Ciudadanos advierte que pedirá explicaciones sobre si el nuevo recinto va a ser dedicado a mercadillos
25 may 2017 . Actualizado a las 08:19 h.¿Seguiremos viendo mercadillos de chorizos y queso, junto con las obras de artistas locales, en la vieja cárcel, convertida en uno de los grandes centros culturales de la ciudad? La respuesta es sí. Lo dicen desde el equipo municipal de gobierno.
¿Un centro cultural con aires de mercadillo de Frigsa? Respuesta, sí. La semana pasada, la concejala de Cultura decía de mañana a la oposición que el Urban no permitía transacciones comerciales en el recinto y, por la tarde, algunos ediles se encontraron en él con un mercadillo vinculado al Arde Lucus en el que se vendían chorizos, quesos, pulseras, anillos y otros complementos para la fiesta romana.
Los ediles de Ciudadanos ya anunciaron que formularán varias preguntas para saber con que cartas quedarse. «¿En qué estamos? Se pueden vender chorizos, quesos y cafés y sin embargo los artistas no pueden ofrecer sus obras, salvo que suban con ellas a la cafetería y hagan allí la operación? ¿O se puede vender solo por las tardes y por las mañanas no?», se preguntó la concejala Olga Louzao.
En espera de las aclaraciones que pedirá por escrito Ciudadanos, fuentes del gobierno municipal advierten que el Urban no impide que se realicen ventas de productos y artículos que contribuyan a promocionar y ensalzar la ciudad. En este sentido consideraron que lo expuesto el pasado viernes en el mercado relacionado con el Arde Lucus forma parte de una celebración que cuenta con la declaración de interés turístico nacional.
En Ciudadanos dudan de que si los responsables del Urban se encuentran con una actividad como la del pasado fin de semana no hagan una advertencia a la institución municipal. En su momento, recordaron, la concejala de Cultura les dijo que si se vendían obras de arte, les podrían quitar la subvención que les dieron para realizar la destacada reforma.
Los artistas parecen esperar a que acaben de hacer las bases para sacar a concurso la cafetería que los de Ciudadanos proponen que se bautice como Andorra porque será una zona franca en la que podrán vender cuadros -porque, dice el gobierno local, la obra de la cafetería la pagó Lugo (la Diputación) no Europa.