TRIBUNA | O |
25 ene 2007 . Actualizado a las 06:00 h.DESPUÉS de leer, releer y repasar hasta la saciedad un artículo del pasado lunes escrito por Xulio Xiz titulado A festa da cidadanía aún no he salido de mi desconcierto ante el argumento incongruente sobre el que desarrolla su discurso el antiguo jefe de prensa de un ex-alcalde del PP. Primero manifiesta la ofensa que le causan los saludas de los alcaldes en las fiestas y demás, argumentando que se mezclan la persona con la institución. Como todo el mundo es capaz de comprender, en ningún caso un alcalde saluda a título personal sino que firma como representante de todo el ayuntamiento lo que incluye a todos los miembros de la corporación, a los trabajadores y a los ciudadanos. La representación de la ciudad es inherente al cargo de alcalde. El que escriba saludas y se congratule de los éxitos de equipos locales es una cuestión de cortesía institucional. En segundo lugar, su desquiciamiento raya la ilógica cuando divaga sobre la dicotomía del «status elevado» de un alcalde frente al candidato de un partido político. Tiene un serio problema de entendimiento sino es capaz de distinguir a José López Orozco invitando a los lucenses a un acto del PSOE como candidato a la alcaldía del Excelentísimo Señor Don José López Orozco, Alcalde-Presidente de Lugo. Por supuesto que escuchará hasta en el coche a Orozco candidato promocionando «A festa da Cidadanía» porque de eso se trata el éxito de una campaña, de que llegue a toda la gente; y como alcalde, Orozco ejerciendo su cargo con la aparición en actos, fotos y saludas necesarios, que para fortuna de esta ciudad son muchos, puesto que es un alcalde trabajador y porque esta es una ciudad viva en la que continuamente suceden cosas. Claro, es la diferencia con la época en la que él estaba de jefe de prensa. redac.lugo@lavoz.es