Era su momento. París, la ciudad eterna, estaba a dos combates de rendirse a los pies de Sara Álvarez. La yudoca, en constante evolución deportiva, estaba firmando una actuación antológica en el Mundial sub-20. Y la atmósfera se teñía de oro cuando, en una desafortunada acción, la rodilla de la lucense pisó el freno tras una llave mal ejecutada por su rival de semifinales. Entonces, el dolor sustituyó a la ambición. Pero las miras de futuro siguen intactas. Sara Álvarez ha firmado una temporada para enmarcar. Mantiene un idilio continuo con las medallas y, a pesar de su juventud, ya ha debutado en un Mundial absoluto. El pasado fin de semana, con grandes sensaciones en su fueron interno, Álvarez se plantó con solvencia en las semifinales del Mundial sub-20 de París. Allí le esperaba una vieja conocida, la ucraniana Iryna Kindzerska. Ambas se habían disputado el cetro europeo el 13 de septiembre. Entonces, tras un combate igualado, las sanciones decantaron la balanza en contra de Sara, que tuvo que conformarse con la plata continental. Un mes y medio más tarde, la sabrosa venganza deportiva se servía a la sombra de la torre Eiffel. Sara saltó al tatami con plena confianza en sus posibilidades. Se adelantó con un yuco y, cuando la proeza estaba encauzada, la mala fortuna golpeó de lleno en su rodilla. Una técnica mal realizada por la ucraniana propició que Kindzerska no girase la articulación de la gallega. En lugar de eso, se sentó sobre ella y segó de forma involuntaria la extraordinaria actuación de Álvarez. Las primeras exploraciones determinaron que Sara sufría una luxación de rodilla. La yudoca fue ingresada en un hospital de París, donde Iván Carballeira, su preparador físico, permaneció a su lado. Hoy regresará a Madrid. Allí le realizarán una resonancia magnética para determinar el alcance exacto de la dolencia. Pero su entorno ya conoce que los ligamentos anterior y posterior están rotos. Regreso complicado En principio, por temor a un posible trombo, se barajó la posibilidad de que Álvarez regresase a Madrid en ambulancia. Finalmente volverá por vía aérea en una plaza exclusiva para transporte de enfermos. La rehabilitación comenzará pronto, pero las Olimpiadas de Londres aún esperan a la gran esperanza del yudo femenino español.