Un estudio científico que puede ayudar a regenerar los montes quemados de O Courel
LEMOS
En Quiroga se realizarán plantaciones experimentales el próximo octubre en áreas afectadas por los incendios del año pasado
13 jul 2023 . Actualizado a las 19:21 h.Todo indica que las huellas de los daños causados por los incendios del pasado julio en la sierra de O Courel se harán sentir durante años. Pero el proyecto de regeneración forestal que se lleva a cabo en las áreas quemadas por el gran incendio del año pasado en Quiroga podrá ayudar a desarrollar iniciativas para la recuperación ambiental de este territorio. Así lo cree Rosa Mosquera, bióloga y catedrática del campus lucense de la USC que coordina este proyecto. «Considero que a experiencia que se obteña nas intervencións que desenvolvemos en Quiroga poderán servir máis adiante no Courel», señala.
Dentro de este proyecto científico, el próximo octubre se realizarán plantaciones de diversas especies vegetales en dos áreas piloto —de 2,5 hectáreas de extensión cada una— situadas en la parroquia quiroguesa de Quintá de Lor. En estos lugares se plantarán árboles y arbustos de especies autóctonas propias de la zona, así como diversas plantas melíferas, aromáticas y medicinales. El proyecto comprende también análisis de los suelos —que ya comenzaron en los pasados meses— y observaciones de la microfauna y la microbiología, entre otros aspectos.
Mosquera señala que a finales del verano próximo se dispondrá de los primeros datos de la investigación, que continuará en los próximos años. La bióloga apunta que los resultados de este estudio pueden ser de gran utilidad para trazar estrategias que sirvan no solo para regenerar las áreas quemadas de Quiroga, sino también las del municipio de Folgoso do Courel, ya que las condiciones ambientales son similares en ambos territorios.
Más precipitaciones
La investigadora apunta por otra parte que la recuperación de la vegetación seguramente será más rápida en O Courel que en el valle de Quiroga, ya que a pesar de la proximidad geográfica, la meteorología es algo diferente. «As precipitacións anuais no Courel son máis abundantes e iso favorece e rexeneración forestal», dice. Lo mismo sucede en la sierra de Os Ancares —añade—, donde hace algún tiempo se hizo una quema controlada para observar el proceso de regeneración de la vegetación.
Diferencias en la resistencia de los suelos al fuego según los tipos de bosque
En los incendios del pasado año en Quiroga y en otros episodios de este tipo —según indica Rosa Mosquera— se ha podido comprobar que el efecto del fuego sobre los suelos es muy diferente cuando la zona quemada estaba cubierta de árboles de especies caducifolias o bien de pinos. «Nas terras onde hai castiñeiros ou carballos, por exemplo, os solos resisten moito mellor a degradación causada polo lume porque a súa calidade é moito maior», explica. «As follas mortas proporcionan unha grande cantidade de materia orgánica, o que non sucede coas follas dos piñeiros, e por iso a vexetación recupérase moito mellor cando o incendio afecta a un souto que cando afecta a un piñeiral», agrega.
A juicio de la bióloga, esta circunstancia debería ser tenida muy en cuenta durante los próximos años en la planificación y la gestión de las áreas forestales dañadas gravemente por los incendios, como es el caso de la sierra de O Courel.
Minimizar el impacto
Tras los siniestros de este verano, dice asimismo Mosquera, la gestión de los espacios forestales de la sierra de O Courel debería guiarse ante todo por el objetivo de «impedir que se reproduzan incendios de gran calibre como os que houbo este ano» y de minimizar el impacto que puedan tener lo que se registren en el futuro. «Non se pode impedir que un día caia un raio no monte e provoque un incendio forestal, pero si se poden tomar medidas para que os efectos do lume sexan o máis reducidos posible e para que os incendios se poidan extinguir con rapidez, en vez de provocar unha catástrofe», concluye.
«Temos que ter moito máis coidado coa prevención», dice la bióloga Rosa Mosquera
Sean cuales sean las iniciativas que se decida poner en marcha para la regeneración de las tierras quemadas este verano en la sierra de O Courel, Rosa Mosquera opina que «temos que ter moito máis coidado coa prevención e tomar medidas para que a vexetación incontrolada non favoreza a aparición de incendios». A este respecto señala que, «como se acostuma dicir, os incendios apáganse no inverno».
El proyecto que coordina la bióloga en la comarca de Quiroga se encuadra en un programa Life de ámbito europeo en el que también están colaborando grupos de investigadores de Italia y Francia, y que tiene un plazo de ejecución de cinco años. El objetivo que comparten todos los participantes en este proyecto el de ayudar a poner en marcha estrategias de restauración ambiental en territorios donde se han registrado episodios de devastación de áreas forestales a causa de los incendios o por otros motivos. El programa se denomina Vaia y toma su nombre de un temporal que provocó grandes daños en la región italiana del Véneto.