Vecinos de Distriz se opondrán a que la maquinaria de las obras de la antigua N-120 entre en sus propiedades
LEMOS
Los preparativos de las obras de la antigua carretera de Ourense, entre Monforte y la parroquia de Distriz, han comenzado con polémica. Los vecinos de esa parroquia no están dispuestos a que la maquinaria acceda a sus propiedades y han procedido a señalizar los límites de sus fincas con vistas a la posible adopción de medidas legales. El motivo de su desacuerdo es que a estas alturas no tienen constancia ni del proyecto de expropiación ni del cobro de indemnizaciones por la ocupación de los terrenos.
El proyecto prevé la ampliación de la calzada y la construcción de sendas peatonales en ambas márgenes en la amplia recta existente entre el casco urbano y la parroquia de Distriz. Aunque las obras se financian con fondos de Fomento, el ministerio delegó en el Ayuntamiento la contratación y supervisión de las obras.
La polémica por la ocupación de los terrenos surgió la pasada semana, cuando los vecinos vieron cómo las máquinas comenzaban a desbrozar las márgenes de la carretera. Para estas tareas, se invadieron terrenos particulares al parecer sin permiso alguno ni notificación previa a sus titulares. «Non podemos estar de acordo en que nos collan terreo que está sen expropiar así polas boas», señala uno de los afectados.
Ante esta situación, los vecinos de Distriz solicitaron el pasado lunes, tras la celebración de una asamblea, la presencia de un perito para la medición y posterior delimitación de las fincas que lindan con la carretera. Los terrenos próximos a la carretera en esa parroquia ya fueron marcados con cinta plástica, al igual que algunas parcelas de Piñeira que también se verán afectadas por las obras. En Distriz, tienen previsto solicitar asesoramiento legal y no descartan actuar contra el Ayuntamiento.
Este diario no pudo recabar ayer una valoración del alcalde, que en su día presentó el proyecto a los vecinos.