José Manuel Fernández, fallecido en Abadín tras caer a un pozo negro: un agricultor que volvió a sus raíces hace unos meses

X.M.P. / A.S.Z. LUGO / LA VOZ

LUGO

Sala operativa del 112, ubicada en la sede de la Axega en A Estrada
Sala operativa del 112, ubicada en la sede de la Axega en A Estrada E. CUIÑA

«El mayor riesgo es inhalar los gases que salen de la fosa, porque te dejan inconsciente. La rapidez es vital», alertan desde un equipo de emergencias de Lugo

17 nov 2023 . Actualizado a las 16:44 h.

José María Fernández Fernández, fallecido este jueves al caer en un pozo de purín cercano a su vivienda, tenía 91 años y vivía en el barrio de O Castiñeiro, en la parroquia de Baroncelle (Abadín). Su cuerpo fue encontrado sin vida dentro del pozo, en el que había purín, por la mujer de un hijo suyo, que había salido para ver dónde estaba al comprobar que no se encontraba dentro de la vivienda. La fosa tenía un cierre de madera que estaba levantado, así como un muro de ladrillo, de aproximadamente un metro de altura, alrededor.

Ese barrio era su lugar natal y el sitio en el que pasó buena parte de su vida, dedicado a tareas del campo. De su matrimonio con Agripina Méndez, cuya salud es delicada desde hace años y está ingresada en una residencia, tuvo dos hijas y dos hijos.

Vivió también algún tiempo en Martiñán (Vilalba) con una de sus hijas, aunque hace meses acabó volviendo a su barrio natal y a su casa.

Sus restos mortales se velan en un tanatorio de Vilalba, y el entierro se celebra este sábado. El funeral se oficia a las seis de la tarde en la capilla del tanatorio, y los restos se incineran después en la intimidad.

¿Por qué ocurren accidentes como este?

Expertos especializados en rescates y medidas de seguridad tienen claro que este tipo de accidentes solamente pueden suceder si algo falla.

Desde el GES Friol-Palas, un equipo de emergencias lucense, indican que el mayor peligro que rodea a este tipo de pozos y fosas está en los riesgos que acarrea trabajar en ellos. «Es muy difícil que alguien caiga a este tipo de fosas si no está trabajando activamente en ellas. Con la nueva normativa, las explotaciones deben tener cierres de seguridad que eviten accidentes», explican desde el GES.

En el caso de que se produzca, la caída en sí no es el elemento más peligroso, indican desde el equipo de rescates, sino un factor quizás desconocido para muchos. «El mayor riesgo es inhalar los gases que salen del pozo.

Si alguien cae a una fosa de este tipo y alguien trata de ayudarle, es vital que no se acerque demasiado al acceso, porque corre el riesgo de inhalar metano y otros gases que pueden dejar a una persona inconsciente rápidamente, haciendo que pueda caer también», alertan.

Para rescatar a alguien que ha caído a una fosa de este tipo, desde el GES indican que la rapidez es un elemento vital. «Lo que tiene el purín y demás residuos es que, a diferencia del agua, no te quedas en la superficie, sino que te vas hundiendo. Son como arenas movedizas. En poco tiempo, te cubre ya totalmente y te ahogas», concluyen.