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La apnea del sueño es una de las patologías que más impactan en la calidad de vida de los pacientes. Se trata de un trastorno que hace que las personas dejen de respirar mientras duermen y esto genera interrupciones en el sueño a lo largo de la noche. Aunque en muchos casos el paciente no llega a ser consciente de esos despertares, la profundidad del sueño disminuye drásticamente y esto provoca diversas complicaciones crónicas.

«El número de apneas por minuto es variable, pero hablamos de dormir y, cada 15 o 30 minutos, despertar. Al día siguiente, lógicamente, estás agotado y se alteran todas las facetas de tu vida diaria. A largo plazo, esto puede generar problemas cardíacos, depresión, muchas personas acaban perdiendo el trabajo, con lo cual, su vida diaria se ve muy afectada. Hay mucha baja laboral, es muy invalidante», explica José Ferreras, doctor en medicina y cirugía y especialista en cirugía oral y maxilofacial en la Clínica MAEX Ferreras.

Por eso, realizar un tratamiento adecuado a tiempo puede suponer un cambio radical para estas personas. En este sentido, aunque existen dispositivos y máquinas que pueden ayudar a los pacientes a respirar durante la noche, la solución definitiva para este trastorno es en algunos casos la cirugía ortognática, una intervención que elimina las apneas de manera inmediata.

Causas y complicaciones

La apnea está causada por una obstrucción de las vías aéreas que ocurre cuando los músculos de la cara y el cuello se relajan al dormir. «Cuando respiramos, el aire del exterior pasa por unas tuberías para llegar a los pulmones. Esa tubería son la nariz, la boca, la faringe, y la tráquea. Si cualquiera de estos puntos de la cañería se colapsa, el aire no puede pasar y dejamos de respirar. Esa es la apnea», resume Ferreras.

Estas apneas, incluso cuando no son tan graves como para provocar el despertar, causan un síntoma típico de esta condición, que es el ronquido. «Los ronquidos se producen cuando ese colapso de la vía aérea no es tan grande y no se llega a cerrar del todo el paso de aire. Esto produce una vibración, que es el ronquido», explica el doctor de MAEX.

Pero el ronquido no es la única consecuencia de las apneas de sueño. A la fatiga cotidiana que acompaña al trastorno se suma la dificultad para concentrarse, la irritabilidad, la hipertensión y otros problemas cardíacos, así como un aumento en el riesgo de sufrir alteraciones metabólicas como la diabetes tipo 2.

Opciones de tratamiento

Tras la evaluación por parte del neumólogo y el estudio polisomnográfico, que se realiza para detectar esos despertares nocturnos causados por el trastorno, una vez confirmada la apnea, el paciente puede recurrir a distintas opciones para tratar este problema, siempre a partir de un diagnóstico causal.

Uno de los tratamientos más utilizados son las máquinas CPAP, que, a través de una mascarilla, introducen aire a presión en las vías aéreas al respirar, para vencer el obstáculo del colapso. «Este es un tratamiento muy bueno, pero a algunas personas les genera una gran incomodidad, porque hace ruido, molesta a la persona que tienen al lado y reseca la boca. A nuestras consultas llegan pacientes remitidos por el neumólogo, porque la CPAP les genera estos inconvenientes», observa el doctor Ferreras.

José Ferreras es doctor en medicina y cirugía y especialista en cirugía oral y maxilofacial en la Clínica MAEX Ferreras.
José Ferreras es doctor en medicina y cirugía y especialista en cirugía oral y maxilofacial en la Clínica MAEX Ferreras.

En esos casos en los que las máquinas CPAP no resultan adecuadas, aunque sean eficaces, siempre que el colapso se encuentre en la parte orofaríngea y no a nivel nasal, lo más frecuente es utilizar dispositivos de avance mandibular como los que realiza el experto. El funcionamiento de estos dispositivos se basa en mejorar la postura de los músculos de la vía aérea y así mantenerla suficientemente abierta como para permitir una respiración normal durante toda la noche.

