?l Hotel Miño fue construido en un momento en que la oferta hostelera con un cierto nivel en la capital era escasa. Por eso, no es de extrañar que por las habitaciones y salones del establecimiento de A Tolda pasasen personajes muy populares. Blas Piñar, Santiago Carrillo y Adolfo Suárez, siendo presidente del Gobierno, fueron algunos de los que no sólo se alojaron sino que llenaron las salas con simpatizantes. La construcción, a pesar de tener unos cincuenta años y estar desatendida, aguanta perfectamente. Aparentemente las desatenciones se notan en las paredes en las que saltó la pintura. El abandono también es evidente en la cocina y el comedor, situados en la planta baja. Los usos El hotel no fue dedicado a los ingresados de Castro y para darle un uso el equipo de Gobierno decidió que funcionase durante algunos años como residencia universitaria. Posteriormente acogió a deportistas, especialmente baloncestistas relacionados con el Breogán. En una de las salas llegaron a montar un gimnasio. Las pretensiones del equipo gobernante no funcionaron como esperaban y, en algún momento, dieron un cambio de rumbo a la instalación. La arrendaron durante algún tiempo al propietario del balneario y éste desplazaba del recinto de A Ponte a jubilados del Imserso que realizaban tratamientos. Tampoco dio resultado porque muy pronto el arrendatario canceló el contrato. Ahora las dependencias del viejo hotel esperan comprador.