Rocío Mosquera confirmó ayer que se estaban negociando los servicios mínimos de cara a la huelga convocada para lunes y martes en la sanidad gallega. Dijo que se trataba de un paro con «trasfondo político», en el que las reivindicaciones laborales pasaron a un segundo plano, incluido el nuevo modelo de gestión clínica, que señaló tenía sobre la mesa el sindicato CESM-Omega.
La huelga en la comunidad autónoma la convocó CEMS-Omega contra los recortes en asistencia sanitaria, el copago de medicamentos y la pérdida de derechos laborales del personal de atención primaria y especializada. Se sumaron otros sindicatos.
Este sindicato denunció persecución por parte del Sergas a algunos médicos por los fármacos que recetan. Los facultativos fueron citados para dar explicaciones.