Como había anunciado el pasado jueves el concejal de Infraestruturas, José Piñeiro , el Concello de Lugo se sumó ayer a la campaña internacional La Hora del Planeta, promovida por la organización WWW Adena. Consistió, como pudo comprobar cualquier persona que pasease por ciertas zonas de la ciudad aunque no participase, en apagar las luces de monumentos significativos entre las ocho y media y las nueve y media de la tarde, para llamar la atención sobre el cambio climático.
Durante las últimas fechas, en los informativos dieron cuenta de que a la hora citada quedarían sin iluminación monumentos de fama mundial. Ponían ejemplos de diferentes países y de este anunciaban la Puerta de Alcalá. Sin desprecio para el arco que inspiró más de una canción, no admite comparación con la Muralla de Lugo, que también se quedó a oscuras, como había anunciado el alcalde, José López Orozco , y sin embargo no la citaron.
En la capital lucense se apagaron las luces igualmente en la catedral y en la fachada de la iglesia de San Froilán, que también tiene iluminación ornamental. A la vez que se contribuyó a una causa simbólica pero solidaria, el Concello algo lo notará en la próxima factura que le pase la empresa eléctrica comercializadora (que ahora hay que especificar, aunque el resultado para el contribuyente sea el mismo) y puede que Sonia Méndez lo tenga algo más fácil para cuadrar las menguadas cuentas.
En la capital chairega el director del parador, Pablo Hermida , confirmó que permaneció apagada la iluminación de la Torre de los Andrade, en tanto que en Monforte el Concello apagó la iluminación de la casa consistorial, permaneciendo también a oscuras la Torre del Homenaje y la fachada del monasterio de A Compañía. Música y baile. No les faltó actividad ayer a los responsables de la asociación de familiares de enfermos de alzhéimer de Chantada, que tenían preparado un curso al que se apuntaron cerca de 20 profesionales que trabajan en el cuidado de ancianos en Lugo, en otros lugares. Lo dirigió
Mita Adriana Deutel.