El Pegasus que todo lo ve

Xosé Carreira LUGO / LA VOZ

LUGO

En solo una hora de vuelo el helicóptero de la DGT capta numerosas infracciones

08 nov 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Cuatro conductores colgados del móvil, un motorista a bordo de una Yamaha de gran cilindrada circulando irregularmente por el arcén de la A-6, un cuadriciclo por el medio de la calzada... Este es solo una parte del panorama captado desde el helicóptero de Tráfico en menos de una hora de recorrido por los cielos de Lugo, la provincia con mayor número de kilómetros de carreteras. Y es que hay para dar y tomar.

La crónica de media mañana, con lo que ya muchos conocen como el Pegasus (ese es el nombre con el que bautizaron el radar que lleva incorporado), empieza en el helipuerto que la DGT tiene en las pistas de exámenes de O Carqueixo. El joven, pero veterano piloto, Juan Carlos Abalde, posó el aparato con puntualidad británica a la hora establecido. Aterriza con un único pasajero, José Ramón López Iglesias, uno de los guardias de España que más horas de helicóptero tiene a sus espaldas. El piloto lleva los mandos de la aeronave y él los de una consola Joystick que va acoplada que es la que le permite manejar las dos potentes cámaras de las que va dotado el aparato.

Las cámaras constituyen toda una temible leyenda entre muchos conductores. En verano, cuando el helicóptero pasaba sobre la vertical de Barreiros, había quien aseguraba que desde allí captaba lo que pasaba en la A-6. Pues no. Pero ¡Menudo cámara! Alcanza un kilómetro. Con semejante ojo, complementado con otro que permite estrechar y acerca la imagen, dense por perdidos todos aquellos conductores que circulan sin cumplir las normas.

Con el aparato volando a unos trescientos metros de altura, tanto el piloto como el agente detectan perfectamente las tropelías. Evidentemente es posible ver reflejadas, en las dos pantallas de las que va dotado el aparato, si un conductor lleva puesto el cinturón, si habla por el móvil, si lee una novela... En fin, que ese ojo ve hasta lo que va puesto en los salpicaderos.

Esa potentísima cámara es manejada con habilidad por el agente con la valiosa colaboración del piloto que posiciona la aeronave según las necesidades de encuadre. Ese ojo ve tanto por detrás del helicóptero como por delante, lo cual posibilita comprobar las infracciones cometidas en cualquier sentido de la marcha.

Pues a ese instrumento de captación hay que añadir el Pegasus, que es un láser que capta, a través de sus sistemas ópticos y de grabación a los coches que exceden de velocidad. Con él pueden controlar la velocidad en las carreteras en las que no pueden hay radares en tierra.

Piloto y guardia parten de Alvedro y llegan a Lugo con una buena colección de fotos aéreas de un «paisaje» que ya tienen muy visto: conductores hablando por el móvil. Fueron tomadas de camino. El sistema posibilita que esas imágenes queden grabadas con las coordenadas del lugar donde fueron tomadas y la hora. Además queda grabado en vídeo una amplia secuencia.

Unos dos minutos después del despegue de O Carqueixo, un ciclomotorista circula extrañamente por la A-6 en sentido Madrid por el arcén.