Todo lo que tu iris dice sobre ti: «No hay en el mundo, ni habrá, uno igual a otro»

Cinthya Martínez Lorenzo
Cinthya Martínez LA VOZ DE LA SALUD

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Las rugosidades, estrías, manchas y marcas que tiene cada iris hacen que no haya uno igual a otro en el mundo.
Las rugosidades, estrías, manchas y marcas que tiene cada iris hacen que no haya uno igual a otro en el mundo.

Al igual que nuestras huellas dactilares, son uno de los marcadores de la identidad de una persona

23 feb 2024 . Actualizado a las 17:48 h.

En los últimos días, muchos jóvenes hacen cola en diversos estands de centros comerciales para escanear su iris. A cambio, reciben tokens, una unidad de valor basada en la criptografía y emitida por una entidad privada, que se puede canjear en euros. Expertos en ciberseguridad alertan sobre los riesgos de esta práctica que, aunque parezca inofensiva, no lo es tanto. Es más, confirman que «es más infalible que la huella dactilar». Pero ¿qué información esconde nuestro iris para que este tipo de empresas lleguen a pagar dinero por escanearlo?

Qué es el iris y cuál es su función 

El iris es la parte coloreada de nuestro ojo. Se encuentra entre la córnea y el cristalino, y la abertura redonda y central que hay en él se denomina pupila. Unos pequeños músculos que se encuentran dentro del iris hacen que esta se haga más pequeña o grande para controlar la cantidad de luz que entra en el ojo. 

«La contracción y la dilatación de los músculos del iris son los que realmente controlan el tamaño de la pupila y van a responder de forma involuntaria a diferentes neurotransmisores de nuestro cerebro», explica Conchi Lillo, bióloga y doctora en Neurociencias. Y amplía: «Que la pupila se haga más grande o más pequeña puede deberse, por ejemplo, al consumo de drogas. También al miedo. Cuando estamos atemorizados, nuestra pupila se hace más grande porque es una respuesta normal, porque nuestro organismo quiere prestar más atención a lo que pasa a su alrededor. Asimismo, se dilata en situaciones que nos causan interés. Cuando nos estamos enamorando de alguien nos dicen que nuestros ojos brillan más, y en realidad es que las pupilas se van dilatando; o cuando nos concentramos mucho en una cosa. Al final, esto es una respuesta motora, involuntaria y normal en respuesta a los cambios de neurotransmisores en nuestro cerebro».

Por qué no hay un iris igual a otro

«El color de nuestro iris, de la mancha que tenemos en nuestro iris o la morfología, es algo muy particular en cada uno de nosotros. Es muy especial y única. No hay dos personas en el mundo que tengan el mismo patrón. El pigmento es melanina, la misma que da color a nuestra piel o nuestro pelo, y solo hay dos tipos de pigmento: marrón y anaranjado. Nuestro color de iris viene determinado por la mezcla de esos», indica Lillo.

Todos los iris son distintos, de ahí su importancia. Así lo explica la bióloga: «Ni siquiera los dos iris de una misma persona lo son, porque tienen pequeños matices que los hacen distintos entre sí. Las rugosidades, estrías, manchas, marcas, etcétera, que presenta cada uno, debido a cómo son esos músculos y cómo se disponen las células pigmentadas en el iris, es muy particular de cada ojo. Por eso, no hay en el mundo, ni habrá, un iris igual a otro. Esto hace que se convierta en un marcador de la identidad de una persona, al igual que nuestras huellas dactilares». 

Aunque este puede presentar pequeños cambios con el tiempo, estos no afectan a este marcador de identidad. «Pueden darse en la pigmentación, porque los melanocitos se pueden distribuir de una forma ligeramente distinta en el iris o porque pierden o ganan melanina. Al igual que sucede con nuestra piel, que puede adquirir manchas por cambios en estos melanocitos», señala Lillo. También se pueden presentar anomalías en el iris como consecuencia de enfermedades, aunque en palabras de la experta, son poco frecuentes. 

Cuáles son los trastornos más habituales del iris 

Si se da una función defectuosa del mismo por cualquier motivo, nuestra visión se vería afectada. Se daría una mala regulación de entrada de la luz al interior de nuestros ojos y, en consecuencia, un desenfoque inadecuado de los objetos. 

Se pueden dar trastornos como inflamaciones o infecciones en las capas que lo integran. Algunos de los más frecuentes son: 

  • Iritis: hinchazón e irritación en el iris. Es el tipo más común de uveítis, la inflamación de parte o toda la úvea. Puede ser el resultado de una afección de fondo o de un factor genético y, si no se trata, la iritis puede causar glaucoma o pérdida de visión. 
  • Uveítis: inflamación en toda la úvea (formada por el iris, el cuerpo ciliar y la coroides). Provoca picor, dolor, enrojecimiento, visión borrosa o foto sensibilidad.
  • Aniridia: deformación hereditaria cuyos síntomas se caracterizan por tener una inexistencia incompleta o completa del iris. Los pacientes tienen dificultad para ver en exteriores y sensibilidad a la luz. 
  • Heterocromia: se caracteriza por tener el iris de una forma diferente en cada ojo. 
  • Albinismo: tener el iris de un color claro por la carencia completa de pigmento.

Cinthya Martínez Lorenzo
Cinthya Martínez Lorenzo
Cinthya Martínez Lorenzo

De Noia, A Coruña (1997). Graduada en Periodismo por la Universidad de Santiago de Compostela, me especialicé en nuevas narrativas en el MPXA. Después de trabajar en la edición local de La Voz de Galicia en Santiago, me embarco en esta nueva aventura para escribir sobre nuestro bien más preciado: la salud.

De Noia, A Coruña (1997). Graduada en Periodismo por la Universidad de Santiago de Compostela, me especialicé en nuevas narrativas en el MPXA. Después de trabajar en la edición local de La Voz de Galicia en Santiago, me embarco en esta nueva aventura para escribir sobre nuestro bien más preciado: la salud.