Un vivero creado en el instituto chantadino Val do Asma ayuda a reforestar tierras quemadas

f. a. CHANTADA / LA VOZ

LEMOS

CEDIDA

La actividad de educación ambiental se lleva a cabo con el apoyo del programa Voz Natura

25 may 2019 . Actualizado a las 12:00 h.

Los incendios forestales que devastaron en los últimos años amplias zonas del sur lucense inspiraron buena parte de las actividades de educación ambiental que se llevan a cabo durante este curso en el instituto Val do Asma con el apoyo del programa Voz Natura y bajo el lema «Todos co noso bosque autóctono». En el centro se creó un vivero de árboles con el fin de ayudar a reforestar tierras quemadas, algunas de las cuales pertenecen a las familias de los alumnos.

El coordinador de estas actividades, Roberto Campos, señala que en un principio se intentó crear el vivero forestal en alguna parcela de titularidad municipal, lo que no fue posible. Después se optó por hacerlo en el recinto del instituto. Para esta iniciativa se escogieron tres especies arbóreas características de la comarca: el roble, el castaño y el nogal. En la labor participan seis grupos de alumnos, que se encargaron de conseguir simientes de estas especies en diferentes áreas de los municipios de Chantada y Carballedo, teniendo el cuidado de reunir el mayor número posible de variedades locales.

Preparación de las semillas

Una vez reunidas las simientes, los estudiantes realizaron una selección, desechando las que se encontraban en mal estado aparente, para después secarlas y rasparlas a fin de favorecer su germinación. A continuación, las semillas se depositaron en bandejas de tierra para ponerlas a germinar. El siguiente paso consistió en construir un invernadero para acoger las bandejas de germinación. Siguiendo los principios que rigen este programa, la estructura se levantó utilizando principalmente materiales reciclados.

Roberto Campos señala que no todas las semillas que se pusieron a germinar -360 en total- llegaron a desarrollarse, pero una gran parte de ellas crecieron de forma satisfactoria. Una vez que las plántulas fueron alcanzando un tamaño suficiente, se han ido repartiendo entre los alumnos para que las plantasen en terrenos pertenecientes a sus familias. Por ahora son veintitrés los estudiantes que han realizado estas plantaciones.

La iniciativa dentro de Naturacción, un programa de Voz Natura patrocinado por la fundación Alcoa y respaldado por Alcoa San Ciprián, en colaboración con la Consellería de Educación. El instituto chantadino lleva seis años participando en los programas de educación ambiental de Voz Natura. En ediciones anteriores, los alumnos han cultivado frutos del bosque y plantas aromáticas y trepadoras, además de fabricar coches en miniatura movidos por energía solar y ajardinar un espacio público.