Dos positivos en el Rayo Vallecano ponen en riesgo el partido de mañana ante el Lugo
LUGO
Los positivos son en el cuerpo técnico, y toda la plantilla ha dado negativo
31 oct 2020 . Actualizado a las 18:37 h.El partido de mañana está en peligro. El Rayo Vallecano ha detectado dos casos positivos en covid dentro del cuerpo técnico del equipo. Esta tarde, el diario MARCA publicó esta información, que confirmó el club poco después. Estos dos positivos, ninguno de jugadores, mantendrán la celebración del partido en el alambre hasta que se sepa el resultado de las nuevas PCR a las que se han sometido los vallecanos. La decisión final se espera a lo largo de la mañana del domingo.
El desplazamiento a Lugo de los madrileños, previsto para la tarde de hoy, fue inmediatamente cancelado por esta causa. Salvo esos dos positivos, el resto de integrantes del Rayo Vallecano han dado negativo y, de hecho, «todavía queda por comprobar si alguna de las dos pruebas es un falso positivo», según el propio club. MARCA informó, además, de que en el Rayo se ha puesto sobre la mesa la opción de pedir un aplazamiento o, al menos, cambiar el partido a este lunes, para tener más tiempo y analizar mejor la decisión final.
El club decidió esperar a hoy domingo para tomar una decisión. Esta tendrá que esperar a que estén los resultados de los test que se realizaron ayer todos los miembros del equipo, para descartar un posible brote en la plantilla o el cuerpo técnico. Los contagiados fueron inmediatamente aislados en cuanto se supo el resultado positivo de las PCR, alrededor del mediodía de ayer.
Así mismo, el club piensa que los positivos pueden no ser dos, sino uno. «No tenemos confirmación, claro, pero tenemos sospechas fundadas de que uno de los positivos es falso», comentan fuentes del Rayo. Por lo tanto, esperan que las últimas PCR no solo confirmen que no hay ningún nuevo caso, sino que este contagio no ha sido cierto.
El Lugo pasó por esta situación ante el Castellón
No es del todo extraña esta situación para los lucenses. En el partido de la quinta jornada de este curso de liga —el debut de Mehdi Nafti en el banquillo—, en Castellón, el Lugo tuvo unos problemas similares a los que está sufriendo ahora el Rayo Vallecano. En la víspera del partido que les enfrentaría a los valencianos, el sábado 17 de octubre, saltó la noticia: un jugador del filial del Lugo, que había estado en contacto con la plantilla del primer equipo, había dado positivo en coronavirus. Entonces, se encendieron las alarmas. El club se lo notificó a la liga, que tomó una decisión casi inmediata: aplazar el partido. Eso sí, ni siquiera tuvieron que cambiar la fecha. El partido, programado para las cuatro de la tarde, se jugó finalmente a las ocho y media.
Con esta medida, dieron más tiempo a los lucenses para obtener los resultados de las nuevas PCR y preparar el viaje a tierras mediterráneas. El partido terminó disputándose con normalidad en esa nueva fecha. En los días posteriores, se supo que había un brote con cerca de diez contagios en el Polvorín, pero que no afectaba al primer equipo. El filial tuvo que cancelar sus partidos y entrenamientos mientras no se atajase este problema.
Hasta el momento, el único caso de partidos aplazado por los contagios de coronavirus dentro de un equipo fueron dos del Alcorcón, ante la Ponferradina en la jornada seis y ante el Sabadell en la siete. Dos jugadores y siete miembros del cuerpo técnico de los madrileños dieron positivo en las PCR, y la Liga decidió aplazar este encuentro. El propio club emitió un comunicado en el que explicaban la situación de forma ejemplar.
Sin embargo, en las siguientes pruebas PCR a las que se sometieron, saltó la sorpresa: sus nueve contagiados habían sido falsos positivos. Los miembros del club y el equipo médico quedaron impresionados, pero terminaron informando, en un nuevo comunicado, que los resultados eran inequívocos, y supuestos positivos, en realidad, no lo eran. El Rayo espera, igualmente, que uno de los dos casos detectados sea corregido.
Cómo llegan los equipos
Si los cálculos del Rayo Vallecano son acertados y no descubren nuevos positivos, el encuentro se disputará. En ese caso, el Club Deportivo Lugo recibirá esta noche al Rayo Vallecano en el Ángel Carro, en un partido en el que los de Nafti pretenden extender su magnífica racha desde que el tunecino aterrizó en la ciudad. El conjunto local llega al partido tras haber conseguido remontar una situación complicada. Con solo tres puntos en los primeros cinco partidos, los puestos de descenso ya amenazaban con atrapar al equipo si no ocurría un cambio. La reacción llegó con la llegada de Mehdi Nafti al banquillo.
Desde entonces, el equipo ha obtenido diez puntos de los últimos doce posibles. Victorias ante el Castellón, el Girona y el Logroñés, y un empate en el último suspiro ante el Tenerife, alzan al equipo hasta la novena posición, a un solo punto de la zona de playoff. Este no es, en principio, el objetivo del Lugo, pero se han ganado el derecho a soñar. Nafti no quiere ni hablar de cómo afrontará el equipo las derrotas cuando lleguen, y prefiere «disfrutar de la buena racha» mientras dure.
El Rayo, por su parte, llega con sus aspiraciones de ascenso intocables, aunque sus últimos resultados no sean destacables. En los últimos cinco encuentros, dos victorias, dos derrotas y un empate, incluyendo una goleada a favor ante el Málaga y una en contra ante la Ponferradina. Los vallecanos sufren mucho fuera de casa, donde han llegado sus tres derrotas de este año, ante Ponferradina, Albacete y Tenerife, y se han quedado sin ver puerta en esos tres partidos. En casa, la historia cambia, ya que todavía no han perdido allí. Es un equipo de pocos goles, tanto marcados como encajados: 1,22 goles a favor y 0,78 en contra.
Su jugador más decisivo es Isi Palazón, que ha disputado los nueve partidos de liga y ha marcado cuatro dianas. Santi Comesaña, el vigués, ha dado un paso adelante este curso, y ha pasado de jugar 13 partidos la temporada pasada a ocho de los nueve de esta. El Lugo se enfrenta hoy —si las PCR lo permiten— a un aspirante al ascenso que pondrá a prueba, de nuevo, la gran dinámica de los de Nafti.