Niñas obsesionadas con maquillajes y cremas: «Lo único que deben usar es protector solar»

Laura Inés Miyara
Laura Miyara LA VOZ DE LA SALUD

LA TRIBU

Las niñas están cada vez más preocupadas por el aspecto y el cuidado de su piel.
iStock

La tendencia del «skincare» ha llegado a hacer mella en las generaciones más jóvenes, pero los expertos advierten que usar productos antiedad desde la infancia puede alterar la barrera cutánea

26 feb 2024 . Actualizado a las 16:43 h.

Cada vez más niñas se interesan por el cuidado de la piel, una tendencia tan marcada que ya tiene nombre en redes sociales: las «Sephora kids» son niñas de alrededor de diez años que acuden a tiendas de perfumería y cosmética y arrasan con las muestras de productos que no están pensados para su edad, o incluso compran y utilizan cremas o tratamientos antiarrugas. Una tendencia que, desde luego, supone riesgos para la salud de las pequeñas, y que tiene como telón de fondo una cultura obsesionada con la apariencia y la estética.

La presión por cumplir con estándares de belleza cada vez más exigentes ha generado una preocupación creciente en torno al aspecto físico desde edades cada vez más tempranas. En este contexto, surge un fenómeno conocido como cosmeticorexia, que afecta especialmente a las niñas y adolescentes. La cosmeticorexia se caracteriza por una obsesión compulsiva por el aspecto físico y la necesidad de modificarlo constantemente a través del uso excesivo de productos cosméticos y procedimientos estéticos.

Con todo, es cierto que el cuidado de la piel adquiere importancia en la vida adulta. Después de todo, es el órgano más extenso que tiene nuestro cuerpo y es también el que está más expuesto a factores externos como la radiación ultravioleta o la contaminación del aire. La preocupación temprana por mantener una piel saludable puede ayudar a prevenir problemas como las manchas o el cáncer de piel. Pero ¿qué productos son necesarios en niñas y adolescentes?, ¿es seguro el uso de cosméticos antiedad en ellas? Respondemos a estas dudas con ayuda de expertos.

Pieles infantiles

Lo primero que hay que saber es que, como señala la dermatóloga Lidia Maroñas, «la piel de los niños y de los bebés no es una piel adulta en miniatura, sino que tiene unas características propias». En este sentido, la protección solar ha de ser la única prioridad en el cuidado de estas pieles tan jóvenes y frágiles. «Su sensibilidad y la inmadurez de los sistemas de defensa naturales frente a la radiación solar hacen que la fotoprotección deba ser exquisita durante toda esa etapa de la vida», indica Maroñas.

«Si la piel es normal y joven, lo más importante para cuidarla es evitar el sol y ponerse un protector solar adecuado a las características de esa piel. Esto es lo único necesario. Sabemos que el sol es nocivo para la piel. Entonces, los que hacen deporte al aire libre tienen que protegerla», coincide el dermatólogo Rubén del Río, miembro del Grupo Español de Dermatología Estética y Terapéutica (Gedet) de la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV). Un protector solar de factor FPS 50 cuando haya exposición al sol será suficiente para preservar la piel en este grupo de edad.

Por lo demás, «la piel de un niño no tiene absolutamente ninguna necesidad. Esta vorágine de cremas que hay por parte de los famosos e influencers de TikTok o Instagram que, no nos engañemos, cobran por ello, es publicidad», asegura el doctor Pepe Serrano, secretario de la Societat Catalana de Pediatría.

No se trata solo de evitar el uso de productos innecesarios y así ahorrar tiempo y dinero. De hecho, aplicar cremas y tratamientos tópicos que no estén indicados supone una serie de riesgos. «Puede haber reacciones alérgicas de irritación o de intolerancia. Pero además, las cremas, dependiendo de dónde se pongan, van a tener una formulación u otra y van a ser más o menos espesas, más o menos fáciles de extender. Dependiendo de dónde lo pongas, el producto puede tapar el poro y entonces a los 15 días va a haber una reacción», explica Serrano.

Un problema frecuente cuando las niñas se empiezan a preocupar por su piel y siguen las tendencias que ven en las redes sociales es que pueden cometer errores como utilizar activos demasiado agresivos para su epidermis, que todavía no es tan gruesa y resistente como la de una persona adulta. «Lo que es totalmente inadecuado e inaceptable es usar productos antienvejecimiento en pieles de menores de 20 años, como el retinol o los ácidos frutales. Esto siempre hace más mal que bien», sostiene en este sentido el farmacéutico Jerónimo Ors.

«Los alfahidroxiácidos, que se usan mucho, producen un efecto de peeling en la piel. Incluso si es una piel adulta y fuerte, y está ya formada y no es sensible, se puede notar un poco de enrojecimiento y descamación. En una piel tan joven, lo que vamos a producir es una irritación, porque esa piel todavía no tiene el espesor que va a tener más adelante», advierte Ors.

