Celeiro revalidó ayer de nuevo el poder de convocatoria de su procesión marítima, rindiendo honores a la patrona de los marineros, la Virgen del Carmen, y barcos de gran y pequeño porte respondieron a su llamada, dentro de las fiestas patronales y del mar de la localidad viveirense.
La especial singladura por la ría de Viveiro se inició a la hora prevista, aunque, como viene siendo habitual, las embarcaciones ya habían soltado amarras hasta una hora antes con los festivos pasajeros, para evitar riesgos y extremar así las medidas de seguridad. Esperaron en la ría la llegada del arrastrero Montero, y de sus escoltas, que llevaba a bordo la imagen de la patrona y las autoridades civiles y militares.
Antes de realizar la tradicional ofrenda floral a los náufragos, la Cofradía de pescadores de Celeiro recibió la metopa de la Real Liga Naval Española, sociedad a la que pertenece junto a Puerto de Celeiro desde hace dos años. El patrón mayor, Domingo Rey, entregó a su vez al representante de la Real Liga la insignia de oro del pósito al representante lucense de la misma, Antonio Lores.
La liga tiene como objetivo, entre otros, «la promoción y defensa de los intereses marítimos de España, la protección del medio ambiente marino y de sus costas, la seguridad de la vida humana en la mar y la colaboración en el salvamento marítimo».