Adán tomaba café con jefes policiales en el bar de enfrente a la comisaría de la calle Chantada

Durante la investigación, la instructora recibió información que revela que García Adán, uno de los principales cabecillas de la trama, tomó café en alguna ocasión con jefes policiales de la Brigada de Extranjería en uno de los bares situados en las proximidades de la comisaría. Cuando algún agente se extrañaba de la situación, le decían que tomaban café con él porque era el dueño de clubes, pero le advertían que, cuando pudieran, le echarían el guante. A lo largo de la investigación salió a relucir que policías iban a las fiestas de Adán.

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