Los trabajadores de Leche Pascual en Outeiro de Rei iniciaron hace dos días un encierro indefinido, como medida de presión para solicitar que se aclare el futuro de la empresa y reclamar el mantenimiento de sus puestos de trabajo. La protesta se ha instalado justo a la entrada del desvió que va hacia la planta en Outeiro de Rei. Allí tienen instaladas unas caravanas, un toldo y unas tiendas de campaña.
-¿Cómo están los ánimos entre los trabajadores?
-Los ánimos están bien, lo pudimos comprobar en los dos primeros días de encierro, incluso los trabajadores son incapaces de respetar los turnos, y por ello superamos las previsiones de gente por las noches, teniendo que instalar unas tiendas de campaña, ya que la gente no cabía en las dos caravanas.
-¿Habrá luz al final del camino?
-En estos momentos lo que hay es el silencio por respuesta por parte de la administración, que no se quiere implicar en este conflicto. Pero esperemos que pronto haya una solución. Porque la gente lo necesita, ya que no saben que es lo que puede pasar cuando llegue el día cuatro de diciembre y termine el ERE
-¿Cual sería esa solución?
-Sería la compra de la factoría por parte de otra empresa, y que garantizasen los puestos de trabajo de la gente afectada. Esta es la solución para un sector que está bastante olvidado por la administración.