El TSXG revisará el lunes la condena a Ana Sandamil por matar a su hija Desirée en Muimenta
LUGO
Los magistrados del Alto Tribunal analizarán el recurso interpuesto por el abogado de la acusada. Fue condenada a prisión permanente revisable tras ser juzgada por segunda vez
08 jul 2023 . Actualizado a las 20:10 h.Ana Sandamil, condenada por asesinar a su hija Desirée en mayo del 2019 en su casa de Muimenta (Cospeito), volverá este lunes al Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG). Los magistrados del Alto Tribunal analizarán el recurso interpuesto por su abogado contra la sentencia que la condenó a prisión permanente revisable por el asesinato de la pequeña, de siete años. Tras la vista, tendrán que decidir si ratifican la condena o si se la reducen. Incluso existe la posibilidad de que, si hay motivos, ordenen repetir el juicio. Algo que ya ha ocurrido en este caso.
Por eso, esta es la segunda vez que el caso llega al TSXG, pues después de que Sandamil fuese condenada a prisión permanente revisable en febrero del 2022, el Alto Tribunal ordenó repetir la vista oral, aunque concluyó con idéntico resultado un año después.
En cuanto a los argumentos que ha presentado la defensa, inciden de nuevo en la supuesta incapacidad de la madre, como consecuencia de sus presuntos problemas mentales, que no le permitirían comprender el alcance de sus actos.
Durante el segundo juicio celebrado el pasado abril, el jurado descartó que la mujer tuviese afectadas sus facultades mentales y concluyó que mató a la menor «de manera querida y premeditada». Este veredicto deshizo la principal duda del juicio, que era si los problemas psicológicos de la acusada eran suficientemente graves como para afectar a su percepción de la realidad y para que no compendiese las consecuencias de sus acciones.
Argumentos de peso contra la acusada
El jurado, consideró probado que, con la finalidad de acabar con la vida de su hija, cuando estaba en la cama con ella, le suministró un fármaco con efectos sedantes y, seguidamente, «la asfixió con sus propias manos, para lo cual pudo haber empleado, además de sus manos, alguno de los objetos que había en la habitación (un cojín)», por lo que la víctima, según la sentencia, careció de cualquier posibilidad «de reaccionar o de defenderse» del ataque de su madre.
El jurado, pese a considerar que la acusada tenía «un trastorno de personalidad que le afectaba a su capacidad de relacionarse y expresarse», concluyó que, en el momento de los hechos, ese trastorno «no le impedía tener la plena capacidad para comprender y entender la ilicitud del acto enjuiciado».
Además, el tribunal ciudadano entendió acreditado que antes de los hechos Sandamil indagó en Internet «sobre los medios con los cuales podía acabar con la vida de su hija», así como que cuando cometió el crimen era «conocedora de la intención del padre de modificar e incrementar legalmente el régimen de visitas, con el fin de que pudiesen pasar más tiempo juntos».