El momento de hacer recuento de los destrozos

Carlos Cortés
carlos cortés MONFORTE / LA VOZ

LEMOS

ALBERTO LÓPEZ

Los dos días de temporal dehan un reguero de daños todavía por evaluar

22 ene 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

Tres días después de la llegada del temporal Gong, el balance de los destrozos provocados por la lluvia y el viento está todavía por cerrar. En O Courel, uno de los municipios más afectados, sigue cortada la carretera principal en su salida norte. En otros puntos del sur de la provincia, los vecinos van descubriendo desperfectos provocados por desprendimientos que hasta ahorta habían pasado inadvertidos. Y en Monforte, preparan el rescate de lo que queda de uno de los tres embarcaderos del tramo urbano del Cabe, arrastrado primero por la crecida de diciembre y destrozado ahora por la primera ciclogénesis explosiva del 2013.

En O Courel ya es posible circular entre Folgoso y Seoane por la carretera que atraviesa el municipio de sur a norte. Desde que a primera hora de la tarde del sábado terminó la retirada de escombros del gran desprendimiento de tierras ocurrido en Ferreirós casi 24 horas antes, ya se pueden pasar por uno de los dos carriles. Para devolver la normalidad a esa carretera, la Xunta tendrá que hacer obras, porque el corrimiento arrastró al río Lor un tramo de arcén y de valla protectora.

En el Ayuntamiento aún no saben cuándo empezará la reconstrucción, pero ahora están más preocupados por el norte de esa carretera, entre Seoane y Piñeira. Se trata de un tramo construido recientemente en el que el sábado aparecieron grietas de gran tamaño al ceder el terreno sobre el que está asentada. Ladera abajo, el desprendimiento hizo caer varios árboles. El problema afecta a doscientos metros de este vial. La Diputación, titular de esta carretera entre Seoane y su final en la LU-633 (Pedrafita-Triacastela), decidió cerrarla ante el riesgo de que se venga abajo.

Mientras no se reabra, para salir del norte de O Courel hacia Pedrafita o la autovía A-6 es preciso dar un rodeo considerable por Meiraos y Vilasibil, en dirección a Samos, o por Teixeira. Y eso si no hay nieve, porque ayer nevó en todo O Courel por encima de los 800 metros, lo que obligó a emplear vehículos especiales para despejar el paso a Teixeira, Visuña, Romeor y Millares.

La nieve cayó también en las zonas altas de Chantada. La cima de O Faro estuvo todo el día cubierta de blanco, pero la circulación por el corredor de Lalín no se vio afectada.

Mientras tanto, en Sober el Ayuntamiento hace recuento de problemas en las zonas de viñedos. El alcalde, Luis Fernández Guitián, visitará hoy con representantes de la Consellería de Medio Rural el desprendimiento que impide el paso en Anllo a un camino que comunica viñas y otros terrenos agrícolas, que fue construido por los propios vecinos por tramos durante los últimos quince años. Otros dos desprendimientos más pequeños serán retirados por el Ayuntamiento con sus medios.

Y en Monforte, el Ayuntamiento confirmaba ayer que el embarcadero arrastrado por la crecida del Cabe de finales de diciembre ya no está encajado entre los árboles de debajo de la presa del matadero. La riada del fin de semana se lo llevó aguas abajo. Un trozo del pantalán está bajo el puente de Piñeira. El resto de la estructura se la llevó el río todavía más abajo.

Personal del servicio de atención a la ciudadanía tenía previsto rescatar este pantalán del fondo de la presa del matadero la semana pasada. Pero no lo hicieron, al parecer porque el río llevaba demasiado caudal.

Aún en Monforte, profesores y alumnos del Colexio Novo se encontraron ayer con uno de los árboles del patio exterior de educación infantil derribado, no se sabe si por el viento o porque la humedad socavó su base. La caída no provocó daños en los juegos del parque, pero impide utilizar esa parte del patio.