Más mujeres opositando para policías que nunca: «Muchos piensan que tenemos menos autoridad por nuestro género»

André Siso Zapata
ANDRÉ S. ZAPATA LUGO / LA VOZ

LUGO

Un aula de la academia Galopol, en Lugo.
Un aula de la academia Galopol, en Lugo. ALBERTO LÓPEZ

Los profesores de la academia Galopol de Lugo les confiesan que «hacen falta más chicas» en comisaría

10 dic 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Los policías no nacen. Los policías se hacen. A eso se dedican en la academia Galopol, ubicada en la rúa Río Navia de Lugo, donde preparan a los agentes del futuro, que tratarán de velar por la seguridad de los ciudadanos de la forma en la que les enseñaron los profesores de la academia.

Allí, son una treintena los alumnos que preparan las próximas oposiciones para un puesto en la Policía Nacional, aunque también están apuntados muchos más opositores que quieren entrar en la Guardia Civil o en la Policía Local de Lugo.

En el primero de los cuerpos, el perfil de los estudiantes es muy diverso. Sin embargo, una circunstancia llamó la atención de propios y extraños con esta nueva camada de opositores: hay más mujeres que nunca. De hecho, varias de ellas confirman que, a pesar de no alcanzar todavía el 50 % del alumnado, «no estamos lejos de ser tantos hombres como mujeres».

A pesar de que no son todavía agentes de la Policía Nacional, muchas ya han sufrido discriminación a la hora de ejercer la autoridad. Dos de las opositoras, que trabajan en la seguridad del estadio Ángel Carro, cuentan que «muchos piensan que tenemos menos autoridad por ser mujeres, y no nos hacen caso hasta que viene un compañero hombre».

Además de este tipo de situaciones, los comentarios jocosos tampoco faltan. «Hasta gente de tu entorno te dice que ‘si me vienes a detener, no te hago ni caso', y aunque sea una broma, sigue siendo una falta de respeto que nos vean así», explica una de las alumnas de Galopol.

Profesores especializados

En la academia, todos los profesores son agentes en activo. «Eso es un plus, porque nos explican a través de ejemplos que ven ellos mismos en su día a día, y con anécdotas y pruebas prácticas todo se entiende mejor», afirma una alumna. «Además, cada profesor da la asignatura sobre la que es especialista, como en delitos informáticos o en tráfico de drogas», apunta una compañera.

En la academia, que inauguró hace un par de años su sede en Lugo, da clase a jóvenes que aspiran a entrar en la Policía Local, Nacional o en la Guardia Civil. Está totalmente reformada, y el ambiente es también un punto positivo para las alumnas. «El local es muy acogedor y está nuevo, y eso es algo que también valoramos mucho», explican.

La formación teórica es la más importante, ya que «nos preparan más para aprobar el examen que para ser policías como tal», dice una alumna, «algo que es normal, porque lo otro ya lo aprenderás una vez que te incorpores al cuerpo», concluye. «Es como una autoescuela», añade una compañera. Aun así, los profesores instan a las futuras agentes a crear unos vínculos con sus compañeras, ya que «nos dicen que una comisaría es como una ciudad y cada sección, una familia, así que tenemos que aprender también a trabajar en equipo con nuestras compañeras», afirman.

De media, estas alumnas estarán entre 1 y 2 años estudiando para sacar su plaza, la cual les dará el derecho a ser las policías del futuro.