Un grupo de investigadores presentan un estudio que podría cambiar la cronología del monumento
23 sep 2021 . Actualizado a las 05:00 h.Casi cien años después de su descubrimiento el monumento de Santa Eulalia de Bóveda no deja de sorprendernos. Cuando la Consellería de Cultura está a punto de ultimar el plan director para buscar la preservación para el futuro de este templo, hoy se presentarán los resultados de un estudio que podría dar un vuelco a la historia más o menos asentada durante décadas sobre la datación del edificio, y que influiría en la definición del mismo.
A las 19.30 horas, en el Museo Provincial, ofrecerán una conferencia los investigadores Rebeca Blanco-Rotea (Grupo de Investigación Síncrisis, USC), Jorge Sanjurjo Sánchez (Unidade de Xeocronoloxía - Instituto Universitario de Xeoloxía, Universidade da Coruña), David Martín Freire-Lista (Universidade de Trás-os-Montes y Alto Douro y del Centro de Geociencias da Universidade de Coimbra).
Previamente, al mediodía, Rebeca Blanco, acompañada por la directora del Museo, de la Rede Museística y de la vicepresidenta de la Diputación, explicarán a la prensa los resultados de un estudio que tuvo su origen en el 2009 cuando Blanco-Rotea, junto a Rosa Benavides, Jorge Sanjurjo y David Fernández, publicaron un primer trabajo científico sobre las posibles fechas de construcción del templo.
El pasado año, gracias al apoyo de la Fundación Palarq, los investigadores regresaron al monumento lucense para tomar muestras mucho más precias que hace una década para determinar la cronología de construcción del edificio, que ellos mismos reconocen que sigue siendo «controvertido tanto desde o punto de vista da súa funcionalidade como da súa cronoloxía».
Estos investigadores llevan años trabajando sobre la hipótesis de que Santa Eulalia de Bóveda, tal y como la conocemos hoy, es algo más que un edificio romano, habitualmente datado en los siglos III o IV. Incluso, el historiador y autor de la única tesis doctoral sobre el templo, Enrique Montenegro, dejó abierto en su minucioso trabajo la posibilidad de que fuese uno o dos siglos anteriores.
Pero el estudio que dirige la profesora de la USC Rebeca Blanco-Rotea, miembro además del Consello da Cultura Galega, puede cambiar la historiografía del monumento y aportar datos de que lo que contemplamos en la actualidad es altomedieval (siglo IX) o incluso muy posterior.
En la exposición del proyecto en la Fundación Palarq señalan que el problema con este templo es la adscripción cronológica de las fases constructivas, «que se debe a que el tipo de decoración, de motivos pictóricos o la tipología del edificio presenta similitudes con otras arquitecturas pertenecientes a un amplio abanico cronológico, que abarcan desde el siglo III al siglo IX, por lo que para conocer su verdadera cronología es necesario datar los materiales constructivos de cada una de las posibles fases».
Los investigadores apuntan que en el 2008 se dataron los ladrillos de varias fases constructivas y el resultado indicó que eran ladrillos antiguos de origen romano. Pero ahora pudieron hacer análisis con Luminiscencia Ópticamente Estimulada (OSL) y con Carbono 14, comprobando que aquellas muestras de hace una década no habían sido fiables. «Los resultados proporcionaron edades relativamente modernas. Las muestras más antiguas se pueden fechar en los siglos VII y IX, todas las demás correspondían al período que va entre los siglos XIV y XVIII», señalan.
Utilizaron métodos de análisis pioneros
Los investigadores que presentarán hoy los resultados realizaron un estudio pormenorizado de diferentes materiales constructivos empleados en el edificio, combinando varias técnicas para analizar los morteros y las piedras del templo.
Afirman que el estudio de estos materiales fue complejo, «en parte, por tratarse do primeiro exemplo no que esta técnica se aplicou de forma sistemática en Galicia, en parte, porque o edificio foi sometido a diferentes restauracións e tratamentos de conservación ao longo do tempo que alteraron en gran medida os morteiros de cal do mesmo nas xonas máis expostas»..
Explican que tras desarrollar hasta 39 dataciones, «o que o converte no edificio mellor estudado dende esta perspectiva a nivel mundial, estamos en condicións de compartir os resultados das mesmas e abrir un novo debate sobre este monumento a partir xa de conclusións definitivas».
Lo que sí parece claro es que la presentación de hoy no va a dejar indiferente al mundo científico que ha estudiado este templo en las últimas décadas y que este año cumple 90 como monumento nacional. El propio título de la conferencia de esta tarde ya abre el debate: «Santa Eulalia de Bóveda: datacións absolutas dun edificio sen consenso». Por un lado presentarán datos científicos, avalados por los últimos métodos de análisis, pero por otra parte reconocen que no hay consenso entorno a todo lo que rodea al edificio que hoy se conserva.