Los arciprestazgos pasan a tener unidades pastorales que concentran a los sacerdotes La distribución está hecha en un 80% del territorio y ya está en vigor en algunas zonas
29 abr 2006 . Actualizado a las 07:00 h.?ener un cura en la parroquia y misa todos los domingos es un lujo sólo al alcance de algunos fieles. En toda la montaña de Lugo hay celebraciones dominicales por turnos e incluso hay pueblos que deben esperar tres o cuatro años para tener los oficios de Semana Santa. Hay escasez de sacerdotes y, además, las parroquias se van quedando sin gente. Con este panorama, el obispado lucense no tuvo más remedio que ponerse manos a la obra y comenzar a diseñar un nuevo mapa para reorganizar la diócesis y garantizar los servicios a los fieles. Las denominadas unidades pastorales, son la solución. «Todos temos que cambiar porque a realidade nos obriga. É una situación que se impón en todos os órdenes: colexios, centros médicos... Os servizos fóronse centralizando». Quien así se expresa es el vicario de coordinación pastoral de la Diócesis de Lugo, Miguel Gómez. El panorama no es alentador: pocos curas y cada vez más ancianos y menos vecinos en los pueblos. «A diócese tivo que deseñar un proxecto pastoral a longo plazo, consistente na creación dunhas estruturas que faciliten a atención pastoral», especificó el vicario. La idea de crear las unidades de pastoral no es nueva. Hace unos veinte años, según Miguel Gómez, que se puso en práctica en otras diócesis. Incluso en el sur de Francia trabajan en esta misma dirección. Agrupación de parroquias Las unidades pastorales son algo así como una concentración de parroquias más o menos cercanas, con cierta homogeneidad. El resultado es un territorio mucho más amplio en el que el obispado procura que haya un centro en el que ubicar la vivienda de los sacerdotes, disponer de un archivo conjunto y también un lugar para la celebración de reuniones. En muchos casos hasta ahora, tanto los sacerdotes como la documentación están desperdigados por las distintas parroquias. La capital de cada una de las unidades la hacen coincidir con aquellos lugares en los que ya existen casas parroquiales o rectorales en buen estado. Un ejemplo del nuevo mapa puede ser el caso del arciprestazgo de O Incio-Santalla de Rei. Actualmente hay unos diez sacerdotes para unas 60 parroquias. La nueva unidad establece que el mismo territorio pase a ser atendido por seis curas. La experiencia ya funciona en el arciprestazgo de Sarria-Samos y, además, con buenos resultados. La unidad afecta a 24 parroquias de Samos que son atendidas por dos sacerdotes. Anteriormente eran 10. Para garantizar el éxito de estas nuevas demarcaciones son necesarios dos aspectos fundamentales, en opinión de Miguel Gómez: «Que haxa organización e programación e traballo en equipo entre curas, relixiosos e seglares». La participación de estos últimos en el proyecto, es considerada fundamental. El nuevo mapa está ya creado en un 80%, según el vicario de coordinación pastoral. Cuando la distribución esté rematada, calcula que serán entre 50 y 60 unidades en toda la diócesis. No hay recambios Las bajas de sacerdotes que se producen en las parroquias son difíciles de cubrir. «Cada vez van indo máis maiores. Cando falece algún, ten que ser o da parroquia do lado o que se faga cargo da comunidade. Non sempre hai recambios, por así dicilo. Son máis os que falecen que os que se ordenan», explicó el responsable de prensa del obispado. La diócesis de Lugo es muy extensa. Tiene 1.138 parroquias, algunas de las cuales están enclavadas en la provincia de Pontevedra. Para atender todas ellas hay una nómina de unos 240 sacerdotes, que tienen una media de edad que se aproxima a los 70 años. Las ordenaciones en los últimos años, experimentaron un descenso considerable en toda la diócesis.