¿Qué probabilidades hay de quedarse embarazada con un DIU?, ¿duele su colocación?

Cinthya Martínez Lorenzo
Cinthya Martínez LA VOZ DE LA SALUD

LA TRIBU

A la izquierda, un DIU hormonal y a la derecha, uno de cobre.
La Voz de la Salud

Aunque se suele decir que este tipo de método anticonceptivo no está recomendado para aquellas mujeres que todavía no han dado a luz, es falso

13 abr 2023 . Actualizado a las 23:45 h.

El DIU es un pequeño dispositivo intrauterino que se pone en el útero para evitar embarazos. Se trata de un método anticonceptivo de larga duración y alta efectividad. «Sobre él existen muchos mitos y los que se colocan a día de hoy no son los mismos que hace años», asegura la ginecóloga y obstetra Marimer Pérez. Según la última encuesta del Observatorio de Salud Sexual y Reproductiva de la Sociedad Española de Contracepción (SEC), un 3,8 % de las mujeres utilizan el hormonal y un 2,9 %, el de cobre. Te explicamos qué diferencias existen entre ellos, para qué mujeres se suele recomendar cada uno y cómo es el proceso de colocación. 

¿Qué es un dispositivo intrauterino o DIU y qué tipos existen?

Un dispositivo intrauterino suele medir unos tres centímetros, tiene forma de «T» y es de plástico. Se trata de un método anticonceptivo reversible de larga duración, también conocido como LARC. Existen dos tipos según tengan en el vástago de esa «T», bien cobre —en algunos casos, también plata—, o bien una hormona femenina —concretamente, progestágeno levonorgestrel—. En el extremo inferior cuelgan unos hilos de material plástico que asoman por la vagina unos tres centímetros y sirven para facilitar la extración del mismo y comprobar que este se encuentra en su sitio. 

El DIU de cobre o plata actúa «interfiriendo en la función de los espermatozoides, provocando una sensación de cuerpo extraño», comenta Isabel Silva, ginecóloga y vicepresidenta de la SEC. Es decir, impide la implantación del óvulo en la matriz y así un embarazo. «Funciona dando lugar a una inflamación y sí que es cierto que en consecuencia, pueden provocar reglas dolorosas y abundantes», concuerda Pérez.  

En cambio, el hormonal, «su tamaño es más o menos el mismo, pero lleva un dispositivo de liberación sostenida de dosis muy bajas de levonorgestrel, una progesterona. No lleva estrógenos, para que de manera local, dentro del útero, se vaya liberando sostenidamente esa dosis. Con eso se consigue que la capita dentro de la matriz, el endometrio, se mantenga muy delgada y, por tanto, ese efecto secundario típico de los DIU de cobre, los sangrados abundantes, no se produce», explica Pérez. Además, como libera progesterona local dentro de la matriz, provoca que las reglas no sean dolorosas. «Es decir, evita el dolor y el sangrado abundante, que son los efectos que provoca el de cobre», aclara. 

¿Para quién está recomendado el DIU?

Una de las creencias populares es que es este tipo de método anticonceptivo solo está recomendado para mujeres que ya han tenido hijos, pero es falso. Así, lo puede utilizar cualquier mujer, sin importar la edad, que quiera prevenir un embarazo. 

Lo único a tener en cuenta para valorar si es recomendable poner un DIU o no, son las reglas. «Aquellas que tienen sangrados abundantes o que padecen anemia no van a utilizar el DIU de cobre. Este está indicado para aquellas que tienen ciclos regulares», confirma Silva. 

En el caso de los hormonales, «se disminuye la creación del endometrio y por eso, disminuye la regla. Para aquellas mujeres que tienen ciclos irregulares, es mejor este tipo. También suele ser más seguro que los de cobre», añade la vicepresidenta de la SEC. 

DIU «mini»

A día de hoy se comercializa, tanto para la versión hormonal como para la de cobre, un tipo de DIU más pequeño. Está pensado para aquellas mujeres que no han dado a luz. 

¿Cómo es el proceso de colocación?

Este dispositivo debe ser colocado y extraído por el ginecólogo o el especialista correspondiente. «En primer lugar hay que explorar a la mujer. Si se tiene un ecógrafo se le realiza una ecografía para ver en qué dirección tiene el útero. Con la mujer tumbada, le ponemos el espéculo y limpiamos el cuello del útero. Lo tenemos que sujetar con una pinza, metemos un esferómetro, que sirve para medir ese útero, porque no todos están en la misma dirección ni todos son igual de grandes. Tenemos que medirlo para adaptar el modelo de DIU al tipo de útero que tiene esa mujer», amplía Silva. 

