Pavel, el herrero ruso asentado en Os Ancares: «Quiero que mi arte se quede en Galicia, que me entierren aquí»

María Guntín
María Guntín LUGO / LA VOZ

LUGO

Pavel Yakushev se trasladó de Moscú a Os Ancares en 2020
Pavel Yakushev se trasladó de Moscú a Os Ancares en 2020 M. G.

El artista acaba de conseguir el permiso de residencia y está empadronado en Navia de Suarna, aunque se mueve por toda la provincia de Lugo

24 mar 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Pavel Yakushev empezó su viaje de huida en el año 2020. Por aquel entonces se instaló en Louxas, una pequeña aldea de Os Ancares que en poco tiempo se convirtió en un hogar. Lo suyo siempre fue el arte plasmado en el hierro y puede presumir de ser uno de los últimos herreros en activo que hay en Galicia. Ahora, después de cuatro años, ha conseguido su ansiado permiso de residencia. «Ha sido una locura conseguirlo, pero también ha sido difícil llegar hasta aquí, sentirte ilegal...», dice. Ahora se ha empadronado en Navia de Suarna.

Por el momento, Pavel sigue creando a deshora: «Es muy difícil vivir del arte», dice. Los encargos le llegan por el boca a boca, pero a veces, dice, no son suficientes. «A veces siento que sí, la gente me conoce y reconoce, ¿pero de qué sirve si no puedes ni repostar en una gasolinera? Al final hay obras muy especiales y trabajadas cuyo valor de venta no es el real», reflexiona.

Sin embargo, Pavel resalta que lo mejor de mudarse a Os Ancares es el trato con la gente. Y esta convivencia ha cuajado tanto que las calles de Navia de Suarna, en el corazón de Os Ancares, también salvaguardan varias figuras de hierro elaboradas por el artista.

«Es muy difícil vivir del arte»

Estos días Pavel florece con la primavera y desborda ideas y proyectos. Para él no hay una frontera clara entre el trabajo y el descanso porque en una naturaleza idílica, que también dura, todo se fusiona. «El invierno me inspira, también es tiempo de arte. Este lo he utilizado para pensar y crear sin prisa, a mi ritmo», confiesa.

Pavel se marchó de Rusia para ser un artista libre, tal y como explica desde una de las casas que habita en Barcia, a los pies de Navia de Suarna, ya que más bien podría decirse que estamos hablando de un artista errante. «Yo no sé dónde vivo, mi hogar es Galicia», dice convencido.

Un flechazo casi inmediato

El flechazo de Pavel con Os Ancares no tardó en gestarse. Cuando se trasladó desde Moscú primero estuvo en Bilbao, para después marcharse hasta Austria y allí, entender que su deseo era regresar a la montaña de Lugo. De la casa de un amigo asturiano llegó hasta Louxas y de allí, a Barcia, aunque también pasa temporadas por la costa de Lugo, en Viveiro, donde tiene un taller.

De momento, Pavel ya mira hacia el horizonte pensando en la nacionalidad. «Quiero seguir mi camino de artista emigrado, que toda mi energía recaiga en Galicia, y que me entierren aquí», concluye.