La Xunta de Galicia, en su calidad de promotora de la urbanización del puerto seco, mantuvo hasta ahora diversas negociaciones encaminadas a «dinamizar» la comercialización de los terrenos urbanizados en Monforte. Los contactos corrieron a cargo del Instituto Galego da Vivenda e Solo y sus interlocutores fueron el Adif, Renfe, Continental Trail, Transfesa y Acciona. De momento, sin embargo, ninguna de estas conversaciones se tradujo en resultados concretos.
Antes incluso del comienzo de las obras Transfesa había manifestado interés por la adquisición de buena parte de los terrenos, pero la crisis movió al consejo de administración de este operador logístico a dar marcha atrás en sus planes. «Hai algúns movementos, xente que pregunta polos terreos, pero polo de agora nada concreto», dice el alcalde de Monforte, que lleva a cabo gestiones por su cuenta.
Plus de competitividad
Sobre el papel, y más allá de la posición estratégica de la ciudad, el puerto seco de Monforte tiene un plus de competitividad con respeto a otras plataformas que puedan funcionar en Galicia. La estación de ferrocarril local, con la que está conectado, es la única de la comunidad que puede montar trenes de hasta 750 metros de longitud.
El punto débil de la plataforma logística posiblemente radique en el precio mínimo de los terrenos, fijado en 71 euros el metro cuadrado, que todos los partidos locales consideran excesivamente elevado en el actual contexto económico.
Rebajas infructuosas
En la reciente subasta promovida por la sociedad Suelo Industrial del Atlántico, que sacó a licitación las parcelas del polígono industrial de Monforte con precios rebajados, la tasación del metro cuadrado en los terrenos más caros era de 36 euros. Las bonificaciones no fueron suficientes para atraer empresas ni en este parque empresarial ni en otros de similares características en los que se aplicaron incentivos.