El sur de la provincia de Lugo acoge cuatro festivales de iniciativa privada
27 ago 2014 . Actualizado a las 07:00 h.El sur de la provincia de Lugo acoge cuatro festivales bastante consolidados y con un grupo de seguidores fieles. Dos de ellos se crearon desde cero, hace pocos años. El más joven es el Festival monfortino do Paradiso.
«Todo nació como una asociación cultural -explica Alejandro Rodríguez, uno de los miembros de la asociación Náufragos do Paradiso-. En el 2011 le dedicaron el Día das Letras Galegas al monfortino Lois Pereiro. Nos reunimos un grupo de amigos y decidimos hacer algo para promover las actividades cuñturales de Monforte, así nació Náufragos do Paradiso». Desde aquel día siguen sumando socios a la asociación, y ya son más de 250. Organizan actividades, predominantemente musicales, para dar a conocer la localidad. «El Festival do Paradiso es un punto de encuentro para todos los monfortinos a los que les guste la cultura y la música», añade.
Los organizadores esperan que esta edición consolide el festival ya que esperan mucha afluencia de gente. Este año se celebrará el primer fin de semana de septiembre y realizarán un homenaje al veinte aniversario del rock bravú con las actuaciones de los máximos exponentes de este estilo.
El otro festival que surgió de cero es Terra Brava, en O Incio que este domingo celebró su 12 edición. «É un festival creado por músicos. Xa coñecíamos a dinámica dos festivais e das actuacións -afirma Roi Maceda, organizador del festival e integrante del grupo Quempallou- e quixemos facer un festival na nosa aldea».
Que sea sostenible
«Non pedimos ningunha subvención pública, queremos que o festival sexa sostible por si mesmo», continúa Maceda. «Ademais, non podemos atraer a máis xente porque non teriamos capacidade para ofrecer un servizo de calidade».
Aunque el festival no cuenta con ayudas públicas el Ayuntamiento de O Incio les facilita un dispositivo preventivo de incendios y se encarga de la limpieza del lugar. Además, este año la Diputación les facilitó la actuación del grupo de títeres Marcromina. «Terra Brava é un festival familiar, colabora todo o pobo, xente de todas as idades. Nós non temos ningún interese económico», concluye.
Por su parte, el Festival do Castro, en Ferreira de Pantón comenzó a finales de los años setenta y se realizó durante seis ediciones. En 2005, los integrantes de la Asociación Cultural de Baile e Gaitas O Castro decidieron recuperar el festival para sufragar gastos de la banda. «Algúns dos que estábamos na directiva da banda -afirma Roi López Carmona, uno de los organizadores del festival- actuáramos de teloneiros no último festival que se fixera, no que actuou Kepa Junkera e o grupo Cempés. Por iso decidimos recuperalo». Esta idea, que nació para intentar captar más gente a la escuela de gaitas, tuvo una gran aceptación y después de la primera edición se convirtió en una actividad paralela a la banda de gaitas.
Iniciativa privada
Todos estos festivales nacieron de iniciativas privadas. Grupos de diferentes edades y lugares que juntaron su trabajo para llevar a cabo un festival en su localidad. A pesar de que la mayoría reciben subvenciones de sus respectivos Ayuntamientos y la Diputación se quejan de que la Xunta no ayuda a este tipo de actividades.
«Terra Brava é un festival atípico, faise no rural, afastado da vila e nun sitio pequeno»
Roi Maceda