Expertos oficiales estudian si el túnel de Montefurado se hunde

Carlos Cortés
carlos cortés MONFORTE / LA VOZ

LEMOS

ROI FERNANDEZ

Un organismo investigador del Ministerio de industria prepara un informe técnico

25 jun 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Personal del Instituto Geológico y Minero de España (IGME) revisó esta semana sobre el terreno la situación en la que se encuentra el túnel de Montefurado. El mayor resto monumental de la minería romana en el noroeste peninsular, junto con las Médulas sufrió en las últimas décadas diferentes derrumbes y la presión de las crecidas de este tramo embalsado del río Sil hacen temer a algunos expertos que se deterioro se pueda estar acelerando.

Los expertos del IGME tomaron datos de forma minuciosa en los alrededores del túnel y también en su interior. En el exterior realizaron pruebas para determinar la resistencia de la roca y para determinar su composición exacta. Además, recorrieron en barca el interior del túnel y tomaron fotografías. Una vez hecho el trabajo de campo, para completar el informe el IGME comparará los datos obtenidos sobre el terreno con la información que facilitan los mapas geológicos de la zona.

La primera respuesta

Esta es la primera respuesta de las instituciones públicas a los llamamientos efectuados desde el Ayuntamiento de Quiroga para que algún organismo oficial con la suficiente capacidad técnica tome cartas en el asunto. El Ayuntamiento empezó a preocuparse por este asunto cuando en el invierno del 2015 al 2016 el geólogo Juan Ramón Vidal Romaní dio la voz de alarma, preocupado porque la apertura de las compuertas del embalse de San Martiño anegó durante días el túnel por completo.

El Ayuntamiento puso en marcha en el 2013 un expediente para declarar bien de interés cultural (BIC) el túnel romano de Montefurado. La propuesta, acompañada de toda la documentación necesaria, fue enviada aquel año a la Dirección Xeral de Patrimonio, el departamento de la Xunta que tiene que darle su visto bueno. Cuatro años después, todavía no se sabe nada del expediente y no hay fecha para aprobar la declaración de BIC.

Una «boca» que presenta hoy un estado muy diferente a cuando fue construida

Boca do Monte. Esa es la descriptiva denominación popular que recibe también el túnel de Montefurado entre los vecinos de las zonas próximas. El aspecto que esta «boca» presenta hoy en día no es el mismo de cuando fue construida. Ni siquiera es igual que hace un siglo.

Los orígenes. Construido en el siglo II, la entrada de agua al túnel era controlada con grandes puertas de madera. Si las cerraban, el río Sil se desviaba por su cauce natural y en el fondo del túnel quedaban los restos de aluvión. Entre ellos estaba el oro. La estructura original del túnel medía alrededor de 120 metros de largo.

El deterioro. En noviembre de 1934 sufrió un importante derrumbe. Quedó destruida toda sla parte orientada hacia la entrada del agua. Un grabado dibujado en el siglo XIX por Daniel Urrabieta muestra cómo era el túnel antes del derrumbe y cuando todavía existía el llamado Castelo dos Corvos. Esa construcción defensiva de origen medieval había sido levantada justo encima del túnel y en 1934 era ya una ruina que acabó de venirse abajo con el derrumbe.

Situación actual. Lo que ahora queda en pie es menos de la mitad de lo que era hasta entonces. Antes de aquello, medía alrededor de 120 metros y después quedó reducido a los 52 actuales. La anchura media es de veinte metros, igual que la altura. Más recientemente ha sufrido también otros derrumbes, pero de mucha menos envergadura que el de 1934.

Una relación abonada por el museo y el plegamiento de Campodola

El Instituto Geológico y Minero de España (IGME) es un organismo público que está adscrito a la Secretaría de Estado de Investigación, del Ministerio de Economía e Industria. La relación de este departamento con el municipio de Quiroga no es reciente. Data de hace aproximadamente quince años, cuando el Ayuntamiento de Quiroga decidió empezar a promocionar el plegamiento geológico de Campodola. En aquella ocasión, Juan Carlos Guitérrez Marco, director del IGME, fue el que indicó el lugar en el que construir el mirador del plegamiento. Más recientemente, en el 2011, el entonces director de la sección gallega del IGME, Ángel Ferrero, natural de Quiroga, acudió a la inauguración del museo y durante el acto garantizó la colaboración del instituto en su futura promoción