En el área sanitaria de la provincia trabajan en estos momentos 139 residentes, y pronto llegarán 61 más
24 feb 2020 . Actualizado a las 13:31 h.Los residentes que completan su formación en el HULA salían esta semana de una de las reuniones mensuales de formación, que se encuadran dentro de las llamadas mañanas docentes. Ahora mismo, son 139 los residentes que se forman en la área sanitaria de la provincia. Este año, se incorporarán 61 más, «los de primer año, pero al ser especialidades de al menos cuatro, hay que multiplicar la cifra por cuatro», cuenta la directora de docencia y calidad, Pilar Ledo, que también explica que el número de residentes ha crecido en los últimos años. El HULA acogerá pronto una jornada de puertas abiertas por tercer año consecutivo para «dar a conocer a los futuros residentes las cosas que se hacen en el HULA y cómo. Así, resuelven dudas con respecto a la especialidad y al lugar», añade Ledo.
El jefe de estudios de la comisión de docencia de la EOXI y especialista en Ginecología, Antón Castro López, explica que en los últimos años se han quedado en el HULA aproximadamente el 50% de los residentes que han formado, aunque las cifras varían en función de las necesidades del hospital. «En los últimos años, los que se han querido quedar, han podido hacerlo», añade Pilar Ledo.
Los pilares de la formación
Antón Castro explica que la formación de los residentes del HULA se compone de varios pilares: Especialidades Intrahospitalarias, Medicina Familiar y Comunitaria y especialidades de Enfermería. Al ser un modelo nacional, los residentes eligen el lugar en el que formarse, pero también la especialidad.
Los MIR tienen un tutor, que realiza un seguimiento durante toda la residencia, pero la labor de Antón Castro y Pilar Ledo es fundamental a la hora de hacer un cómputo global. Además, en el HULA, la formación de los residentes es continua. Hay sesiones clínicas de todas las especialidades dos veces al mes, a las que acuden todos los alumnos. Pero no se celebran solo en el hospital lucense, se extienden a Atención Primaria, Burela y Monforte.
También hay 11 grupos de investigación creados hace poco, que han puesto en marcha distintos proyectos. La formación de los médicos tiene tres patas: formación de grado, sanitaria especializada (residencia), continuada y de posgrado, que es el doctorado en el que se encuadra la línea de investigación.
Pero en el HULA, además de los MIR, se forman alumnos de todas las ramas: Enfermería, Farmacia, Biología, Historia e incluso de ciclos superiores. Además, alumnos extranjeros eligen el hospital lucense para completar su formación.
Las especialidades más demandadas: Pediatría y Medicina de Familia
Las especialidades más demandadas, explican Antón Castor y Pilar Ledo, son Pediatría y Medicina de Familia. En la otra parte están campos como la cirugía, «una especialidad con muchos especialistas» y otras muy específicas «como la cirugía vascular». A la hora de contratar, Ledo cuenta que influyen varios factores: las necesidades del sistema de los especialistas en formación y la expansión y el desarrollo de los propios servicios. «Puede ser que una especialidad no tenga déficit de especialistas en número generales, pero que aquí, porque hay nuevos programas y enfoques, esté en pleno desarrollo», cuenta Ledo, que pone de ejemplo que «cuando se incorporó Hemodinámica hubo un crecimiento en Cardiología».
Pero en la oferta y la demanda influye también la necesidad de reposición y es que, en apenas cinco años, habrá que reponer el 50% de los médicos de Familia. «En Cardiología, se creó una nueva cartera de servicios y para desarrollarla se necesitan profesionales. Si crecemos es porque los necesitamos y, si pueden ser formados por nosotros, pues mejor», explica Ledo, que espera que la mayor parte de los residentes que hay actualmente en el HULA se queden al terminar la especialidad. Anton Castro también explica que la Consellería hace un estudio anual para determinar necesidades.
«El HULA es una buena opción para la residencia, la formación es muy dirigida»
Cristina Rodríguez Díaz es médica. Ha hecho el MIR y ahora, con 28 años, está a punto de terminar la residencia. Lo suyo es la Medicina Familiar y Comunitaria.
—¿Qué opciones barajará cuando termine?
—Atención Primaria, HADO (hospitalización a domicilio) Urgencias, 061... con la Medicina de Familia tenemos muchas opciones.
—¿Siempre ha querido especializarse en esto?
—Sí, desde primero de carrera tenía claro que lo mío era la Atención Primaria, aunque evidentemente he barajado otras opciones a lo largo de la carrera. Incluso durante la residencia se te plantean materias nuevas.
—Medicina es una carrera larga.
—Es una carrera de fondo. Nunca se acaba porque siempre tienes que estar estudiando y actualizándote. Es algo inherente a esta profesión.
—¿Por qué decidió hacer la residencia en el HULA?
—Soy de Sarria. Hice el MIR fuera y fue un período muy duro, de mucho estudio, en el que también eché de menos estar en casa. Tuve la oportunidad de escoger la plaza aquí y no lo dudé. El HULA es una muy buena opción.
—¿Ventajas de hacer la residencia en Lugo?
—Esto es más familiar, nos conocemos todos. La formación es más dirigida, me siento en casa.
—¿Cuándo termina?
—Termino en mayo, entonces todos tendremos que barajar opciones laborales. Cuando elijamos el campo en el que queremos trabajar, tenemos que opositar.
—Opositar otra vez.
—El MIR no se considera una oposición como tal, si no un requisito previo para poder hacer la especialidad médica. Optas a una u otra en función de esa nota porque te lo juegas todo en un día. Y después, a opositar de nuevo.
—El camino es largo, pero el aprendizaje es continuo.
—Aprendes mucho durante el camino, en estos cuatro años de especialidad. Aprendes muchas cosas que no son teóricas y que te permiten comunicarte mejor con el paciente.
—¿Dónde trabaja ahora mismo?
—Ahora mismo estoy en el Centro de Salud de Fingoi. También hacemos guardias en Urgencias y PAC, así como algún turno en la ambulancia medicalizada del 061 y en Pediatría.