El sacerdote Juan Marcial Pereira murió en una residencia de Lugo y será enterrado esta tarde en la parroquia monfortina
23 sep 2023 . Actualizado a las 14:03 h.Juan Marcial Pereira Fernández falleció a los 87 años en la residencia lucense en la que permanecía ingresado desde hace años. El entierro será este sábado en el cementerio de Piñeira, junto a la iglesia en la que ejerció como párroco buena parte de su vida. El traslado del cadáver será a las seis menos cuarto de la tarde desde el tanatorio Raúl, en Monforte. Nacido en el municipio lucense de Baralla, fue en Monforte donde desarrolló tanto el sacerdocio como la docencia la mayor parte de su vida.
Como Catedrático de Latín y Griego dio clases en varios centros a lo largo de su carrera y se jubiló como docente en el instituto Masculino de Lugo. Entre las localidades en las que trabajó, Monforte, donde impartió clases de religión en el Colegio San Antonio, o Chantada, donde ejerció como vicedirector a comienzos de la pasada década de los 90. En ese centro de enseñanza secundaria impulsó la publicación de la revista Nacional 540, que recogía artículos de carácter histórico y filológico sobre las comarcas de Chantada y Val de Lemos en cuya elaboración colaboraba el alumnado.
Juan Marcial Pereira demostró siempre una gran inquietud cultural y fue colaborador habitual de La Voz en esa etapa. Publicó en estas páginas por aquel entonces una serie de trabajos sobre la climatología del Val de Lemos en el siglo XVIII, inspirados en la obra anónima que se conserva en el archivo de la Casa de Alba Relación y descripción del estado de Lemos.
Párroco de Piñeira y arcipreste de Monforte, Juan Marcial Pereira fue homenajeado en el 2010 por los miembros de la peña gastronómica O Tizón, en un acto en el que fue investido como socio honorífico. Fue el tercero en recibir esa distinción, después del ex alcalde de Monforte Severino Rodríguez y del profesor pontevedrés Demetrio Jorge Boullosa.
En agosto de 1999, por otra parte, recibió una caluroso homenaje por parte de los vecinos de la parroquia monfortina de Piñeira. Más de doscientas personas se dieron cita entonces una cena que estuvo precedida de una misa al aire libre que sirvió para bendecir las instalaciones del cementerio parroquial en el que será enterrado esta tarde.
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