Investigan por maltrato animal a la dueña de un pazo de O Saviñao en el que viven 120 perros, gatos y caballos
LEMOS
La vivienda funciona como un refugio internacional que se hace cargo de animales inválidos. La Guardia Civil y Medio Ambiente creen que no reúnen las condiciones mínimas
12 may 2023 . Actualizado a las 17:40 h.Un refugio internacional para animales radicado en el municipio de O Saviñao está siendo investigado por las autoridades medioambientales, que creen que no tiene las condiciones mínimas de salubridad. En el refugio viven en estos momentos más de 120 animales, la mayoría perros, pero también unos cuantos caballos. Casi todos llegaron porque sufren mutilaciones y otros problemas importantes de salud. Su propietaria es sospechosa de un delito de maltrato animal.
El refugio se encuentra en el conocido como Pazo de Vilar, un edificio histórico situado en un lugar apartado de la parroquia de Vilelos. Allí viven en estos momentos 97 perros, 4 gatos y 17 caballos y burros, según la información facilitada por la Guardia Civil. La investigación judicial en marcha parte de una inspección efectuada recientemente de forma conjunta por agentes del Seprona y de la Consellería de Medio Ambiente.
De acuerdo con los datos facilitados ahora por la Guardia Civil, los informes realizados tras esa inspección constatan que alguno de los perros que viven en el Pazo de Vilar presenta «un estado de salud severamente comprometido o con sintomatología compatible con patologías graves». Entre estos los hay que están completamente postrados y con problemas severos de movilidad, otros presentan heridas en la piel compatibles con arrastres. Además, hay una veintena que se supone que son epilépticos y a los que al parecer les están suministrando barbitúricos sin control ni diagnóstico veterinario.
La única persona que está siendo investigada es una mujer de nacionalidad alemana que tiene su residencia en este pazo. Ella y su marido, también alemán, lo compraron hace aproximadamente cuatro años y desde entonces viven allí dedicados a recibir animales que les envían desde diferentes países, sobre todo europeos.
A modo de escaparate de lo que hacen, tienen una página de Facebook en la que publican fotografías de los animales que les llegan y textos escritos en alemán en los que explican los cuidados que les proporcionan.
Por ejemplo, en una entrada publicada el 27 de abril incluyen fotografías de tres perros para los que acababan de estrenar un terreno vallado. En el texto, dicen que ese día «pudieron mudarse a su nuevo territorio», algo necesario porque «dado que ahora son viejos y discapacitados, son constantemente acosados por los otros perros asustados». Y añaden que este verano reemplazarán este tipo de recintos vallados por un edificio cerrado por muros.
En una publicación en una web denominada Teaming que funciona como plataforma de recaudación de donativos para diferentes causas sin ánimo de lucro, los responsables del Pazo de Vilar definen su actividad como la de «un refugio que cuida animales discapacitados en 22 hectáreas». «La mayoría de nuestros perros -añaden- están paralizados en las patas traseras, tienen epilepsia, están asustados o son viejos, ciegos, sordos» y piden colaboración para poder mantener el Refugio. En un texto similar publicado en su cuenta de Facebook, explican que aceptan tanto donativos económicos como colaboración en forma de mano de obra desinteresada.
El origen de la denuncia
La investigación judicial sobre las condiciones en las que se encuentran los animales acogidos en el Pazo de Vilar tiene su origen en un aviso que el Ayuntamiento de O Saviñao hizo llegar hace alrededor de tres meses a la Consellería de Medio Ambiente y a la Guardia Civil.
El alcalde, Carlos Armesto, actuó tras recibir una denuncia personal de alguien que decía tener constancia de que los animales refugiados en Vilelos no recibían la atención adecuada. «Pola descripción dos feitos que nos fixeron e polo coñecemento que a persoa que parecía ter sobre a situación a persoa que se puxo en contacto con nós, pareceunos o suficientemente grave -apunta el alcalde- como para trasladar todos eses datos ás autoridades competentes».