Eeste verano la costa lucense tendrá cuatro playas menos con bandera azul que el año pasado y los motivos por los que ahora no se concede esa distinción a estos arenales, que antes sí la tenían, no son demasiado convincentes, al menos en alguno de los casos.
En años anteriores aquí, en A Mariña, ya hubo polémica por las banderas azules que no fueron concedidas, porque algunos consideran que los criterios que utilizan los representantes de la asociación que otorga las distinciones no se aplican de igual manera en todos los sitios. Por este motivo el Ayuntamiento de Viveiro decidió no solicitarlas, postura que mantiene desde hace años el alcalde, Melchor Roel, a pesar de las críticas que recibió por ello.
Y ante esta situación me gustaría saber quién vigila al vigilante, porque igual que hay un encargado de supervisar las playas de esta zona (por cierto, el mismo desde hace muchísimos años) creo que también debería haber alguien que controlase la labor de quien hace los informes con los que se decide cuáles son los arenales que reciben la bandera azul. Más que nada porque así se evitarían algunas suspicacias, que cada vez son mayores.