«Ha nacido una estrella»: El talento está en la verdad, no en la impostura

LUGO

24 oct 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

2018?• Estados Unidos• Bradley Cooper • Bradley Cooper, Lady Gaga, Sam Elliott, Rafi Gavron• La cuarta versión de «Ha nacido una estrella», obra original de 1937 del olvidado gran director William A.Wellman, supera con creces a la que se filmó en 1976 con Barbra Streisand y Kris Kristofferson. Y me ciño a esta y no a las dos anteriores (la otra de George Cukor, en 1954), porque la ópera prima de Bradley Cooper tras la cámara parte de la versión de hace 42 años pero con unos resultados infinitamente mejores.

La película de Cooper arranca de manera extraordinaria, teniendo una primera hora llena de momentos estelares, para luego poco a poco irse evaporando en un melodrama bastante previsible y con un desfase en su puesta en escena. La primera hora sorprende precisamente porque ha nacido una doble estrella: Lady Gaga ante la cámara y Cooper detrás. La cantante se muestra suelta, con desparpajo y la cámara y los espectadores se enamoran de ella y de su voz; mientras que Cooper se define como un director con nervio y sabiendo lo que quiere y cómo lo quiere contar. Pero en la segunda mitad, las estrellas caen. Cooper abandona a Lady Gaga, casi un papel secundario, para entrar en una fase de egoísmo interpretativo. El Cooper actor se quiere comer al director y a su pareja de film.

La película inicia algunas reflexiones que desgraciadamente abandona: el talento está en la verdad y no en la impostura y ¿qué es el éxito?

•Cines  Abella•