Congelación de óvulos: «Está demostrado que lo mejor es vitrificar antes de los 35 años»
LA TRIBU
Cada vez un mayor número de mujeres opta por la vitrificación de ovocitos. Tres expertos responden a todas las dudas
12 sep 2022 . Actualizado a las 17:59 h.Mujer de unos 37 años, sin pareja, trabajadora, con un nivel educativo medio-alto y una buena posición económica. Ese es el perfil tipo de paciente que vitrifica sus óvulos. Hay muchos más, por supuesto, pero esa es la radiografía general ¿El principal motivo? Tener más opciones en el futuro de quedarse embarazada si así lo desea. 4.396 mujeres vitrificaron sus óvulos en el año 2019, que es el último dato con el que cuenta la Sociedad Española de Fertilidad, un número que no para de crecer. ¿Presión social, económica o profesional? El debate está abierto alrededor de esta técnica en auge, pero toca hablar de ciencia. ¿Cuál es el porcentaje de éxito?, ¿cómo es el proceso?, ¿cuál es la mejor edad para hacerlo? Los expertos responden a las principales preguntas.
Antes de nada, hay que dejar claro que congelar y vitrificar no es lo mismo aunque, muchas veces, lo utilicemos como sinónimos. La vitrificación es una técnica de congelación ultrarrápida, gracias a esa velocidad de enfriamiento el agua que hay en el interior celular no tiene tiempo a cristalizar. La tasa de supervivencia de los óvulos es mucho mayor, en torno al 90 %. La congelación lenta de ovocitos fue la primera técnica de conservación ovocitaria que se utilizó pero, en estos momentos, la vitrificación es la elección prioritaria.
La edad, el factor clave
Para entender por qué la edad es el santo grial de la vitrificación tenemos que hablar de reserva ovárica. En la mujer, al contrario que en los hombres, la pérdida de óvulos es un proceso irreversible y exponencial. Cuando una niña nace tiene unos 2.000.000 de ovocitos, en la menarquia (con la primera menstruación) estamos en los 500.000, a los 20 años esa cifra baja a alrededor de 100.000, a los 30 años hablamos ya de 40.000 y a los 40 años disminuye hasta los 8.000. En resumen, la mujer está continuamente perdiendo óvulos desde su nacimiento.
«A esto hay que añadir que la calidad de los ovocitos también disminuye con la edad, hablamos de una mayor frecuencia de anomalías cromosómicas, de anomalías en el huso y de una mayor proporción de ovocitos degenerados obtenidos para la Fecundación in Vitro (FIV). Hay que recordar también cómo disminuye la fecundidad a lo largo de los años. A los 25 años podemos tener una probabilidad de fecundación mensual del 20 %, que pasa a ser de un 8 % a los 35 y a los 38 años es de un 3 %. No nos podemos olvidar de que alrededor de esa edad, el 50 % de las mujeres son definitivamente estériles», puntualiza el ginecólogo Roque Devesa, responsable de la Unidad de Reproducción Asistida Equipo Ron, del Hospital Quirónsalud A Coruña.
«Entre los 20 y 30 años es la edad en la que la mujer es más fértil. A partir de ahí comienza a descender la fertilidad y a partir de los 35 empiezan la mayoría de los problemas reproductivos. La edad ideal sería, si nos atenemos a criterios de calidad ovocitaria, entre los 20 y 30 años, aunque en esa etapa de la vida la mayoría de las mujeres no tienen planificado aún su futuro reproductivo. Por lo tanto, parece más apropiado, en base a los factores sociales y personales, el plantearse la preservación entre los 30 y los 35. Después de esa edad, la fertilidad desciende mucho», asegura el doctor Juan José Espinós, presidente de la Sociedad Española de Fertilidad.
Roque Devesa habla de un valor crítico de ovocitos que se sitúa alrededor de los 25.000 y que se corresponde aproximadamente a 13 años antes de la menopausia, sobre los 37 años. «Está demostrado que lo mejor es vitrificar los óvulos antes de los 35 años, por lo que se está llegando tarde», explica, haciendo referencia al dato que indica que, en España, por deseo de la mujer, la edad media de vitrificación está en los 37,2 años. Si hablamos mujeres que tienen que recurrir a esta técnica por motivos médicos, como una patología oncológica, la edad media para recurrir a esta opción baja hasta los 32,5 años.
«La edad ideal para congelar óvulos sería entre los 30 y los 35 años. No se aconseja congelar en una edad más temprana si no hay una causa evidente que ponga en riesgo la reserva ovárica de la mujer, ya que es bastante improbable que esos ovocitos se empleen en un futuro en un tratamiento de fertilidad. Por otra parte, las probabilidades de que los ovocitos vitrificados de mujeres por encima de los 35 años den lugar a embarazo cuando estos se empleen en un posterior tratamiento de fertilidad caen drásticamente. Aunque realmente no se desaconseja, sí se informa a la paciente de que debido a su edad, aunque preserve esos ovocitos, puede que estos no den lugar a un embarazo y a un bebé sano», explica la embrióloga Victoria Moliner.
¿En qué consiste el proceso?
