El supuesto propietario de los animales, que solo tiene luz de noche porque está enganchado a una farola, le echa la culpa a los cinco perros que tiene. En 2020 le incautaron más de 100 canes
12 oct 2023 . Actualizado a las 05:00 h.La aparición de tres gatos descuartizados amenaza la convivencia en la zona universitaria de Lugo. El problema se sitúa sobre el estado de calamidad que presenta una colonia felina asentada en la zona, que lleva meses o incluso años haciéndose cada vez más grande, y que procede de una casa okupada en la Avenida de Madrid, una de las arterias de entrada a la ciudad.
Varios gatos aparecieron descuartizados a los pies de la casa y el hombre que vive en ella explicó a las autoridades que se desplazaron al lugar que murieron por el ataque de los cinco perros que tiene.
El problema salió a la luz porque un particular alertó a las autoridades de que el hombre estaba ingresado en el HULA y que tanto canes como gatos llevaban varios días sin supervisión y, probablemente, sin comida ni agua. Asimismo, otros particulares avistaron restos de gatos en las inmediaciones de la casa okupada.
Funcionarios de la Policía Local y un agente medio ambiental se desplazaron hasta el lugar, pero al propietario le dieron el alta del hospital apenas un día después, por lo que no se tuvo que intervenir para alimentar a los animales. Sin embargo, el Seprona está investigando la aparición de los tres gatos descuartizados.
Más de 100 perros incautados
Fue en el año 2020 cuando La Voz sacó a la luz que un hombre de mediana edad convivía en una casa okupada con más de 70 perros. Sin vacunar, con parásitos e incluso sarna, las camadas fueron una constante durante años y, finalmente, más de 100 perros fueron a parar a la Protectora de Animales y Plantas de Lugo, todos procedentes de esta casa situada a las puertas de la Facultad de Enfermería del Campus Terra.
Aunque los perros estaban alimentados, ninguno estaba esterilizado. Ahora, el hombre mantiene a cinco de aquellos perros en su propiedad, número máximo que permite la ley, y bajo supervisión de las autoridades competentes. El hombre solo tiene luz por la noche, ya que la tiene enganchada a una farola de la Avenida de Madrid. Asimismo, cuenta con un pozo que es el que abastece la vivienda.
Michos Lugo
La asociación protectora Michos Lugo denunció la aparición de los gatos muertos ante el Seprona y está a la espera de los resultados que se produzcan tras la investigación, que sigue abierta. Presumiblemente, los felinos atacados y que murieron forman parte de una colonia que se desenvuelve parcialmente en las fincas colindantes con la casa en la que viven los perros, en el entorno del campus universitario, cuentan desde la entidad.
Los perros salieron al exterior de la casa y de las fincas, según acreditaron varios testigos, y fue entonces cuando los gatos sufrieron el ataque con el resultado de tres animales muertos. A uno se le practicó la necropsia, que demostró que tenía heridas compatibles con las mordeduras de los perros.
La colonia felina está formada por aproximadamente 10 ejemplares, aunque desde Michos Lugo presuponen que hay más, y hay voluntarios que los alimentan cuando salen al exterior. «Lo que les pasó a esos gatos no habría ocurrido si los perros estuvieran controlados. Además, los gatos carecen de microchip y no están castrados, por lo que se reproducen constantemente, y a pesar de que así se incumple la nueva Ley de Bienestar Animal que entró en vigor el 29 de septiembre», cuentan desde la asociación lucense.
Desde Michos Lugo lamentan que, aunque el hombre fue investigado hace años por el hacinamiento de decenas de perros, no se prestase atención a los gatos que también albergaba por aquel entonces. «Las hembras están pariendo constantemente, viven una situación de penuria, y tampoco sabemos si es la primera vez que aparecen gatos muertos, pero varios testigos ya nos aseguraron que la aparición de cadáveres es una constante», explican.
Será la investigación la que marque la hoja de ruta que seguirán desde Michos, que esperan que no se vuelva a producir una situación como esta.
Competencias
El Concello de Lugo y la Delegación Territorial de Medio Ambiente conocen los hechos desde hace años. Tal y como marca la ley, los ayuntamientos tienen atribuida la competencia de garantizar el bienestar de los animales abandonados dentro de su término municipal, incluyendo el decomiso, si fuese necesario para garantizar su bienestar. La Xunta tiene la competencia de sancionador si un propietario o un ayuntamiento incumplen la ley gallega de bienestar animal. Asimismo, el Concello de Lugo aseguró ya en 2020 que pondría en marcha un mecanismo para garantizar que el hombre era atendido por servicios sociales, por el deteriorado estado de la vivienda y la insalubridad, pero él mismo aseguró que no acudiría.
La parcela en la que está la vivienda pertenecía a la Diputación, pero precisamente está en unos terrenos que han sido cedidos a la universidad para construir la facultad de Formación do Profesorado.