El yacimiento parece estar relacionado con las antiguas minas de O Courel
19 dic 2023 . Actualizado a las 20:38 h.En el asentamiento romano del monte Cido —en el municipio de Folgoso do Courel— existió una torre de vigilancia probablemente relacionada con las antiguas explotaciones mineras de este territorio. Esta es la hipótesis que se plantean los investigadores tras la tercera campaña de excavaciones arqueológicas en el yacimiento, que se llevó a cabo el pasado verano. Los resultados se exponen en un vídeo divulgativo recién editado en YouTube. «O máis relevante que apareceu nesta campaña foi unha estrutura de dimensións notables, cun porte que excede o das outras construcións que encontramos no lugar», explica Brais Currás, que dirigió los trabajos junto con Luis Francisco López. «Polo grosor dos muros, cremos que poden ser os restos dalgún tipo de torre de gran altura», añade.
Aunque al principio los arqueólogos apuntaron que el asentamiento pudo ser de carácter militar, ahora matizan esta posibilidad. «O certo é que non encontramos ningún material de tipo militar, pero de todas formas puido tratarse dun lugar que exerceu algunha clase de control político e administrativo sobre o territorio», dice Currás. «É tamén posible que os seus ocupantes nin sequera fosen cidadáns romanos, senón indíxenas encargados pola administración romana de cumprir esta función», agrega.
Lo que descartan los investigadores es que el asentamiento del monte Cido sirviese de habitación permanente, ya que en las excavaciones no hallaron ningún indicio de la existencia de una vivienda. «Non apareceu ningún material de carácter doméstico, como poderían ser os restos dunha lareira ou fragmentos de cerámica», indica Currás.
Relación con las minas
El asentamiento romano se encuentra sobre una estrecha cresta rocosa que domina el valle del río Lor. Los arqueólogos piensan que su función pudo ser la de controlar un paso estratégico entre las montañas de O Courel y el territorio de la actual provincia de León en la época que en la sierra existían importantes explotaciones auríferas. «No Courel hai outros asentamentos que pola súa morfoloxía parecen ter unha relación directa coa minería, como pode ser o castro da Torre —comenta Brais Currás—, e cremos que pode ser moi interesante realizar escavacións nestes lugares con vistas a un estudo máis amplo sobre o impacto destas actividades no territorio».
El lugar de origen de la célebre tabla de hospitalidad
El vídeo editado por los investigadores incluye una pequeña entrevista con José Campos, un vecino de la aldea de Carbedo que en 1959 fue testigo del hallazgo de la llamada tabla de la hospitalidad, una placa de bronce con una inscripción en latín que se conserva en el Museo Provincial de Lugo. Quien la encontró fue un vecino de Seoane llamado Santiago Crespo Raposo. «Indo de camiño para Moreda, Campos e un amigo seu topáronse con el cando acaba de encontrar a táboa, que despois foi vendida ao museo de Lugo», señala Brais Currás.
Los arqueólogos consideran de gran importancia este testimonio, ya que corrobora que la tabla de hospitalidad —fechada en el año 28 después de Cristo— procede del monte Cido. La inscripción, a su parecer, refleja las relaciones de poder impuestas por la administración romana sobre las poblaciones indígenas.
Las excavaciones arqueológicas del monte Cido corren a cargo del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) —más concretamente del Instituto de Historia del Centro de Ciencias Humanas y Sociales, que depende de este organismo— y cuentan con la financiación de la Consellería de Cultura. La primera intervención se realizó en el 2021, cuando todavía no se conocía el carácter de este antiguo asentamiento. En la segunda campaña, en el 2022, quedó claro que es de origen romano. Los trabajos, dice Currás, han presentado una especial dificultad debido a la gran cantidad de raíces existentes en el terreno.