no produce dolor, lo que permite que el paciente pueda levantarse al día siguiente y recibir el alta hospitalaria muy pronto. Rápidamente, se incorporará a su vida familiar y a su actividad laboral. 

—¿Cómo es el post operatorio? ¿Qué pueden esperar los pacientes?

—Darío Vázquez-Martul: La duración del ingreso en estas intervenciones suele ser muy corta y tenemos pacientes con estancias inferiores a las 24 horas. Los pacientes tienen menos dolor durante el postoperatorio, una recuperación más rápida, menos días de hospitalización y pueden incorporarse antes a su actividad habitual. Además, la incorporación de nuevas herramientas diagnósticas más precisas permite una mejor planificación de las cirugías, incluso en casos más avanzados o agresivos. Podemos realizar intervenciones con una mayor conservación de estructuras anatómicas y esto contribuye a una mejor recuperación.

—¿Qué consejos se pueden dar para la prevención del cáncer de próstata?

—Darío Vázquez-Martul: La mejor prevención es mantener unos hábitos de vida saludables. Seguir una dieta mediterránea baja en grasas y hacer ejercicio, entre otras cosas, son importantes. Pero hay que tener en cuenta que otros factores de riesgo, como la edad, los antecedentes familiares o la raza, no son modificables.

El robot DaVinci permite realizar intervenciones mínimamente invasivas.
El robot DaVinci permite realizar intervenciones mínimamente invasivas.

—¿A partir de qué edad hay que acudir a revisiones para detectar el cáncer de próstata?

—Darío Vázquez-Martul: La edad recomendada para realizar chequeos periódicos son los 50 años, pero puede reducirse hasta incluso los 40 años si existen varios familiares de primer grado afectados por cáncer de próstata. Según datos de la Sociedad Española de Oncología Médica, en el 2022, el cáncer más frecuentemente diagnosticado en varones a nivel nacional fue el de próstata. Este aumento se debe a tres factores principales. Por un lado, la longevidad de la población y, en este caso, de los hombres. Por otro lado, las herramientas que existen para la detección del cáncer de próstata han avanzado notablemente y, finalmente, cada vez existe una mayor concienciación por parte de los hombres respecto a acudir al médico, en concreto, al urólogo, a realizarse los controles pertinentes con el PSA.

—¿Qué avances veremos en los próximos años en cuanto al tratamiento del cáncer de próstata?

—Darío Vázquez-Martul: En los últimos años el cáncer de próstata ha adquirido un protagonismo muy importante en la urología porque han aparecido nuevos fármacos indicados para cada una de las fases de la enfermedad. Gracias a esto, hemos llegado al punto de realizar un tratamiento personalizado, lo que se define como urología de precisión para adecuar los fármacos a cada tipo de paciente, garantizando unos resultados mucho mejores en cuanto a supervivencia y a calidad de vida. Lo que nos depara el futuro es una mayor precisión en el diagnóstico del cáncer mediante una biopsia de fusión de alta precisión localizando el tumor dentro de la glándula y realizando la punción en el lugar preciso. Una vez diagnosticado el tumor, las pruebas de imagen como el PET-TAC nos permiten determinar el estadio exacto de la enfermedad, lo que indica si el paciente es candidato a cirugía o a tratamiento sistémico con hormono o inmunoterapia. Es evidente que con el paso del tiempo conseguiremos con mayores posibilidades curar el cáncer de próstata en estadíos localizados. En los casos en los que la enfermedad está más avanzada o diseminada, podremos convertir su enfermedad tumoral en un proceso crónico. 

Laura Inés Miyara
Laura Inés Miyara
Laura Inés Miyara

Redactora de La Voz de La Salud, periodista y escritora de Rosario, Argentina. Estudié Licenciatura en Comunicación Social en la Universidad Nacional de Rosario y en el 2019 me trasladé a España gracias a una beca para realizar el Máster en Produción Xornalística e Audiovisual de La Voz de Galicia. Mi misión es difundir y promover la salud mental, luchando contra la estigmatización de los trastornos y la psicoterapia, y creando recursos de fácil acceso para aliviar a las personas en momentos difíciles.

Redactora de La Voz de La Salud, periodista y escritora de Rosario, Argentina. Estudié Licenciatura en Comunicación Social en la Universidad Nacional de Rosario y en el 2019 me trasladé a España gracias a una beca para realizar el Máster en Produción Xornalística e Audiovisual de La Voz de Galicia. Mi misión es difundir y promover la salud mental, luchando contra la estigmatización de los trastornos y la psicoterapia, y creando recursos de fácil acceso para aliviar a las personas en momentos difíciles.