La elevada participación infantil fue la nota destacada entre más de mil disfraces del desfile Varias comparsas procedentes de otros municipios se sumaron ayer al recorrido
24 feb 2004 . Actualizado a las 06:00 h.Las comparsas en Monforte son palabras mayores. Desde hace años los mismos titulares preceden su salida: la ciudad envejece, pierde habitantes y alguna que otra empresa. Todo parece menguar en este rincón del interior de Galicia, salvo el desfile del martes de entroido. Ese día más de mil disfraces, inmunes a la crisis demográfica, a los cambios de gobierno e incluso al aire del norte, rompen la monotonía de una ciudad venida a menos. Así salga el sol por Antequera. Paradójicamente, los niños son los que van salvando el antroido. De los 1.100 disfraces que salieron en el desfile tres cuartas partes entraban en la categoría infantil, bien en comparsas organizadas por los colegios bien haciendo bulto en las de los mayores. La pauta en los disfraces la marcaron este año la película Moulin Rouge y, no se sabe bien a santo de qué, los mariachis. Hubo dos comparsas ambientadas en los alegres años veinte parisinos, pese a al escaso glamour que supone ver una carroza precedida de un tractor David Brown 880 , y otras tantas farras mexicanas, una de ellas con los críos algo cansados de hacerse el gallito. Pinceladas de humor Con la salvedad de las comparsas de Samos y del barrio monfortino de la Estación, que le echaron gracia a unos disfraces muy logrados, de nuevo predominó la calidad sobre la puesta en escena. Las comparsas de las hadas o la fiesta peruana pusieron el toque de sofisticación, y el avión de Santalla do Rei y el barco pirata de A Pobra los contrapuntos heavies . Por el medio, la habitual carroza del país de temática gastronómica y esos disfraces absurdos que ponen la nota de humor: el socorrido troiteiro con el cesto al hombro y un Aznar cargado de fouces oxidadas a modo de justificación de las misteriosas armas de destrucción masiva. Acabado el desfile, flotan un par de preguntas en el aire. ¿Por qué una comparsa de faraones sin una triste cerveza se presenta como fiesta jolgorrio ? Y sobre todo, ¿de dónde sacan los conductores de los vehículos que remolcan las carrozas esas horribles caretas?