Robe Iniesta cancela su gira por un tromboembolismo pulmonar: ¿qué es?, ¿cuáles son sus síntomas?

La Voz de la Salud

ENFERMEDADES

Robe Iniesta en una imagen de archivo del 2021.
PACO RODRÍGUEZ

El cantante remataba la presentación de su nuevo disco, este fin de semana, en el Wizink de Madrid

16 nov 2024 . Actualizado a las 12:33 h.

Roberto Iniesta, el cantante conocido como Robe, se ha visto obligado a cancelar en el último momento los dos últimos conciertos de su gira Ni santos ni inocentes, que estaban previstos para el viernes 15 y sábado 16 de noviembre en el Wizink Center de Madrid, después de haber sido diagnosticado de un tromboembolismo pulmonar. Según se ha informado en un comunicado realizado por su equipo, esta condición «le ha obligado a guardar reposo absoluto, poniendo en grave riesgo su salud en caso contrario». El 9 de noviembre, el artista, fundador de Extremoduro, presentó su disco Se nos lleva el aire, en el Instituto Ferial de Vigo. 

La preocupación por esta dolencia, y los riesgos que podría conllevar, explican la decisión. El equipo de Robe se describen como «abatidos», pero insisten en que no van a poner en riesgo su salud «por nada del mundo». 

¿Qué es un tromboembolismo pulmonar?

Tal y como explica la Fundación Española del Corazón (FEC), es la oclusión o taponamiento de una zona del territorio arterial pulmonar, formado por los vasos sanguíneos que llevan sangre pobre en oxígeno desde el corazón hasta los pulmones para que estos puedan oxigenarla. Esta oclusión está provocada por un trombo que procede de otra parte del cuerpo. 

¿Por qué se produce?

En la mayoría de ocasiones —la FEC calcula que hasta en un 95 % de los casos— se debe a que el coágulo se forma en las venas de las piernas y viaja por el torrente sanguíneo hasta la arteria pulmonar. Aunque puede suceder, es mucho menos frecuente que se deba a un émbolo gaseoso (de aire) o graso. 

Este tipo de oclusión afecta, sobre todo, a los pulmones, porque como una zona de estos no puede recibir la sangre y oxigenarla, repercute en el oxígeno que, posteriormente, llega al resto de órganos y tejidos del paciente; y en segundo lugar, al sistema cardiovascular. «El corazón seguirá bombeando sangre hacia los pulmones, pero como consecuencia de dicha oclusión, encontrará un obstáculo y la presión aumentará dentro de la arteria pulmonar», explica la FEC. Esto debilitará el ventrículo derecho del corazón que es, precisamente, la encargada de enviar sangre sin oxígeno a los pulmones. 

¿Cuáles son los síntomas?

Un tromboembolismo pulmonar suele producir sensación de falta de aire —disnea—, dolor torácico, mareo o, incluso, desvanecimiento. Además, puede aparecer fiebre y tos con sangre si, a la par que esta condición, la persona sufre un infarto pulmonar. Cuando la obstrucción es muy grande, la persona puede llegar a perder la vida. 

Manifestación clínica

  • La dificultad para respirar suele aparecer repentinamente, y siempre empeora con el esfuerzo. 
  • El dolor en el pecho puede simular a un infarto cardíaco. Es aguado y se siente cuando el paciente inhala profundamente. También es posible que lo perciba al toser o agacharse. 
  • La tos puede provocar esputo sanguinolento o presentar vetas de sangre. 

Otros síntomas son: latidos cardíacos rápidos o irregulares; aturdimiento o mareos; sudoración excesiva; fiebre; dolor o hinchazón en las piernas, generalmente en las pantorrillas; piel húmeda o descolorida.

Fuente: Sociedad Española de Radiología Vascular e Intervencionista

¿Qué factores de riesgo hay?

Según recoge la FEC, existen distintas variables que incrementan la probabilidad de padecer un tromboembolismo pulmonar. 

  • Fracturas de extremidades inferiores o cirugía reciente: ambas son, para la entidad, los dos factores de riesgo de mayor importancia  debido a la inmovilización que suponen. Es más, para prevenir la oclusión, los pacientes suelen recibir, durante un tiempo, anticoagulantes. 
  • La FEC también destaca que el reposo superior a tres días o más puede favorecer que la sangre se coagule en las venas de las piernas. 
  • Otro factor predisponente son los viajes prolongados, «generalmente, mayores de ocho horas». 
  • A esto se une los estados de hipercoagulabilidad, una tendencia personal a desarrollar trombos. Es más frecuente que sean venosos, pero en canciones pueden darse en las arterias. Esta hipercoagulabilidad, puede ser congénita —presente desde el nacimiento— o adquirida, como sucede en el embarazo o con la toma de anticonceptivos orales, los cuales aumentan el riesgo. 
  • Por último, el hábito tabáquico, la obesidad, así como el cáncer y los tratamientos con quimioterapia, son variables que incrementan el riesgo. 

¿Se puede prevenir?

Evitar un accidente de este tipo es posible hasta cierto punto. Hay determinadas medidas preventivas, como el uso de medias de compresión, elevar las piernas, practicar actividad física, levantarse y movilizar los miembros inferiores en viaje largos, la compresión neumática o los anticoagulantes.