La fiesta recupera el tono bajo el sol

E.G.Souto

LUGO

Desde la mañana el casco histórico se fue llenando de visitantes y por la tarde las calles estaban repletas

19 jun 2016 . Actualizado a las 00:13 h.

La mañana de ayer ya anunciaba lo que vendría a partir de mediodía: un verdadero aluvión de gente en las calles de Lugo para disfrutar de Arde Lucus, la exitosa fiesta de recreación histórica nacida quince años atrás. A Lugo llegaron ayer visitantes de distintos puntos de España, mayormente de Galicia. Pasada la media tarde, el tráfico peatonal se colapsó por momentos en tramos de la Rúa Nova e incluso en el Carril dos Franciscanos.

El Arde Lucus lo llenó todo ayer en el casco histórico. Atascada, como otros muchos frente a los Franciscanos, una mujer, que capitaneaba con energía un numeroso grupo familiar, se reconocía sorprendida por la multitud: «Cuánta gente hay, Dios mío». Sí, era así, había muchísima gente. Y la gente llegó a Lugo sobre ruedas. Muchos, en moto y eligieron la céntrica plaza de Santo Domingo para aparcar. Muchos se desplazaron en autobús (en San Fiz, aparcaron al menos seis, y en Dinam, tres), y una gran parte en coches particulares (en algunas calles, las aceras fueron territorio automovilístico); hubo retenciones en Quiroga Ballesteros y Santo Domingo.

Hasta en A Tinería en los negocios de hostelería había abundante movimiento de romanos y celtas en la tarde de ayer. Eso sí, en el histórico Asturias parecía reinar la tranquilidad, mientras en otra calle del barrio una iza empujaba escaleras arriba a un cliente remiso. Arde Lucus sigue hoy; el fuego de la fiesta continúa.