«El retinol lo que hace es acelerar el proceso de la piel. En una piel adolescente, que ya está de por sí acelerada, hacerlo todavía más puede ser muy perjudicial. Sería como tomar café o bebidas excitantes. Si eres adulto, puedes tomarte un café y te da energía para trabajar. Pero si eres un niño o adolescente, las bebidas estimulantes o el café no son adecuadas», explica el farmacéutico.

«La adolescencia no es todavía una etapa para hacer tratamientos para prevenir arrugas. La mejor prevención es que no dé demasiado el sol en la cara, y eso se puede conseguir con protección física a través de gorras, o evitando tomar mucho el sol en la cara, aunque lo tomemos en el cuerpo para sintetizar vitamina D», indica la dermatóloga Cristina Ciudad.

Pero ¿qué pasa con los productos «naturales», como los aceites esenciales? Lo cierto es que no por ser de origen natural son más seguros. El aceite de coco, por ejemplo, puede obstruir los poros, mientras que las mascarillas exfoliantes de azúcar o de café causan microlesiones. «En niños pequeños, especialmente si existe un diagnóstico posible de dermatitis, es importante prescindir de productos naturales o de herbolario para cuidar la piel. Natural no necesariamente significa mejor ni más inocuo, lo importante es la formulación de la materia prima con la que se elaboran los ingredientes finales de un cosmético», señala Maroñas. Hay que evitar especialmente el uso de productos «con activos aromáticos, aceites esenciales o activos naturales inadecuadamente formulados», ya que pueden sensibilizar la piel, facilitando el desarrollo de dermatitis alérgicas de contacto.

Pieles cada vez más secas

«El calentamiento global está haciendo que todos tengamos la piel un poco más seca desde el principio, entonces, hay niños que se notan la piel seca y tirante desde muy temprano. Para eso, hay cremas hidratantes muy suaves que les pueden aportar nutrición», apunta Ors. En estos casos, lo más recomendable es acudir a un especialista que pueda diagnosticar problemas de la piel y recomendar productos acorde a las necesidades. Pero, de manera general, Rubén del Río recomienda que las personas jóvenes, menores de 25 años, utilicen cremas suaves exentas de aceites, también conocidas como oil free.

«Si hay acné, podemos recomendar cremas enfocadas a pieles grasas, ir a consulta con un dermatólogo, y usar fotoprotectores para piel grasa, porque los normales tienen bastante grasa. Pero nos preguntan por productos con niacinamida o vitamina C y realmente no son necesarios ni efectivos en esa edad», señala Ciudad.

Al mismo tiempo, hay que tener en cuenta que, como explica Del Río, «si una piel es muy blanca, va a envejecer antes. Si es más morena, va a tener más capacidad de luchar contra el sol. Entonces, aparte del fotoprotector, que tiene que ser de farmacia y ser oil free para pieles grasas, entramos en otros tipos de productos. Pero una piel joven realmente no precisa tratamiento antiedad ni antioxidante. Si es muy seca, se puede aplicar una crema neutra sin perfume para que no haya una dermatitis de contacto de tipo irritativo o alérgico».

Maquillaje

El uso de maquillaje está desaconsejado en pieles infantiles y en adultos se recomienda usar la mínima cantidad posible y evitar maquillarse a diario o con una frecuencia excesiva. «El maquillaje suele ser un problema más que un beneficio. Muchas veces produce acné cosmético. Para el maquillaje, siempre recomendamos productos oil free, libres de aceites», indica Del Río.

«Para retirar el maquillaje, lo mejor es usar o lociones limpiadoras neutras. Sobre todo, no hay que usar perfumes de manera directa sobre la piel porque hay una parte importante de la población que desarrolla dermatitis por esta exposición. Entonces, todos los productos deben estar exentos de perfumes», insiste.

En cuanto a las toallitas desmaquillantes, si bien pueden ser prácticas en algunos contextos, los dermatólogos recomiendan no utilizarlas, dado que no quitan adecuadamente el maquillaje, solo lo arrastran, y pueden ejercer fricción, irritando la piel y dejándola seca.

Laura Inés Miyara
Laura Inés Miyara
Laura Inés Miyara

Redactora de La Voz de La Salud, periodista y escritora de Rosario, Argentina. Estudié Licenciatura en Comunicación Social en la Universidad Nacional de Rosario y en el 2019 me trasladé a España gracias a una beca para realizar el Máster en Produción Xornalística e Audiovisual de La Voz de Galicia. Mi misión es difundir y promover la salud mental, luchando contra la estigmatización de los trastornos y la psicoterapia, y creando recursos de fácil acceso para aliviar a las personas en momentos difíciles.

Redactora de La Voz de La Salud, periodista y escritora de Rosario, Argentina. Estudié Licenciatura en Comunicación Social en la Universidad Nacional de Rosario y en el 2019 me trasladé a España gracias a una beca para realizar el Máster en Produción Xornalística e Audiovisual de La Voz de Galicia. Mi misión es difundir y promover la salud mental, luchando contra la estigmatización de los trastornos y la psicoterapia, y creando recursos de fácil acceso para aliviar a las personas en momentos difíciles.