Los ejercicios se realizan para comprobar su estado y familiarizar a los vecinos
21 jun 2022 . Actualizado a las 11:09 h.En las parroquias de los municipios de la Ribeira Sacra que tienen riberas en los embalses del Sil y el Miño se llevarán a cabo este martes nuevas pruebas de funcionamiento de las sirenas que tienen la función de alertar a la población si se producen incidentes graves en las presas. Según un aviso enviado por la Xunta al Ayuntamiento de Sober, las pruebas en este municipio se llevarán a cabo durante la mañana. El objetivo —añaden desde el Gobierno gallego— es evaluar el correcto funcionamiento de las alarmas y familiarizar a los vecinos con las señales acústicas de evacuación. Las pruebas de estos sistemas de alerta, dicen asimismo desde la Xunta, no afectarán a la vida diaria de los vecinos, que pueden desarrollar con normalidad sus actividades.
Por otra parte, estas pruebas —que comenzaron a realizarse este lunes— no se limitan a la Ribeira Sacra, ya que se llevan a cabo en 32 presas repartidas por el territorio gallego que cuentan con un plan de emergencia. Durante estas jornadas está previsto activar más de setenta sirenas. En las comprobaciones participan las empresas Iberdrola, Naturgy, PHG, Alcoa y Endesa —titulares de las diferentes presas— y el organismo público Augas de Galicia. El lunes se activaron nueve sistemas de alarma y durante la jornada del martes está previsto hacer lo mismo en los restantes. La última de estas pruebas terminará a las tres de la tarde en la presa de Belesar.
En los ejercicios colaboran por otra parte miembros del personal técnico de la Consellería de Medio Ambiente, Territorio e Infraestruturas y de la Confederación Hidrográfica Miño-Sil, así como de las agrupaciones de Protección Civil de los diferentes municipios.
Garantizar la seguridad
Los responsables de Medio Ambiente señalan la importancia que tienen estos ejercicios para mejorar la «coordinación efectiva entre as administracións e as empresas» y para « garantir a seguridade na zona e manter á poboación preparada para o caso de materializarse a situación de emerxencia». En el conjunto de la comunidad están actualmente aprobados 45 planes de emergencia de presas.
Una red de avisos que se extiende por municipios del Miño, el Sil y el Mao
En la Ribeira Sacra del Sil existe desde hace tiempo un sistema de alerta para avisar a los vecinos de posibles emergencias en las presas de Santo Estevo, San Pedro y Os Peares. En el Miño, las primeras pruebas se realizaron en el otoño del 2018, una vez que se instaló una serie de sirenas en el tramo comprendido entre la presa de Belesar y la playa fluvial de A Cova, en el municipio de O Saviñao.
Desde que se instalaron estas sirenas, en los municipios ribereños se han llevado a cabo diferentes pruebas de funcionamiento. En caso de que se produzca una emergencia en los embalses, los ayuntamientos deben actuar de forma coordinada con los servicios de Protección Civil a fin de evacuar las zonas que pueden verse afectadas. Los vecinos de estas áreas ya han participado en actividades formativas y saben a qué lugares deben dirigirse para ponerse a salvo en caso necesario.
También en Vilasouto
Además de los embalses del Sil y del Miño, en el embalse de Vilasouto —dedicado a abastecer la red de regadío Val de Lemos y la traída municipal de Bóveda— también se puso en marcha en el 2018 un plan de seguridad que comprendió la instalación de una red de alarmas acústicas para avisar a la población de posibles accidentes. Según el referido plan de prevención, el área poblada más importante que se vería afectada por una inundación es el capital del municipio de Bóveda. El sistema de alerta está compuesto por una serie de sirenas instaladas en la propia presa, en una parcela de propiedad municipal y en el polígono industrial de Bóveda.
Un sistema diferente del que avisa de las evacuaciones de agua
Las sirenas que avisan de posibles roturas en las presas hidroeléctricas son diferentes de las que tienen la función de avisar de las subidas repentinas del caudal de los ríos debido a la evacuación de agua de los embalses. Pese a la existencia de estos sistemas de alarma, en mayo del 2020 se produjo en el municipio de Chantada un serio incidente cuando un pescador se vio sorprendido por una crecida súbita del río debido a la expulsión de agua procedente de las turbinas de la presa de Belesar. El dispositivo de alerta se encontraba en buen estado de funcionamiento pero el hombre no pudo oír el sonido de la sirena, que quedó tapado por el fuerte ruido producido por el caudal del río en el tramo donde se encontraba.
El pescador estaba en ese momento en un peñasco situado en medio del cauce, en una zona en la que en condiciones normales se puede atravesar el río a pie. Al crecer de repente el caudal, el hombre trató de regresar a la orilla pero fue arrastrado por las aguas más de cien metros, hasta que consiguió agarrarse y salir a tierra firme.