Se suele insertar durante la menstruación, pero puede colocarse en cualquier momento del ciclo menstrual. No precisa anestesia de ningún tipo, ya que la inserción es rápida y generalmente, poco molesta. 

En cuanto a la extracción, el proceso es aún más sencillo, ya que no es necesario que la mujer se encuentre en un momento concreto del ciclo. 

La duración media en la que un DIU es efectivo es variable, oscilando entre los tres y los cinco años, dependiendo del modelo.  

¿Es un proceso doloroso?

Según palabras de Silva, considerar el proceso de inserción de un DIU como doloroso o no, va a depender de cada mujer. «Existen muchos mitos en relación al DIU, como que son muy dolorosos. No es verdad. Hoy en día contamos con fármacos que pueden aliviar esa molestia, pero de todas formas, hay que decir que el dolor es muy subjetivo. Existe gente a la que le duele un corte y otra a la que no le duele nada», apunta. 

«El DIU es molesto, pero sí que existen trucos que puede dar el ginecólogo para que sea menos doloroso», indica Pérez. «Por ejemplo, colocarse el DIU en el momento cercano a tu regla, ya que el cuello está un poco más dilatado y, con lo cual, es más fácil la inserción. Incluso lo colocamos durante la regla, eso ya es lo ideal, porque el cuello está un poco más dilatado por el período menstrual y la colocación es mucho más fácil. Hay que recalcar, que con este tema siempre hay pudor, que el sangrado a los ginecólogos no nos asusta», añade la ginecóloga. 

Pérez da otros «trucos» para contrarrestar esa posible molestia: «En mi consulta solemos recetar a veces a mis pacientes análogos de las prostaglandinas, que ayudan a dilatar un poco el cuello del útero. Siempre tiene que ser dispensado por un profesional, eso sí. Pero a dosis muy bajas, puede ayudar en este proceso». Si bien cabe diferenciar aquellas mujeres que no han dado a luz de aquellas que sí. «Estas últimas ni se enteran», afirma la ginecóloga. 

Ambas profesionales concuerdan con que las mujeres suelen ver el proceso con miedo. «Pero si tú tienes una buena información y te han asesorado bien, que es algo que solemos hacer en las unidades de salud sexual y reproductiva, parte de esos temores desaparecen», dice Silva. 

¿Es necesario seguir unos cuidados específicos después de la implantación?

«No, en principio, no. Lo que sucede es que la mujer se puede sentir un poco extraña porque la hemos estado manipulando, pero puede hacer su vida normal perfectamente. Hay gente que dice que no nota nada», aclara Silva.  

Ventajas e inconvenientes del DIU 

Entre las principales ventajas se encuentran que es un método de larga duración, reversible y con aproximadamente un 99 % de efectividad. En el caso de los hormonales, también se suma que «al no llevar estrógenos no tiene algunos de los efectos secundarios que puede tener la píldora, el anillo o el parche. Incluso se recomiendan en patologías como la endometriosis, ya que reducen el dolor de regla y la cantidad de esta», opina Pérez. 

En cuanto a los principales inconvenientes se encuentran que puede producir manchados irregulares en los primeros meses. Además, en el caso del DIU con levonorgestrel este puede provocar en algunas mujeres dolores de cabeza u otros síntomas relacionados con esa liberación hormonal. 

Aunque es muy poco frecuente —solo se da en un 1 % de los casos—, el DIU puede salirse de su lugar. Al ser un cuerpo extraño en el interior del útero, este se puede contraer produciendo la expulsión parcial o completa del dispositivo. Por esta razón, la posibilidad de quedarse embarazada es mínima, pero no imposible. «Por eso es importante realizar controles para ver que el dispositivo está bien puesto. En el caso de los DIU de cobre, siempre decimos que una de cada cien mujeres puede quedarse embarazada», concluye la vicepresidenta de la SEC. 

Cinthya Martínez Lorenzo
Cinthya Martínez Lorenzo
Cinthya Martínez Lorenzo

De Noia, A Coruña (1997). Graduada en Periodismo por la Universidad de Santiago de Compostela, me especialicé en nuevas narrativas en el MPXA. Después de trabajar en la edición local de La Voz de Galicia en Santiago, me embarco en esta nueva aventura para escribir sobre nuestro bien más preciado: la salud.

De Noia, A Coruña (1997). Graduada en Periodismo por la Universidad de Santiago de Compostela, me especialicé en nuevas narrativas en el MPXA. Después de trabajar en la edición local de La Voz de Galicia en Santiago, me embarco en esta nueva aventura para escribir sobre nuestro bien más preciado: la salud.