La vitrificación de ovocitos comienza con una estimulación ovárica controlada. Un tratamiento hormonal (con unas hormonas denominadas gonadotropinas) con el objetivo de recuperar los ovocitos que la mujer desecharía si no hiciera ningún tratamiento, ya que, con cada ciclo natural, inician su crecimiento varios ovocitos, pero solo uno llega a la madurez total. Esta medicación, en su mayoría, se administra diariamente y por vía subcutánea, por lo tanto es autoadministrable, como la heparina o la insulina. La duración del tratamiento dependerá de cada mujer, pero suele estar entre los 8 y 13 días. Durante este período deberá someterse a controles ecográficos seriados cada 2 o 4 días y eventualmente a algún control hormonal.
«A las 36 horas de la finalización de este tratamiento debemos obtener los óvulos, proceso que se realiza habitualmente en un quirófano con sedación y mediante la punción del ovario, por vía vaginal, asistida por ecografía», explica el doctor Juan José Espinós.
En esta intervención, el ginecólogo extrae bajo sedación los ovocitos de los folículos pinchando los ovarios y guiándose por una ecografía transvaginal. La aguja va conectada a un sistema de aspiración que recoge el líquido folicular que contiene los ovocitos y se pasan inmediatamente al laboratorio de FIV para cogerlos con la pipeta y pasarlos al incubador. Posteriormente, es necesario comprobar que los ovocitos han alcanzado el estadio madurativo correcto para ser congelados, por lo tanto, se les somete a un proceso denominado denudación o decumulación, mediante el cual se elimina la capa de células que los recubre y que permite ver totalmente su aspecto y si es maduro o no. Una vez determinados qué ovocitos se van a vitrificar y cuáles no, se vitrifican.
La vitrificación consiste en una congelación ultrarrápida que permite preservar la célula a -196º sin dañarla.
¿Cuánto duran los óvulos congelados?
«En principio, no existe fecha de caducidad más allá de la edad de la futura madre», indica el presidente de la SEF.
«La vitrificación de ovocitos asegura un mantenimiento que se puede prolongar sin límite alguno. De hecho, se ha comprobado que los ovocitos vitrificados, una vez se extraen del tanque de nitrógeno y se desvitrifican, logran la misma tasa de embarazo que los ovocitos en fresco, es decir, no vitrificados», explica la embrióloga.
¿Cuál es el porcentaje de viabilidad?
Victoria Moliner explica que «gracias a la mejora en las técnicas de vitrificación, la tasa de supervivencia de los ovocitos tras la desvitrificación se sitúa por encima del 90 %. Sin embargo, como hemos comentado, el hecho de que el ovocito sobreviva al proceso no nos asegura que dé lugar a un embarazo y a un niño sano en casa, pues ha de pasar varias etapas críticas en las cuales su desarrollo se puede ver afectado. Por eso es importante obtener un buen número de ovocitos y de buena calidad, ambos factores asociados mayoritariamente a edades reproductivas tempranas (menos de 35 años)».
¿Cuántos ovocitos hay que vitrificar?
«Para tener posibilidades altas de tener al menos un hijo en el futuro, habría que vitrificar alrededor de 15 ovocitos hasta los 35 años. Y al menos 20 ovocitos por encima de esa edad. Cuando se superan los 40 años es poco realista la vitrificación porque las posibilidades futuras son bajas, aunque no nulas», asegura el ginecólogo Roque Devesa.
«La literatura científica nos dice que de cada 100 óvulos que guardemos (en un momento óptimo) se podrán obtener de 6 a 8 recién nacidos. Por lo que el número ideal de ovocitos a congelar en la mayoría de mujeres debería ser de 10 o más», dice el doctor Espinós.
¿Cuántos procesos hay que llevar a cabo para conseguir la cantidad de óvulos recomendados? Dependerá de la reserva ovárica de cada mujer, que varía en relación a factores genéticos, edad (a mayor edad menor reserva), factores como cirugías previas del ovario o exposición a tóxicos como el tabaco, etc. Hay quien lo consigue en un ciclo y hay quien necesita hacer varios para acumular.
Precio
La Seguridad Social solo ofrece este tratamiento a las pacientes por motivos médicos, tiene que existir una justificación grave, como someterse a un tratamiento de quimioterapia de forma inminente o la posibilidad de desarrollar un fallo ovárico prematuro. Si la razón de la vitrificación es posponer la maternidad por motivos personales, solo se puede hacer en una clínica privada.
El precio oscila entre los entre 2.000 y 3.000 euros. En la mayoría de los centros, se incluye el mantenimiento de los óvulos durante los primeros dos o tres años. A partir de entonces, esa cuota ronda los 300 euros anuales.
El futuro
«Me gustaría recalcar el hecho de que la preservación de ovocitos vitrificados no es un seguro vital que nos certifique al 100 % que con esos ovocitos podremos conseguir un niño sano en casa, pero sí nos asegura más probabilidades hacerlo», puntualiza la embióloga Victoria Moliner.
Roque Devesa resalta que «es muy importante transmitir a la paciente que la decisión de vitrificar ovocitos es para darse a una misma posibilidades futuras de ser madre, no garantías. No es preservar la fertilidad, es vitrificar óvulos para su futuro. Y hay que recalcar que las posibilidades serán mayores cuanto menor es la edad y mayor es el número de ovocitos que se consigan. Pero también hay que puntualizar que vitrificar los ovocitos a una edad temprana puede ser beneficioso en términos de maximizar la calidad y minimizar el número de ciclos necesarios, pero esos ovocitos criopreservados son los que menos probablemente se necesiten. Ahí está la paradoja, mejor cuanto más joven pero, a la vez, son las que menos los necesitarán».