«Si tú muerdes normal, la mandíbula, de la que cuelgan los músculos hacia el cuello, tiene una posición determinada. Si yo avanzo la mandíbula, estoy moviendo hacia adelante esos músculos y tirando de la faringe para que se abra la vía aérea», explica Ferreras. En definitiva, «estos dispositivos lo que provocan es que el paciente coloque la mandíbula en una posición más anterior y consiga abrir la vía aérea para evitar ese colapso», detalla el especialista.

En otros casos, la apnea puede ser más severa y es posible que requiera un tratamiento definitivo como lo es la cirugía ortognática. «Cuando las apneas son muy severas, sobre todo si la mandíbula está muy echada hacia atrás, esta es la única alternativa que tenemos, porque por mucho que avance la mandíbula, no se consigue corregir. Para casos muy, muy severos, es la única solución», dice Ferreras.

«A través de una cirugía ortognática, lo que hacemos es fracturar los huesos faciales para avanzarlos y fijarlos en una posición más adelantada. Esto requiere la colaboración no solamente de un cirujano maxilofacial sino, además, de un ortodoncista, porque es un tratamiento combinado. Pero se consigue una eliminación de la apnea del sueño en aquellos casos en los que el colapso se produce en la faringe», señala Ferreras.

«La intervención dura entre una hora y media y tres horas. Se realiza con anestesia general, con un ingreso hospitalario de 24 horas. Los primeros días va a haber mucha inflamación, aunque no dolor. Lo que sí que se nota es una mejoría inmediata de la apnea del sueño, porque desde el minuto 1 vas a notar una ausencia del colapso de la vía aérea», detalla el experto, que realiza operaciones de este tipo para el tratamiento de la apnea de sueño y también para corregir mordidas torcidas o deformidades faciales.

Una vez realizada la cirugía, el tratamiento continúa con una ortodoncia. «Lo que se requiere es un tratamiento combinado. Por un lado, el tratamiento especializado del cirujano que va a realizar la intervención y, por otro lado, habrá que adecuar la posición de los dientes y la oclusión con un ortodoncista. Cuando movemos los huesos faciales, la referencia va a ser la posición de los dientes, entonces, nos ayudamos por dispositivos como brackets u ortodoncias invisibles por parte del ortodoncista», explica Ferreras.

Antes y después

Con el tratamiento, la apnea desaparece y el descanso vuelve a ser reparador. «Hay pacientes que tienen un menoscabo total de su calidad de vida. No duermen ningún día de manera profunda. Están toda su vida con un cansancio constante, se quedan dormidos en cualquier momento, pueden llegar a tener problemas cardíacos, además de las dificultades personales y conflictos que todo esto genera en la vida diaria. Con el tratamiento, todo esto desaparece y se pasa a ser una persona completamente diferente», señala el especialista.

Laura Inés Miyara
Laura Inés Miyara
Laura Inés Miyara

Redactora de La Voz de La Salud, periodista y escritora de Rosario, Argentina. Estudié Licenciatura en Comunicación Social en la Universidad Nacional de Rosario y en el 2019 me trasladé a España gracias a una beca para realizar el Máster en Produción Xornalística e Audiovisual de La Voz de Galicia. Mi misión es difundir y promover la salud mental, luchando contra la estigmatización de los trastornos y la psicoterapia, y creando recursos de fácil acceso para aliviar a las personas en momentos difíciles.

Redactora de La Voz de La Salud, periodista y escritora de Rosario, Argentina. Estudié Licenciatura en Comunicación Social en la Universidad Nacional de Rosario y en el 2019 me trasladé a España gracias a una beca para realizar el Máster en Produción Xornalística e Audiovisual de La Voz de Galicia. Mi misión es difundir y promover la salud mental, luchando contra la estigmatización de los trastornos y la psicoterapia, y creando recursos de fácil acceso para aliviar a las personas en momentos difíciles.